No soy él - Quackbur

III

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❱ Su pulso acelerado era notable, su confusión también. Nada era conocido... Ni siquiera su supuesto cuerpo.

Todo era diferente... Todo era como un sueño. Un bello sueño debido al pintoresco lugar.

Y el dolor... Joder, sí que era muy vívido.

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Desde la cama observó al mutante de tiburón hablar con el médico, quién por cierto, ya lo había revisado.

Tal parece tiene heridas de gravedad por todo su cuerpo, muy inesperado. Las mas severas se encuentran en su hombro izquierdo y costillas.

Aún desconoce el porqué de sus lecciones, pero por lo menos ya tiene algo.

Según entendió, fué encontrado casi al borde de la muerte por el mutante y compañía -desconocida-.

Era raro.
Muy raro.

La situación era demasiado sacada de historia fantástica que encuentras en plataformas sociales.

- Sí, déjeme revisar.

Aquella voz gruesa y vieja saco sus pensamientos volando por la ventana. ¿Ya se dijo que por una extraña razón le incómoda aquel hombre?, ¿No? Pues tenlo presente.

- Señor Big Q, ¿Puede decirme qué es lo último que recuerda haber hecho antes de despertar aquí? - Habló con calma mientras se quedó parado a un lado de la cama.

- Ya wey, no me gusta el Big Q. - Responde mostrando aquella mueca de desagrado al escuchar el nombre. - Tampoco hay necesidad del "Señor", viejo. Ni que yo fuera el maldito padrino o el mayor Don del lugar. - Aclaró haciendo leves movimientos con sus manos. - Con Quackity bastará. - Finalizó recostando su cuerpo en el espaldar de la cama.

- Entiendo. Entonces, Joven Quackity, ¿Qué fué lo último que realizó antes de estar inconsciente?

Asintió gustoso al escuchar la corrección que realizó sobre el mayor.

- Yo... Yo estaba en un bosque teniendo una fuerte guerra espiritual. - Comentó recordando los sucesos previos a su desmayo.

Tienes razón. No es del todo certero, pero era algo similar.

- ¿Una guerra espiritual?, ¿Porqué?

Señor, cállese. Es mejor no preguntar que luego se le lía.

- Por... Cosas complicadas. - Dudó bastante en responder.

Ahora Quackity se sentía en todo el derecho de realizar preguntas, las cuales espera que sean respondidas de mejor manera a comparación de sus propias respuestas.

- Mi turno. ¿Ésto es un hospital o algo así?

- No.

- ¿Entonces?

El silencio era muy agobiante, incluso Foolish, quien anda frente a la puerta, siente la incomodidad. El pobre solo puede retorcerse angustiado de manera silenciosa y disimulada.

- ... Joven Quackity, ¿Sabe en dónde vive?, ¿Quién es su gente?, ¿O quizás sabe quién le hizo ésto a usted? - Pronunció observando cada movimiento y gesticulación del moreno.

- Vivo en mi casa con mis "hijos", y no, no tengo gente ya que no... No soy algún gobernante. - Lo último fué dicho a empujones. - Y sí, creo saber por qué me encuentro tan mal.

A ver, en teoría, no es alocado pensar que el pendejo de Luzu haya hecho un trato raro con algún Dios para hacerlo sufrir con heridas provocadas por el golpe mágico del rayo.

No era impensable eso. Toca tener todas las posibilidades abiertas.

- Entiendo. - Mencionó dando una mirada algo extraña al hombre frente a la puerta. - ¿Le gustaría descansar antes de seguir con las preguntas? - Preguntó levantándose de su asiento.

- No real...

- Oh, definitivamente necesita descansar. - Sin preguntar más le dió unas dosis de calmantes para luego retirarse de su lado.

Sí, Quackity se encuentra con una canalización por la cual le pasan suero y medicamentos. No te exaltes, la canalización fué recién hecha hace un par de horas cuando llegó el médico. Era un detallito sin importancia.

Todo se debe a que se necesita efectividad y eficiencia en poco tiempo, por lo que, pasar las cosas por la sangre sale más beneficioso para todos... O esa es la excusa.

...

Recostado y con sueño, Quackity agudizó sus oídos para poder entender la conversación secreta entre el doctor y el mutante aunque siendo honesto, no escuchó ni madres, todo fueron partes o palabras clave.

Lo más llamativo fueron las palabras Amnesia y Demencia.

Menos mal que él tiene muy bien su memoria y cordura. No hay duda, no están hablando de él, por suerte.

[. . .]

Se levantó.

En definitiva se quedó dormido. Lo bueno era que el dolor en su cuerpo fue reducido significativamente, e incluso ya podía hacer leves movimientos brusco sin sentir el infierno en vida.

Algo beneficioso de la canalización indeseada.

- Adoró verte despierto, pero eres más fascinante inconsciente. - Wey, esa voz tan relajada lo asustó.

El ambiente a su alrededor era oscuro, mayormente debido a la fría noche. Por lo tanto, lo que lograba ver era poco.

La luz de la luna no hace milagros.

- Eh... Gritaré si haces algo raro. Primer aviso. - Lo dijo tan confiado y seguro que provocó una risa demasiado espeluznante por parte del desconocido escondido en la oscuridad de la habitación.

Quackity se preparaba mentalmente para salir disparado valiendole verga la canalización y sus lesiones tenuemente aplacadas por los medicamentos.

Quizás después necesite los calmantes.