— ¿Que harás después de graduarte? — entre a la habitación y fue lo primero que pregunté al ver a Felix.
— Regresar a New York, después de todo allá esta mamá además que las universidades son buenas de ese lado del continente.— giró su silla quedando de frente con un confundido Adrien.
Todos tenían un propósito, podían responder a esa pregunta pero el... no estaba seguro, tal vez porque nunca tuvo la opción de elegir algo por su cuenta. La idea de mudarse con Mael no le afectaba pero seguía sin saber que era lo que realmente quería hacer con su vida y su tiempo.
— Supongo que estudiaras algo que tenga que ver con finanzas, ¿no? — se recostó en su propia cama y comenzó a jugar con una almohada, tirándola hacia arriba y recogiéndola.
— Tienes muchas preguntas sobre el futuro.— cerró su libro levantándose y acostándose a su lado.— Siempre me he preguntado; ¿que escogerá el gran Adrien Agreste? — alzó una ceja y lo miro dudoso.— Pero supongo que tú también tienes esa pregunta.
No podía negarlo, había leído por completo todo sus pensamientos absurdos y sus preocupaciones.
— Felix yo no... no sé qué haré después de esto.
— Tienes tantos talentos, pudieras elegir esgrima, la carrera de modelaje, o cualquier otra cosa que se te ocurra, la vida no es tan difícil Adrien, no para nosotros.— se levanto y tomó su sudadera.— Iré a dar un paseo.
Salió de la habitación y Adrien se levantó también pero el encendió el computador. Buscaría un par de test para darse una idea de que podía hacer.
Busco y busco, contesto y contesto mucho más, realmente su primo tenía razón él podría hacer lo que quisiese.
— ¡Agh! Esto no me resuelve nada.— recostó su rostro en el teclado del computador.— Le dire a Mael.
Tomó su celular, y comenzó a escribirle a Mael todas sus preocupaciones, el miedo que tenía al futuro, aún estaba dudoso si enviarlo, no quería molestarlo. Miro el mensaje muchas veces, cuando lo envío apago el celular y lo lanzo a la cama, subió sus pies a la silla y abrazó sus rodillas.
Unos minutos y el sonido especial de sus mensajes sonó, casi de inmediato Adrien se asomó a ver el mensaje.
¿Quieres que te llame?*
Sonrió tiernamente y le respondió que si, tan rapido como pudo ya estaban en la llamada, acomodo sus piernas en la pared.
— Nunca creí que Ricitos se preocuparía tanto por el futuro.— se burlo un poco pero nada que fuera molesto.— ¿Hace cuanto que estás preocupado?
— No lo se, supongo que desde que todos hablan de eso.— movía sus pies nervioso.— Pudiera estudiar lo que quisiera pero ese es el problema no sé qué elegir.
— Bueno cariño no es una carrera literalmente, tómalo con calma aún falta medio año.— aquellas palabras lo hicieron suspirar aliviado.— Disfrutemos de lo que resta para nuestra vida adulta y cuando sea tu momento sabrás que es la respuesta correcta.
Hablaron más tiempo, de cosas triviales, se rieron y fueron algo cariñosos. Cuando la hora de la cena llego bajo y se encontró con su padre en la mesa, algo realmente extraño ya que es temporada de mucho trabajo.
— Buenas noches.— saludo y se sentó donde mismo, algo alejados, así se sentía siempre.
Miro como su padre levanto un poco la mirada de su tableta para verlo, fue un momento silencioso hasta que abrió la boca para preguntarle algo.
— ¿Tienes pareja? — alzó su ceja y por fin apagó aquella tableta.— Últimamente te veo más feliz.
Sintió como en todo su cuerpo se estremecía, su piel se tornó "de gallina" y lo miro nervioso. ¿Lo descubrió? Dios iba a matarlo, no estaba listo para contarle de Mael, no estaba listo para su reclamo y menos estaba listo si lo quería separar de él.
ESTÁS LEYENDO
Nuestra promesa |Adriel| BL
Fiksi PenggemarUn nuevo año comienza, lleno de aventuras y amor. Donde Adrien al conocer a uno de los Hermanos dupain-cheng comienza a descubrir nuevos sentimientos. Una historia que nos guiará a descubrir sus sentimientos y después a vivir juntos sus aventuras Ad...