La mudanza había sido larga y complicada pero todo valía la pena.
Cuando compraron la casa, hubo una ligera pelea acerca de las habitaciones así que al final decidieron hacer un sorteo entre todos.
Louis ganó la habitación más alejada de todas, era una habitación grande con un ventanal muy lindo que daba con un árbol.
Las dos mayores al darse cuenta de que probablemente se queden con la habitación más chica decidieron salir del juego y escoger la habitación más grande dejando a las niñas jugando solas.
La habitación más pequeña la había obtenido Jennet, no se quejó por qué tenía una linda vista y sus mamás la dejaron decorarla al igual que a sus otros hermanos.
La casa no quedaba tan lejos de la de Harry, estaba a unas cuantas cuadras que en bicicleta ni siquiera tardaba quince minutos en llegar.
La hermosa casa tenía una piscina mediana en el patio junto con un pequeño jacuzzi, Louis jura nunca preguntar de dónde sus mamá sacaron el dinero para poder comprar semejante casa, pero está seguro que en algún momento se los devolverá.
Habían hecho una pequeña fiesta de bienvenida con los vecinos nuevos y los Styles.
Louis estaba un poco triste por abandonar a sus amigos Liam y Niall pero acordaron visitarse mutuamente o hacer videollamadas en horas específicas.
El cumpleaños número catorce de Louis habia sido hace un día, algunos de sus nuevos amigos habían dormido en su casa, Harry también.
El alfa estaba contento de tener a sus amigos y a su omega en un solo lugar, le emocionaba el que pudieran conocerse, a Harry le dieron muchos nervios y sus amigos estaban igual que el propio Louis.
El niño de ojos verdes se había encariñado y llevado bien con todos, habían tenido la confianza suficiente para hablar 'mal' de Louis aún cuando lo tenían a un lado escuchando todo con su cara adornada por una mueca.
-¿Quieren pastel?- todos asistieron viendo atentamente a la pantalla, el rizado se levantó y caminó hacia la cocina.
Louis remedó sus acciones, caminando suavemente detrás del omega con cuidado para poder asustarlo.
El menor abrió la puerta de la cocina y la tiró para atrás haciendo que el pedazo de madera chocará con la cabeza del alfa.
-¡Mierda!- gritó Louis asustando a su omega provocándole un grito y un manotazo -¡Joder!- se quejó por el golpe recibido en la mejilla.
-¡Deja de maldecir!- le dió un golpe en el hombro, parecía enojado.
-¡Deja de golpearme!- pidió y el omega lo ignoró comenzando a darle pequeño golpecitos en el pecho.
-¡Eres un...!- Louis abrió los ojos atento a lo que iba a decir -¡Bobo, un bobo inconsciente, idiota, estúpido, con cara de- !- sintió una mano tapando su boca.
El alfa lo miraba asombrado, su cabeza ladeada y una sonrisa en sus labios, las mejillas de Harry se sonrojaron.
-¿Qué me dijiste?- se burló y quitó su mano.
-Que seas un sordo no me obliga a repetirte todo- exclamó con enojo girandose y sacando de la nevera el pastel.
-¿Qué tienes, cariño?- le preguntó acariciando sus rizos.
-Nada- seco, así era el tono que usaba, estaba así desde hace unas horas.
Sin que se dieran cuenta, los cuatro chicos se acomodaron detrás de la puerta, escuchando todo mientras comían papitas.