07. besos interrumpidos

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Argentina había ganado contra Polonia y les habían permitido hacer una pequeña celebración en el hotel

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Argentina había ganado contra Polonia y les habían permitido hacer una pequeña celebración en el hotel. No era nada grande y tampoco involucraba alcohol, los jugadores tenían que seguir con el estricto régimen nutricional que cumplían desde hace unas semanas, y siendo parte del equipo que había acompañado a la Selección desde el primer momento, Moira y Candela habían sido invitadas. Habían puesto un poco de música argentina, cuarteto y cumbia principalmente, y todo el personal que acompañaba a los chicos estaba ahí. Desde kinesiólogos, médicos, la cocinera encargada de alimentar a los jugadores, y por último, los fotógrafos y camarógrafos.

La celebración tenía la intención de durar sólo unas pocas horas, debido a que mañana los jugadores tenían el día libre para la visita familiar. Moira pretendía salir del hotel y visitar a su propia familia, a quienes había dejado descuidados bastante. Ella se había vestido simple para la ocasión, con una remera del Hombre Araña y unos jeans azules, que tenían varias roturas en las piernas. Las personas presentes también se habían vestido casuales, y los miembros del equipo de fútbol seguían con sus conjuntos deportivos que parecían nunca sacarse. Todavía no había visto a Julián por ninguna parte para hablarle a la cara por el gol, y había estado buscándolo con la mirada. Estaban casi todos ahí, excepto el único chico con el que quería hablar hoy.

—Te vas a quebrar el cuello, ya está por llegar.— dijo Catalina, llevándose comida a la boca. Moira volvió a mirarla y la mujer le ofreció el mate.— Ahí llegó.

Moira se giró disimuladamente en dirección a la puerta y se encontró con que Julián recién había llegado. Estaba mucho mejor que en el partido, estaba prolijo y se había tomado una ducha. Julián se acercó a sus compañeros y juntos empezaron a cantar Muchachos, el tema que la hinchada Argentina no dejaba de cantar ni por un segundo durante los partidos. A esas alturas, Moira estaba orgullosa de admitir que se había aprendido la canción por el simple hecho de escucharla todo el tiempo. Dios, si Moira seguía ahí, lo más probable era que iba a terminar haciéndose fanática del fútbol y sabiéndose todos los temas.

Una vez que los jugadores dejaron de cantar, las canciones que sonaban por el parlante se escuchaban un poco más. El cuarteto hizo que todos empezaran a boludear y bailar, incluso observó cómo el Dibu Martínez se mandaba unos pasos y hasta Lionel Messi lo acompañaba. Era una fiesta, estaban dando cada vez más pasos para llegar a la final y se merecían un pequeño descanso lejos del estrés y la presión. Moira y Candela no se animaban a sumarse, incluso aunque pusieran temas de Rodrigo. Los pibes estaban ilusionados y bailando, no querían meterse en algo en lo que no las llamaban, así que se quedaron tomando gaseosa y comiendo.

—Vengan a bailar.— las dos se giraron cuando escucharon una voz, la voz le pertenecía a Julián pero Enzo también estaba a su lado. Moira los miró, él le ofrecía sus manos a ella y Enzo se la ofrecía a su amiga.

Moira esbozó una sonrisa y se dejó empujar hasta la pista improvisada. En el hotel les habían prestado el salón, era un lugar grande y con capacidad, aunque no eran tantos en el plantel como para ocuparlo. Tal vez unas cincuenta o sesenta personas, aunque era difícil saberlo porque iban y venían. Julián empezó a bailar cuarteto y ella trató de seguirle los pasos, aunque bailaba para divertirse y no para hacerse la que sabía bailar. Bailar cuarteto con un cordobés era lo mejor que le había podido pasar y nunca había tenido la oportunidad. Se cagó de risa ante los pasos de Julián, él la hizo dar vueltas y los dos cantaron a gritos las canciones de Rodrigo. Claramente ninguno de los dos cantaba bien, salvo que la diversión era tanta, que no les importaba quién los estuviera mirando. Argentina había ganado, Julián había metido un gol y nunca había visto al chico más feliz que en ese momento. Cuando empezó a sonar Soy Cordobés Julián le hizo doler los oídos de tremendos gritos que soltaba, pero ella no se quejó ni por un momento.

Spiderverse ✓ ⋆ Julián Álvarez 🕸️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora