El cumpleaños número cinco de Louis mantenía al pequeño omega dándole mimos a su alfa diciéndole que era muy grande y que lo quería mucho.
June en cambio lloraba al ver a su pequeño crecer, recordaba como si hubiera sido ayer el día en que lo vio por primera vez con sus ojitos azules tan lindos y tiernos que le hicieron perderse de todos, amaba a su hijo, demasiado.
-Lou ven a saludar- le dijo Anna a su hijo, el pequeño gruñó un poco y tomó la mano de su omega llevándolo con él, Harry rió y lo siguió por detrás a trompicones.
-Ohh, pequeño, ¿Cómo estás?- preguntó una señora mayor con una caja muy grande entre sus manos, Louis le arrebato la caja y le sonrió.
-Bien, gracias señora- avisó haciendo una mueca de felicidad
La señora rió encantada y pasó su vista hacia el más pequeñito -¿Y está hermosura?- preguntó acariciando las mejillas de Harry quien se sonrojó, Louis lo escondió detrás de él -Mi omega, Harry- presentó oliendo profundo para intentar captar las intenciones de la señora con su omega.
Al darse cuenta de que no quería nada malo, Harry lo vió y el asintió
-¡Hola, soy Harry!- saludó con una linda sonrisa.
-Oh, que tiernos- aplaudió la señora entrando a la casa después de que June diera la invitación.
Louis jaló un poco el pantalón de Anna.
-¿Si, cielo?- preguntó la alfa peinando un poco los rizos de Harry con su mano dándole un pulgar arriba cuando estuvieron ordenados, Harry hizo lo mismo mientras guiñaba uno de sus ojitos.
-¿Puedo ir con Hazzie a mi habitacion y ver mis regalos?- preguntó con ojos llenos de esperanza.
-Claro, pero lleva a tus compañeros de la escuela, cachorro- respondió la Alfa ahora cargando a Harry haciéndole muecas extrañas para que el bebé ría.
-No me agradan- dijo con simpleza viendo con cariño a Harry.
-Llévalos dije- ordenó su mamá y Louis gruñó un poquito.
Harry pataleó inmediatamente cuando vió a Louis comenzar a caminar hacia la mesita de los niños.
Anna bajó al omega y este corrió hacia Louis quien abrió su manita y esperó a que Harry la tome.
-¿Por qué no agradan a Lou?- preguntó Harry
-Son raros- dijo y Harry rió
-¿Por qué?-
-Porque dicen que tú no existes- reclamó
-¡Yo si existo!- chilló el ojiverde apretando su puñito.
-Sip, pero mami dijo que hay que invitarlos, vamos Hazza- dijo de la nada tranquilo mientras que el rizado estaba indignado.
Cuando llegaron a la pequeña mesa, todos saludaro a Louis y le dieron el feliz cumpleaños.
-Si, Hola, el es mi omega, Harry y queríamos decirles que si quieren venir a abrir mis regalos- preguntó con una sonrisa sintiendo la indignación de Harry.
-¡Si existo!- refunfuñó el menor con un puchero y todos se le acercaban.
-Eres muy lindo- halagó un niñito castaño con ojos azules y linda sonrisa.
-Gracias- agradeció Harry mirando a Louis y sonriendole alzando el dedito pulgar indicándole que todo estaba bien.
-Yo si quiero ir a abrir los regalos, ¿puedo?- preguntó el mismo niño
-¡Y yo!- gritó otro niño con entusiamo.
-¡Si, venga!- dijo Louis y algunos niños comenzaron a subir a habitación de el festejado.
Cuando llegaron a la habitación, el alfita tomó entre sus manos la caja más grande leyendo con lentitud la dedicatoria
-De la Familia Payne, ¿quiénes son?- preguntó y el segundo niño que había gritado abajo alzó su manita y sonrió -¡Gracias Payne!-
-Me llamo Liam, dime Li si quieres, tu también Harry- inquirió mirando a ambos con una tran sonrisa amable.
Louis sonrió hacia el castaño y tomó otro regalo que Harry apuntó. -De Niall- Leyó la mala letra y el primer castaño de abajo sonrió y lo saludó amigablemente.
Así continuó con algunos regalos hasta que llegó el de Harry, en cual era un lindo peluche de osito y una historieta de Iron Man, el héroe favorito de Louis.
-Gracias Hazza- agradeció y le dió un besito en la mejilla al rizado
-Nada- respondió Harry con una risa
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