Capítulo 4: Inoportuno

656 71 12
                                    

— Karasu-Tengu mi maestra, los puede ayudar con la meditación y entrenamiento!

Comento con entusiasmo el conejo y Donnie frunció el ceño sin disimularlo.

— ¿Karasu-Tengu? ¿La legendaria yokai cuervo de naturaleza, maestra de artes marciales?

Pregunto con un tono de sarcasmo mientras el conejo asintió, puso los ojos en blanco al creer que era una mala broma y Draxum le dió un pequeño zape por aquella acción tan irrespetuosa.

— Donatello!

Susurró en regaño la cabra mientras esté frotaba su cabeza por el golpe.

— ¡Soy un hombre de ciencia! Los yokais n-

— No te atrevas a decir que no son reales, Dee.

Exclamó Mikey abrazando y tapando las "orejas" del paraguas poseido por un Tsukumoga Mi de la casa de Gen dramáticamente.

— Don, soy un alquimista y hombre de ciencia con más años que tú, tengo claro que nosotros ignorantemente llamamos magia a lo que no entendemos pero...los yokais son criaturas complicadas y existen, debes dejar de negar su existencia con todo lo que has vivido y...por tus orígenes, se que es más fácil negarlo que aceptarlo..

Recalcó Drax en un tono bajo y amable para su amargo hijo quien suspiro con resignación asintiendo.

Usagi miro la escena recordando lo igual de incrédulos que fueron sus amigos con el tema, se puede decir que nadie cree en los yokais hasta que tratan de matarte directamente.

— B-Bueno jajaja si vamos a entrenar con una Yokai no sería bueno ya usar nuestras armas papá?

Pregunto Leo a su padre rata desviando el anterior tema, Yuichi recién cayó en cuenta que ninguno cargaba un arma encima, tan solo habían practicado con espadas de madera y variantes hasta el momento.

— Ammm déjame pensarlo....no.

Declaró al minuto sin pensarlo obviamente y todos sus hijos se sobreexaltaron.

— ¡¿Porque?!

Hablaron al unisono tanto los hermanos mayores y menores.

— Y todavía poseen el descaro de preguntar...

Gruño en un tono bajo haciendo que todos se arrepintieran de haber hablado menos Rapha.

— La última vez no fuimos capaces de manejarlas de manera adecuada, y por esa razón es buen momento para sacarlas, Karasu-Tengu podría ayudarnos!

Reclamo el mayor y Mikey apoyo a su hermano con un pequeño " Exacto!" alzando su bracito.

La rata los miro con una expresión sería sobre todo al mayor que tragó saliva esperando un regaño, que nunca llegó.

— ¿Dónde entrenarán samurai?

Cuestionó.

— En la montaña donde no pasa el tiempo, Sensei.

Contesto y la rata se levantó en silencio retirandose, el ambiente se volvió tenso, hasta que esté mismo roedor volvió con una manta amarrada de dónde sobresalían el mango de unas katanas y se notaba un bulto indicando la presencia de más armas, entrego todo esto a su hija Abril.

— Samurai, confío en tu criterio de elegir a tu maestra para enseñarles a mis hijos y en ti Raphael por considerar mejorar sus habilidades...quiero que tengan cuidado, sobre todo tu Leo.

Aclaro insinuando que no iría con ellos.

— Entendido papá..

Murmuró con algo de culpa el azul al saber por que lo decía.

•Confía En El Shinobi• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora