nineteen

29 6 0
                                    


-Hari, ya te dije que no me gusta que dejes de trabajar por venir a verme.

Ya había pasado una semana desde aquel encuentro en el apartamento de Hyunjin.

La chica estaba cada vez más insoportable, tenía conductas extrañas y muchas veces trato de llevarlo a bares para dejarlo borracho y aprovecharse de el, pero fue más inteligente que ella y rechazo de inmediato a su propuesta, sabiendo rápidamente el plan de la castaña.

Días después de aquel suceso, de aquel día donde Hyunjin intento disculparse con el castaño por haberlo ignorando y este se negó, decidió volver a intentarlo. Quería dejar en claro que no sucedía nada entre ella y el.

-Ya voy-grito Lee desde la cocina al sentir el timbre ser tocado varias veces.

Abrió con la sorpresa de encontrase al pelinegro en el umbral de la puerta.

-¿Podemos hablar?

El pecoso asintió y lo dejo pasar con un movimiento de cabeza. Este se adentro al apartamento, el cual olía a... ¿Cerezas?

-Quería disculparme por mi conducta el día en que llegó Hari-comenzó-. Estábamos hablando normalmente y después te ignore, lo siento.

El australiano hizo una mueca de disgusto al oír el nombre de aquella entrometida mujer. Arruinaría su vida si pudiera.

-No pasa nada, no podía meterme en su conversación y tenía que salir.

El pelinegro sonrió de lado y abrazo al castaño. Este quedó perplejo y apenas movía un solo músculo, permanecía callado y quieto. Quería quedarse toda la vida así, sintiendo su suave aroma penetrar sus fosas nasales y solo escuchar la respiración de este. También quería que en ese momento pasará Hari y viera todo ese espectáculo. Le encantaría ver su cara de incrédula. Río bajo por aquel pensamiento.

Poco después se separaron lentamente y Felix le dedicó una de sus encantadoras sonrisas.

A Hyunjin le podrían sonreír miles de personas de distintas maneras, pero su única sonrisa favorita, era la del castaño. Con solo verla, se sentía en el paraíso.

Al pasar los días, se habían hecho más cercanos, muchas veces compartían momentos juntos como por ejemplo, hablaban desde sus balcones y escuchaban música juntos, salían a tomar café, hasta incluso a beber. Estaban volviendo a tener esa confianza de antes, eso les alegraba.

Hasta que Hari les arruinó todo.

Cada momento que pasaban juntos, era interrumpido por ella. Solo llegaba y abrazaba a Hyunjin, dejando de lado a Felix, quien sonreía incomodo.

Ya no había ningún momento en el que ella no estuviera entrometida, o era una llamada a cada instante de ella, o interrumpía en la casa y en los lugares donde se encontraban.

El castaño, ya cansado de esto, decidió hablar con la chica, quien no había hablado con el desde que habían sido compañeros. Lo mínimo que compartían eran unas palabras, además las actividades escolares los hacían convivir y hablar para tener una mejor convivencia entre todos.

Esperaba con ansias y furia a la chica mientras tomaba café en su cafetería favorita. La había citado un dia antes para hablar, pero la castaña ya iba cuarenta y cinco minutos retrasada. Cansado y sin esperanzas, se levantó, pero justo en ese momento apareció Hari.

-Ve rápido al punto, no tengo tiempo.

Para que iba con cosas, la odiaba.

Ese odio que nadie podía quitarle, ni siquiera el mismísimo Hyunjin.

-Bien, se que planeas algo con Hyunjin.

La chica lo miro con disgusto.

-¿Y que si lo hago? Es obvio que yo también le gustó, si supieras lo que me dice cuando no estás-río a carcajadas mientras Lee permanecía serio en su asiento. Sabia que Hyunjin no era ese tipo de persona, al menos no con el.

esos hermosos ojos tuyos | versión hyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora