El regreso al hotel fue silencioso. Moira y el resto del staff volvieron al hotel en la misma camioneta en la que habían venido, aunque los ánimos estaban extremadamente bajos. Candela se había quedado callada y revisaba las redes, haciendo muecas de vez en cuando. Ella simplemente no había dicho nada, no quería interrumpir el silencio y había aprovechado el tiempo para terminar de subir todos los archivos en su cámara a la nube. Si bien había subido la mayor parte mientras el partido transcurría, le habían faltado algunas fotografías del último tiempo. Antes de salir del estadio había sido testigo de la forma en la que los jugadores de la Selección Argentina habían abandonado la cancha. El aire podía cortarse con un cuchillo, había enojo, tristeza y mucha bronca. Habían empezado mal, con el pie izquierdo, y no quería imaginar lo mal que debían estar sintiéndose los participantes del partido.
Como la distancia entre el hotel y la cancha era bastante, se permitió cerrar sus ojos y dormir. Estaba agotada, tanto físicamente como psicológicamente. Necesitaba unas buenas horas de sueño.
—Levantate, Mo.
La próxima vez que abrió sus párpados, Candela estaba frente a ella y seguía con sus ojos rojos, de haber llorado por el partido. Ella le respondió algo que sonó como un nuevo idioma, haciéndose bolita y queriendo dormir por un rato más.
—Dale, boluda. Podes dormir en la habitación del hotel, tenemos que bajarnos de la combi.— su compañera de trabajo siguió insistiendo para que ella se despertara. La chica de veintiún años estaba cansada, no obstante, entendió que tenía que levantarse de ahí.
La castaña siguió los pasos de Candela, tomando el equipo en sus manos y caminando tal como un zombie. Creyó apoyarse en las paredes y en el ascensor, escuchando voces a su alrededor. Entrecerraba sus ojos y los volvía a abrir, porque sabía que si dejaba sus ojos abiertos por completo se iba a despertar, y no tenía ninguna intención. Una vez que llegó a su habitación, dejó todo el equipamiento en el suelo y se tiró de lleno en la cama. Siquiera se preocupó por sacarse la ropa o las zapatillas, en menos de lo que tardaba su corazón en dar un latido, se quedó dormida. La próxima vez que se despertó, notó que eran las 8 de la noche en Doha. El partido había sido a la una de la tarde, o a las siete de la mañana en Argentina. No recordaba a qué hora había llegado al hotel, aunque ahora no estaba tan cansada. Candela no estaba en ningún lugar, tal vez se había ido a recorrer la ciudad ahora que no la requerían.
Ella tomó su celular y empezó a leer sus últimas notificaciones. Su papá le había mandado varios mensajes, en su mayoría audios, donde expresaba su bronca y dolor. Su hija le contestó como pudo, tratando de subirle los ánimos. Su hermano le mandó algunos posteos en instagram y ella soltó unas cuantas carcajadas. Por último, notó que Julián Álvarez le había clavado el visto en los últimos mensajes que le había mandado. No sabía si se debía a qué estaba deprimido por el partido, o porque no quería responderle. No le dio muchas vueltas al asunto y se levantó de la cama, dejando su celular a un lado y tomando su billetera y cartera.
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Spiderverse ✓ ⋆ Julián Álvarez 🕸️
Fanfiction"Te pareces un poco a Tom Holland, arañita." Moira disfrutaba ver las películas del Hombre Araña con Julián, mientras se besaban en la privacidad de la habitación. astrolupin © COMPLETA