Los entrenamientos fueron pesados, tuvo que pasar sus días enteros ahí mientras que el entrenador lo regañaba por las malas posturas. Pero cuando llegó el fin de las vacaciones podía asegurar que era el mejor esgrimista de Paris, no, de Francia si quisiera. Se encontraba preparado para las pruebas.
— Se que lo harás bien, tú eres el mejor.— Chloe se encontraba colocándole una pulsera que según ella era de la suerte y calmaba los nervios.— Mael deja de mirarme así.— empujó con su mano el rostro del chico haciéndolo casi tropezar.
— Es que no puedo evitarlo, tú belleza me distrae.— sonreí acercándome más a su rostro.
— Basta.— dijo entre risas y para que no se escapara tuve que tomar su cintura entre mis brazos.— Enserio ¿qué pasa contigo? Deberías estar nervioso no coqueteando conmigo.— decía divertida mientras se liberaba del agarre. Aliso su falda y tosió un poco para llamar la atención, después chasqueó dos veces los dedos.— Ya está bien, muy encantador pero tienes que concentrarte.— cerro los ojos y colocó sus dedos índice cada uno a los lados de su cabello rubia.— Cierra los ojos.— ordenó y Mael volteó los ojos antes de cerrarlos por completo.— Eres el mejor.— dijo con voz decidida.— Vamos no te escucho.
— Soy el mejor.— sonó sin ganas y muy avergonzado por lo que su amiga estaba obligándole a hacer.
— Venceré a todos.
— Venceré a todos.
— ¡Vamos dilo con entusiasmo Mael! — dio unos pequeños saltos demostrando que ya se había frustrado.— ¡Ganare! — gritó como último haciendo que Mael se sorprendiera un poco pero sonrió y decidió a seguir el juego.
— ¡Ganare! — gritó también abriendo los ojos encontrándose con la rubia que le sonreía.— Deberías darme un beso si gano.
— Ja. Ja. No, sabes que Luka nunca te dice nada por tus coqueteos ineptos pero vamos no seas grosero.— le dio unas palmaditas en la espalda.— Corre que ya casi inicias.
Asentí divertido y me despedí, mi familia ya se encontraba en sus asientos, era fácil distinguir a los reclutadores de los demás, todos tenían la misma cara puntiaguda, miraban por debajo de sus anteojos y sostenían el bolígrafo como si su vida dependiera de ello.
Respire hondo soltando un bocado de aire y me paré enfrente de mi contrincante, sostuve mi florere y nos saludamos como siempre al inicio de un combate. Coloque mi careta, tome la pose en guardia y espere a que el árbitro diera por iniciada la competencia.
Se podría decir que el esgrima no es un deporte difícil pero se necesita de mucha disciplina y buena coordinación, con solo dos movimientos puedes estar tan expuesto, nunca bajes la guardia.Bajo la careta mi rostro se encontraba cubierto de sudor, ya lleva un tiempo en esto y todavía falta unos puntos decisivos para terminar. No podría decir que el chico me lo dejo fácil, al contrario, él estaba igual de preparado que yo, ambos sabíamos que estaba en juego y ninguno quería perder. Después de escuchar el sonido del tablero supe que era el momento de dar mi último movimiento. Me puse en pose y respiré profundo, si un paso enfrente, todo sucedió rápido, la punta tocó la chaquetilla del otro chico y la luz verde apareció en su careta.
— ¡Si! — salte de alegría y retire mi careta para correr y abrazar a todos los que me esperaban en sus asientos. Había ganado, ese tiempo de prácticas había dado fruto, no podía hablar por la felicidad que lo desbordaba en este momento.
¡Ese es mi hermano! ¡Ese es mi amigo! Escucho decir a ambas chicas que se miraron con una mueca de desagrado y comenzaron a pelear los brazos de Mael haciendo que se movieran de un lado a otro pero eso no importaba, este era el día más feliz de su corta vida.
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Nuestra promesa |Adriel| BL
FanfictionUn nuevo año comienza, lleno de aventuras y amor. Donde Adrien al conocer a uno de los Hermanos dupain-cheng comienza a descubrir nuevos sentimientos. Una historia que nos guiará a descubrir sus sentimientos y después a vivir juntos sus aventuras Ad...