Mess.(H.S)

16.

*Narra Summer*

Después de que Abby me dijera eso, Harry aparece por la puerta enseñándome una mochila.

-Te he traído ropa para cambiarte, así podremos irnos.

Cojo la mochila y me meto en el aseo, ya me siento mucho mejor, el brazo no me duele pero la escayola es muy incómoda, y la cabeza, bueno, está bien, no me duele tanto, solo me siento algo cansada, y sobretodo sigo con miedo de que vuelva a pasarme lo mismo, tengo miedo de que esos hombres vuelvan a mí, a hacerme algo peor.

Harry me ha metido en mi mochila unos leggins azul marino con una camiseta verde pistacho bastante ancha, me gusta pero me hace ver gorda, y odio eso, la camiseta lleva unas letras en blanco que pone Love, más mis converse blancas, salgo del baño y lo veo en la cama sentado esperando.

-¿Vamos grandullón? Estoy deseando ducharme.-digo mientras cojo mi mochila.

-Claro preciosa, trae la mochila, no quiero que hagas esfuerzos.-dice cogiéndome de la cintura.

Se habían ido todos y habíamos quedado en cenar mañana juntos, como mi madre le dijo a Harry.

Subo al coche y vamos camino a casa, cuando suena en la radio Goodnight Moon de Go Radio y los dos empezamos a cantarla, el apoya su mano en mi muslo y va dando pequeñas caricias, solo con eso ya se me pone la carne de gallina, no sé cómo mierda lo hace, no sé como causa ese efecto en mí.

Llegamos a casa y no hay nadie, lo veo normal, nadie para su vida por mí, bueno, Harry sí, y me encanta que lo haya hecho. Subimos a la parte de arriba, me abre la puerta de la habitación, enciendo la luz y me encuentro toda la cama y parte del suelo lleno de globos azules y blancos, mis colores favoritos, y cuando miro a la pared de al lado de mi cama, veo las fotos que nos hicimos la noche de mi primera vez, pegadas haciendo como un intento de corazón.

-¿Eso es un corazón? -Pregunto riéndome.

-¡Hey no te rías, es amorfo pero sigue siendo un corazón hombre!-dice empujando mi hombro.

Lo abrazo y beso su pecho, es lo más adorable, pero patoso del mundo.

-Muchas gracias Hazz.

-¿Gracias? ¿Por qué? -dice extrañado.

-Sí, gracias por salvarme, por hacer esto, y por todo, gracias por todo rizado.-digo besando su mentón.

-Te quiero Summ, mucho.-dice cogiendo mi cara entre sus manos para besarme.

-Yo también lo hago, ahora vamos a la ducha que estar dos días en un hospital no es que ayude a mi higiene personal.-vamos, que echo una peste que me muero.

-¿Juntos?-dice con una sonrisa juguetona.

-Lo dejo a tu elección.-digo guiñándole un ojo y contoneando mis caderas hacia la ducha, me rio al ver como no tarda en seguirme.

Se encarga de desnudarme, me da un poco de vergüenza pero bah, la echo a un lado, ya que esta no es la primera vez que vemos todo lo que hay. Se me van los ojos a su cuerpo cuando se desnuda, es increíblemente guapo, derrocha puro sexo. Me coge la mano y nos metemos en la ducha.

-Si no estuvieras a reposo, juro que te lo hacía ahora mismo, me está costando mucho controlarme.-dice dando besos en mi cuello.

-No hace falta tu autocontrol, yo quiero hacerlo, paso del reposo, lo tomare como escusa para que me hagan las cosas de casa.-digo riéndome por las cosquillas que me hace en la oreja.

No decimos nada más, solo nos dejamos llevar, es incomodo por la bolsa que llevo en el brazo para no empapar mi escayola, pero aun así es todo genial. Me coge las caderas con sus enormes manos tirando de mi para poder enroscar mis piernas en su cintura, dejo mi brazo malo reposar en su hombro mientras con la otra meto mis dedos entre sus rizos, haciéndole gruñir. El mientras lo beso por el cuello, se deleita con mis pechos  haciéndome estremecer y gemir del placer, adoro tomar la píldora, porque así nos podemos sentir sin problema. Entra en mí y gruñe a la vez que yo gimo mordiendo su hombro, para que no se me escuche mucho.