Rewrite the stars - Dreamnotfound

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Dream caminaba por los pasillos del palacio de camino al ala este. Ya estaba anocheciendo y había recibido el mensaje de George diciéndole que sus clases acabarían en cinco minutos por lo que se encontraba yendo a recogerle como de costumbre.

Cuando estuvo a punto de llegar al lugar se encontró con un mayordomo con un mensaje para él.

–Disculpe Dream, los reyes le buscan– mencionó el hombre alto– se encuentran en la sala del trono.

–Me encontraba yendo a buscar al príncipe ¿Es de urgencia?– cuestionó el caballero.

–Es de suma importancia, me aseguraré de avisar al príncipe para que le espere.

–Comprendo, muchas gracias.

Y con una reverencia cambió su rumbo de camino esta vez a la sala del trono donde los reyes le esperaban.

No sabía para que podrían querer hablar con él pero tras los últimos meses de convivencia con George y Eret y tras ver cómo eran tras la faceta que le mostraban a la nación tan solo pudo tener un muy mal presentimiento.

El camino a la sala del trono no era muy largo puesto que no se encontraba tan alejado del ala este como de las habitaciones, no tardó más de cinco minutos en llegar a la puerta.

Se aseguró de llevar bien puesta su máscara antes de llamar a la puerta. Se escuchó un adelante de una voz grave que supuso sería del rey y entró en la habitación.

–Buenas tardes sus majestades– dijo Dream formalmente realizando una reverencia a su vez.

–Buenas tardes Dream– saludó la reina cortésmente pero sin una pizca de amabilidad.

–¿Requerían mi presencia?

–En efecto, hay algo que queríamos comentar contigo personalmente– comenzó a hablar el rey por lo que Dream escuchó atentamente– Si quieres comenzar querida– añadió mirando ahora a su esposa.

–Hemos podido notar tu cercanía con nuestros hijos, no sólo con George sino con Quackity también– Dream se dio cuenta entonces sobre que iba a ser la conversación– Tengo entendido que te contratamos para proteger a nuestro hijo mayor pues eres el caballero más fuerte del reino ¿Es eso cierto?

–Si, su majestad– respondió Dream.

–En tal caso ¿Podrías decirnos si es cierto si tú relación con nuestro hijo va más allá de lo profesional? ¿Sois amigos también? Porque disculpame pero no me parece bien que mi hijo, el príncipe heredero al trono, se distraiga de tal manera como para tener un amiguito.

Dream se calló por unos instantes, lo mejor para George era negar rotundamente toda alegación. Si alguno de los reyes se enteraba de que eran incluso algo más que simples amigos no sabía todo lo que eran capaces de hacer los presentes.

–Lamento si mis internaciones con alguno de sus hijos, sobre todo con el príncipe heredero, hayan podido hacerse ver como algo más de lo que son. Pero le puedo asegurar aquí y hoy mismo que mi relación con ambos de sus hijos no va más allá del trabajo– incluso a Dream le dolió formular esas palabras.

–Nos alegra escucharlo– respondió la reina– has hecho un gran trabajo por el reino, no te despediremos por esto. Tan solo queríamos recordarte tu puesto en caso de que se te hubiese olvidado. Puedes retirarte.

–Sus majestades– añadió Dream realizando otra reverencia y caminando de vuelta a la puerta para salir de la sala.

Cuando pasó el umbral pudo volver a respirar con normalidad por lo que caminó de vuelta al ala este donde George le estaba esperando.