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Ambos comenzaron a caminar de vuelta al palacio tomados de la mano, acción que se había vuelto realmente normal entre ellos durante los últimos días.

George no podía parar de sonreír, por primera vez en su vida había podido olvidarse de todo el estrés que ser de la familia real ponía sobre sus hombros. Por primera vez era genuinamente feliz con alguien, y ese alguien era Clay.

El caballero por otro lado también se encontraba sonriendo, el mero hecho de ver tan feliz al príncipe hacía que una sonrisa se formara entre sus labios sin oportunidad de evitarla. Aún no llevaba la máscara puesta por lo que George podía ver sus más sinceras reacciones a todo.

No mencionaron nada hasta llegar a una distancia prudente del pueblo. Tenían que asegurarse de que nadie les había seguido por lo que cambiaron la ruta y tomaron una que se adentraba un poco más en el bosque. Ese camino era mucho más largo por lo que los pueblerinos siempre trataban de ir por el que acababan de dejar.

Tras un par de minutos caminando Clay pudo cerciorarse de que nadie les estaba siguiendo por lo que se puso la máscara y condujo a George de vuelta al camino inicial.

Los dos caminaron de vuelta al palacio hablando sobre cuánto George había disfrutado la pequeña escapada.

-Me encanta salir del palacio- suspiró George, nada podía quitar la sonrisa que aún tenía plantada en la cara.

-Desde que me contrataron no he ido mucho pero es cierto que cada salida es espectacular, L'Manburg es precioso- añadió Dream el cual volvía a tener las expresiones escondidas por la máscara.

Llegaron de vuelta a la puerta por la que habían salido horas antes y para su suerte el tal Sapnap seguía ahí. Al menos eso fue lo que George pensó, Clay por otro lado sabía perfectamente que su amigo se encontraría ahí.

-Bienvenidos de vuelta- saludó Sapnap abriendo la puerta.

-Gracias por cubrirnos Sap- agradeció Dream dándole la mano que no estaba sujeta a la del príncipe.

-Ya sabes que no tengo problema- respondió con una sonrisa el pelinegro.

Los amigos se despidieron por lo que George y Clay pudieron continuar su camino hacia la habitación del príncipe.

El castaño estaba seguro de que el tal Sapnap les había visto dándose la mano, no se habían soltado en todo el rato al fin y al cabo. Pero por alguna razón no mencionó nada. Tal vez para no incomodar a su amigo.

Los dos caminaron por los largos pasillos de palacio. George aún portaba una sonrisa en el rostro aún cuando ahora volvía a estar dentro del castillo. Se podía saber solo con verle que hoy había sido uno de los mejores días de su vida.

En su camino a la habitación se cruzaron con Quackity y esa fue la razón por la que se soltaron las manos.

-¡GOGY!- exclamó el pequeño al ver a su hermano tras haberle perdido de vista durante todo el día- ¿Donde estabas?- preguntó el pequeño.

George y Dream se miraron algo nerviosos. Aún cuando los hermanos tenían mucha confianza mutua no podían arriesgarse a contárselo al inocente niño.

-Hemos estado todo el día en los jardines, tal vez por eso no nos has visto- mintió George, la escapada al pueblo quedaría entre él, Clay y Sapnap.

-¡Pero si he mirado por todo el palacio!- añadió el pequeño haciendo un puchero.

George se arrodilló frente a su hermano y hizo una señal con los dedos para que Quackity se le acercase. El pequeño, con algo de curiosidad, hizo lo indicado.

Rewrite the stars - DreamnotfoundDonde viven las historias. Descúbrelo ahora