Era el cumpleaños del rizado, en un lunes, su cumpleaños eran un maldito lunes. Por esta y más razones se hallaba en su cama con la cabeza metida en las cobijas intentando ignorar los gritos y jalones de su mamá para que despertara.
No quería ir a su colegio, principalmente por el idiota alfa que lo había hecho llorar, tenía miedo de que le haga algo más, pero tenía claro que debía ir a la oficina del director y contarle todo lo que pasó.
Habían ido a un doctor luego de que el rizado les hablara sobre lo que pasó a sus padres, puesto que tenía un pequeño dolor en su cuero cabelludo, el doctor les había dicho que tenía una pequeña lesión en la cabeza, que si hubiera habido un poco más de presión el cuero cabelludo hubiera sido arrancado.
Escuchó la puerta cerrarse y ronroneo mientras se acomodaba mejor en el colchón, necesitaba dormir mucho más, su cuerpo había cedido a hacerlo a las tres de la mañana, obviamente después de replantearse demasiadas cosas.
Su celular comenzó a sonar y su mano lo tomó inmediatamente para contestar la llamada, sin ver el nombre.
"¡Hola Hazz!, ¿no vienes?, ¿te sientes bien?"
Escuchó la voz de su mejor amigo y sonrió un poco.
—Hola Zee, eh, no quiero ir—
"¿Es por el idiota de George?" Preguntó, al no recibir respuesta continuó "Escucha, Harry, ese imbecil me puede chupar los huevos, es un inutil con mente conservadora, si quieres quedate en casa hoy pero cuando quieras volver, no ignores lo que te hizo, ¿sí?"
—¿Eh?— Zain bufó —Es broma, si, Zain, lo haré pero hoy no voy, ¿puedes traerme los apuntes en la tarde?— escuchó las respuesta positiva y se despidió colgando la llamada.
Tiró su celular a un lado de su cama y volvió a intentar dormir, cubriéndose por completo con las mantas por el frío infernal que había ese día.
♤♡♤
La puerta principal se abrió, interrumpiendo la charla entre los padres de Harry, ambos voltearon a ver a Louis, quien tenía una caja de pastel en su mano y en otra una pequeña funda, su ceño se frunció.
—¿Y mi omega?— preguntó haciendo reír a Eiden, Jake lo veía con una ceja alzada.
—Buenos días, muchacho— respondió Jake.
—Oh, si, buenos dias, pero ¿Dónde está él?— preguntó avanzando a la casa, quitándose los zapatos y dejándolos en un lado.
Caminó hasta las escaleras y miró a Eiden y a Jake —¿No quiere ir?— ambos negaron con la cabeza y Louis corrió torpemente hacia arriba con las dos cosas equilibrandose en sus manos.
Tocó la puerta suavemente —¡No iré!— escuchó el grito de Harry —Soy Louis—
Harry sacó su cabeza de entre todas las sábanas —No me convencerás—
—No quiero hacerlo, cariño— Harry asintió lentamente y exclamó el permiso para que pueda entrar.
Vió a Louis entrar con una caja de pastel y sonrió mucho —Ow, eres un cursi—
—Solo es pastel— se defendió
Harry asintió y arrebató la caja de entre sus manos, abriendola para ver el pastel con la decoración un poco chueca.
—¡Oh por la luna lo hiciste tú!— gritó tirándose a Louis para abrazarlo, haciendo que ambos caigan al piso y el alfa suelte un quejido.
—Mierda, ¿estás bien? ¿Tan mal está como para que sepas al instante que no es de una pasteleria?— indago tomando el rostro del ojiverde entre sus manos, alzando y bajando su mirada para comprobar el estado. Harry las apartó e hizo lo mismo con él.