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Una semana había pasado. Moira había tenido una reunión con sus superiores, principalmente porque la fotografía que les habían tomado en el restaurante había circulado por las redes. Sus jefes la hicieron prometer de ser más cuidadosa si volvían a salir en público, la idea de echarla nunca estuvo puesta en juego, porque tanto ella como Julián eran mayores de edad y el futbolista no era su jefe ni su superior. No había ninguna norma que estaba incumpliendo. Aún así, las cosas se habían puesto más graves con la mirada de la gente.
Había tenido que poner su cuenta privada, ya que no había dejado de recibir comentarios, aunque algunos eran muy buen intencionados, también habían varios que la hacían sentir mal. Las personas amaban el chisme y eso estaba medianamente bien, sólo que ya era una molestía cuando lastimaba a otras personas. En LAMhabía estado hablando Yanina Latorre, diciendo que Julián Álvarez solía frecuentar muchas chicas a la vez y que era normal, siendo un futbolista. También había dicho que Moira García era poco conocida en el medio y seguramente estaba tratando de hacerse famosa a costa de meterse con tipos.
A Moira no le importaba el reconocimiento de los jugadores, no era una persona que buscaba fama y jamás se había acercado a Julián con esa intención en mente. Era feo que implicaran que ella estaba aprovechando la oportunidad para engatusar a un jugador, como si ella fuera la mala en esa película. Yanina Latorre le caía muy mal. Aunque también había visto algunos comentarios positivos, diciendo que se veían juntos o que esperaban que Julián consiguiera su Spiderwoman, también había gente preocupada del rendimiento de Julián, si se enfocaba en algo más que en el fútbol. Eran un montón de comentarios que la habían hecho tomar el celular, poner su cuenta en privado y borrar cada seguidor que no conociera.
Según Candela, las personas simplemente hablaban porque no tenían otra cosa qué hacer. Una vez que Argentina jugara contra Países Bajos, todos se iban a olvidar que un jugador estaba saliendo con una fotógrafa y se iban a enfocar en el partido.
—Hola, Gwen Stacy.— saludó Enzo, desde el otro lado de la cancha.
—Callate, Moira es MJ.— lo corrigió Alexis, haciéndole un pase con la pelota a Cuti Romero. Moira esbozó una sonrisa y se la dedicó a Mac Allister, porque de los tres, era su favorito.
—¿Por qué relacionan todo con El Hombre Araña?— preguntó Cuti, el número trece, pareciendo confundido. Era la primera vez que Moira hablaba con él, aunque lo había visto jugar en la cancha y le daba un poco de miedo. No quería jamás ser el oponente futbolístico del Cuti, era bastante agresivo y hasta sus propios compañeros siempre lo cargaban con eso.
—Porque Julián y Moira relacionan todo con el Hombre Araña.— les explicó Enzo, recibiendo la pelota por parte de Ale.
—No relacionamos todo con el Hombre Araña.— ella se quejó, sacando nuevas fotografías de los tres.— Sólo que todos lo cargan a Juli diciendo que es la Araña y bueno, ahora dicen que yo soy MJ.
