Un omega enojado es algo que ningún alfa quiere, especialmente porque, cuando lo están, su carácter es cortante e incluso logra intimidar a otros omegas o betas, si su enojo es con su alfa dejan de ser cariñosos y le gruñen cada que se acerca aún así sea con buenas intenciones.
Eso sucedía con Harry y Louis, y el alfa no sabía que hacer al ver a su omega enojado con él.
-Hazza- llamó pero el pequeño rizado no hizo caso y siguió comiendo.
-Hazz- volvió a llamar y el omega solo frunció el ceño.
Al tercer llamado el menor lo volteó a ver y dijo -Son malas- y se bajó del sofá caminando hacia su patio.
Los pasitos rápidos de Louis bastaron para que el rizado cerrara fuertemente la puerta de su pequeña casa de juguete queriendo dar a entender que quería que lo dejara, el alfa comprendió y se alejó suavemente del lugar esperando pacientemente por su omega.
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El ojiverde comenzó a pensar en que podía hacer antes de dirigirse a su cocina y gritarle a Louis un -¡Chau!- para que entendiera que estaba ocupado.
Harry, después de escuchar al alfita irse, comenzó a sacar sus ollas y distintas cosas de cocina.
Cuando ya todas las cosas necesarias estaban afuera comenzó a llenar su tazita con tierra y otra con agua, tomó delicadamente una fuente color amarillo y puso la tierra ahí, después agregó un poco de agua midiendo las cantidades exigentemente. Cuando la cucharita violeta pudo revolver todo con facilidad metió sus manitas en la fuente y sacó la masa cuidadosamente poniéndola en la mesa blanca y comenzando a golpearla fuertemente.
Después de que la masa estaba lo suficientemente "suevecita" como decía el pequeño, comenzó a hacer bolitas y poniéndolas en las envolturas de cupcakes que había robado de la cocina de la casa, las metió al pequeño horno girando el botoncito y cerrando la puerta.
Después de esperar mucho tiempo esperando o haciendo cosas como cepillar el pelo de su muñeca y jugar con sus figuras de acción de marvel se aburrió y abrió la puertita del horno sacando los "cupcakes" y poniéndolos ordenadamente sobre platitos de diferentes colores y tamaños.
Agarró el carrito que tenía y que se parecía a los que usaban los meseros y puso ahí cada platito poniéndole a cada una de las bolitas de lodo una flor o un pedazo de pasto encima.
Se encaminó hacia donde estaban todos con una linda sonrisa con hoyuelos.
Les entregó a cada uno su platito y el respectivo cupcake sonrojandose cuando se lo dió a la Alfa que apenas había conocido.
-Muchas gracias, cachorro- agradeció y Harry se sonrojó aún más, seguía siendo muy tímido después de todo.
Cuando llegó el turno de entregarle su cupcake a Louis sus mejillas parecian la capa de la niña del cuento que su mami le habia contando la noche anterior.
-Toma- llamó y el Alfa se sonrojó y aceptó el cupcake. -Hice yo- dijo con orgullo alzando su cabezita y bajandola al instante al aún sentir sus mejillas muy calientes.
-Están lindos- halagó el ojiazul admirando el cupcake en el cual una flor con tallo y todo permanecía arriba.
Observó más la flor y luego a Harry quien había tomado asiento a su lado moviendo sus piernitas arriba y abajo.
Tomó la flor entre sus pequeños dedos y se la puso a Harry detrás de su oreja viendo al omega voltear de inmediato y torcer sus ojos comicamente intentado ver que había puesto en su oreja.
-Es una flor, Hazza- lo calmó Louis sonriendole.
-¡Oh, las flores gustan!- chilló con emoción haciendo lo mismo que hacía segundos atrás haciendo que Louis soltara una risa.
-Ya vengo- avisó antes de salir disparado donde su mamá, Harry solo asintió y continuó torciendo sus ojitos.
Louis regresó con su mamá h un celular
-Foto- dijo Louis
Anna sonrió y le ordenó a Louis ponerse junto a Harry quien seguía moviendo sus ojitos pero dirigió su mirada a la cámara cuando se dió cuenta.
La foto era hermosa, ambos pequeños con grandes sonrisas, Harry con hoyuelos y Louis con arruguitas cerca de sus ojitos.
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Algo corto, lo lamento, los capítulos pronto serán mejorados <3