Capítulo 12: Desesperación

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Leo cuando saco a Oriol arranco el símbolo de los Hamato de su pantalón y lo lanzó hacia la salida, no mentía cuando dijo que no sacrificaría a su clan.

Luego de eso al fin se dejó caer en el piso de esa oscuridad tan profunda de la prisión, cansado de la batalla que anteriormente libro.

Soltó un largo suspiro mientras abrazaba su cuerpo rogando que Mikey este bien, que su familia siga viva y siga adelante con ayuda de Oriol y Usagi.

Rogaba que su sacrificio valiera la pena.

La prisión ni siquiera lo dejo descansar, pues se comenzó a derrumbar poco a poco.

— Debes estar jodiendome.

Murmuró el azul para comenzar a correr y evitar caer al "vacío" que se formaba, la oscuridad se disipaba mientras todo caía y una luz deboraba el lugar.

"Una nueva alma"

Leo escucho como por todo el lugar aquellas palabras comenzaban a resonar.

Corrió lo más que pudo hasta que quedó arrinconado en un pequeño pedazo de superficie y de la luz que deboro todo salía unas manos de piedra.

La pequeña tortuga vio con asombro como de esta salía una figura "humanoide" de la que solo había escuchado en leyendas en sus viajes, era enorme y tenía tres cabezas que susurraban en distintos tonos, está cosa, era un titán según lo que había leido, el guardia de la prisión.

— De nuevo tenemos a la pequeña pobre tortuga?

Hablo una de las cabezas en un tono femenino acercando sus enormes manos hacia Leo tomándolo con cuidado.

— Sacaste a todos los Triceratops bribón?

Pregunto otra en un tono masculino pero igual de calmada de su compañera, pero de repente el agarre se volvió tosco y otra voz se presentó en tono más agresivo.

— QUÉ CREES QUE HAS HECHO MALDITA ESCORIA!? SABES LO QUE LOS SUPERIORES HARÁN CUANDO SE ENTEREN?! TENEMOS QUE DEVOLVER A ESAS BESTIAS A SU LUGAR!

Expreso con furia la última comenzando hacer una simbología con su mano libre pero Leo rápidamente se opuso.

— ESPERA ESPERA! PODEMOS HABLARLO!

Afortunadamente esto llamo la atención de las cabezas.

— TU NO TIENES LO QUE NOSOTROS QUEREMOS!

Grito la cabeza más agresiva pero Leo persistió.

— QUE NECESITAN PARA DEJAR A LOS TRICERATOPS?!

Pregunto y la cabeza con tono femenino hablo.

— Algo a cambio, un alma con más valor que ellos.

Explico.

— Algo que les importe más a los superiores, algo que teman.

Continuo la otra voz masculina más calmada.

— Pero tu...tu eres una simple tortuga, no tienes valor más allá para ser un bonito adorno de un estanque...

Expreso con desprecio la tercera cabeza.

— El...el clan de Leiko tiene algún valor para ustedes?

Pregunto tratando de ignorar las palabras hirientes del titán.

— Ahora hablas mi idioma tortuga...

Respondió gustoso.

— Pero ese Clan se marchito como hace 11 años atrás...

Murmuró la voz femenina.

— Pero yo soy parte de los últimos sobrevivientes.

Refutó y las tres cabezas lo miraron con atención.

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