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Esperaba afuera del Hotel, hoy era el día en que Chloe y yo saldríamos de compras.

— ¡Mael! — salió corriendo.— Perdón por hacerte esperar.

— No te preocupes, ¿nos vamos?

Ambos caminamos por el lugar, desde que Chloe y yo nos hicimos amigos pudimos conocernos más el uno al otro.

— Mira Mael, esa ropa es unisex.— se acercó a la entrada de la tienda.— Hay que comprarla para estar combinados.

— Bueno solo porque se ve que te haga feliz.— la tome de la muñeca y entramos a la tienda.

Ahí mismo después de pagarlo Chloe quiso que nos lo pusiéramos, y yo no me opuse. Nos mirábamos bien.

— Hay que tomar un descanso, compremos un helado y sentémonos.— le indique y eso hicimos.

•-•

— Oye Mael, hace una semana me tropecé con un chico.— volteé a verla y estaba ligeramente sonrojada.— No sé si lo conozcas pero... sabes que olvídalo, no es importante.

Quisiera saber de quién está hablando, por que si es curioso saber quien pudo ganarse su corazón a simple vista.

— Cuando sea el momento me puedes decir.— le sonreí y continuamos comiendo el helado.

[...]

Tuve que irme primero y deje a Mael espero que no se moleste.

— Rayos va a llover.— mire el cielo gris que indicaba una gran tormenta.— Y no traje paraguas.

La lluvia comenzó a caer, estaba lejos de casa así que corrí por la lluvia hasta llegar a un quiosco en el parque.

— Ah eso fue una locura.— dije mientras miraba como quede empapada.

— Fue inesperado ¿verdad? — esa voz hizo que volteara a verlo rápidamente.

El chico del centro comercial.

— Hola.— sonrió y eso hizo que mis latido se aceleraran.— Creo que nos quedaremos un buen rato aquí.

— S-si creo que así será.— estábamos un poco alejados.— ¡Achu! — estornude y eso hizo que me muriera de la vergüenza.— Perdón.

— Es cierto estás toda empapada.— busco entre su mochila.— Ten, puedes secarte con esto.

Se acercó a mi y extendio una pequeña toalla.

— Ah ¿estás seguro? — tome con nervios lo que me estaba prestando.

— Sería malo que pescáras un resfriado, úsala no te preocupes.— el ya más cerca de mi tomo asiento en el piso del quiosco.

— Entonces... la tomaré prestada.

Ambos nos encontrábamos sentados, esperando que la lluvia parara. No había mucha conversación.

— ¿Ya nos habíamos visto antes? — preguntó pero no supe que responder así que me miro un poco más concentrado para recordar.— ¡Ah si! Eres la chica del centro comercial.

— Si, soy esa.— dije toda nerviosa, no podía ni hablar bien.

¿Por que me sucede esto? Antes no me pasaba algo similar ni con Adrien.

— Ese día tenía prisa así que no te pregunté, pero ¿cuál es tu nombre? — dulcemente volteó a verme.

— S-soy Chloe.— tímidamente lo mire y le di una sonrisa.

— Un gusto Chloe, soy Luka.— se apuntó a sí mismo.— ¿Tienes frío?

Luka... que bonito nombre.

Nuestra promesa |Adriel| BLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora