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*Narra Summer*

Después de toda una mañana preparando maletas más una tarde entera decidiendo que hacer por Sydney, hemos tenido que pedir unas pizzas porque mamá no está y no tenemos ganas de cocinar. Ahora mismo estoy tomándome una tila en el columpio del patio, mientras Harry y Brook ven un partido de futbol. Estoy nerviosa pero creo que es normal, joder me voy unos días a Sydney con mi novio, normal es.

Llaman al timbre y paso a la cocina, para preparar la mesa mientras que el tonto de mi hermano le paga al repartidor.

Noto unos brazos alrededor de mi cintura y me doy media vuelta para ver los ojos más bonitos que he visto en mi vida, éste me sonríe y yo respondo igual besando sus labios.

-¿Preparada para irnos a la otra punta del mundo pequeña?-dice dejando un pequeño beso en mi nariz.

-Sí, preparadísima, pero seguro que siendo como soy, me he dejado algo fuera de las maletas.-digo frunciendo mis cejas.

-Después de la mañana que nos hemos pasado de arreglar maletas y demás, si falta algo creo que te mato por despistada.-dice cogiendo mis mofletes y sonriendo.

Este hombre me lleva loca, me saca fuera de mí, es tan perfecto que a veces pienso que todo es irreal.

Pongo mis manos en su cuello, entrelazadas, a la vez que lo acerco a mí para besarlo y dejarme llevar por un momento. Obviamente ese momento no dura mucho, porque noto como alguien nos mira, y ese es mi queridísimo hermano.

-No voy a disculparme por interrumpiros.-dice serio.- Ya que os estabais dando el lote en mi cocina, al lado de mi mesa, donde yo como.-dice resaltando los "mi" cada vez que los dice.

Harry y yo nos reímos, y cenamos tranquilos para poder irnos a dormir, mañana a las 11 sale el avión, así que nos toca madrugar.

****

9 de la mañana.

Harry pegando botes en mi cama para despertarme y yo intentando poder dormir más.

-Venga canija, levanta que a las 10 tenemos que estar en el aeropuerto, vamossss.-dice contra mi oído alargando la 's'. Me levanto y voy directa al baño, meto la cabeza en el váter y empiezo a vomitar. Supongo que la pizza de anoche no me ha sentado bien. Me lavo la cara, me pongo en condiciones y salgo.

-Te he escuchado vomitar ¿Qué te pasa?-dice un Harry preocupado, cogiendo mi mano.

-Nada, creo que es de la pizza de anoche o quizás de los nervios.-digo sonriéndole antes de salir a desayunar.

El desayuno pasa tranquilo, Brook está durmiendo, mi madre no tardará mucho en llegar y Harry y yo ya lo tenemos todo preparado para coger el avión.

Al rato, aparece mi preciosa madre con una bolsa de donuts de chocolate y Harry va disparado a la bolsa.

-Vaya hijo, parece que mi niña no te ha hecho bien el desayuno.-dice mi madre sonriendo.

-No Kate, pero el chocolate, es el chocolate.-dice con la boca llena de donut, y con los bordes de los labios manchados de este " si no estuviera mi madre..." pienso, e inmediatamente lo aparto de mi cabeza, por dios Summer, tienes días por delante.

-Bueno cariño, ya sabes lo que digo, que tengas mucho cuidado y que os cuidéis muchísimo, pero sobretodo pasarlo genial y haced muchas fotos, eso sí, no quiero nietos de momento.-dice riéndose al decir la última cosa.

-Okay mamá, todo controlado.-digo guiñándole un ojo.

Quitamos todo lo del desayuno y cogemos las cosas para irnos, pero justo antes de salir, subo corriendo las escaleras para despedirme del cabezón de mi hermano, porque sí, lo voy a echar de menos lo poco que me voy. Le doy un beso en la cabeza y de respuesta obtengo un gruñido, pero como sé que es algo normal en el, salgo por donde he entrado y bajo corriendo para poder irme a mi queridísimo viaje.

Tras unos minutos de viaje en coche hasta el aeropuerto, dejamos allí el coche para que Zayn lo recoja más tarde, entramos en el aeropuerto y preparamos los pasajes para poder ir a que revisen nuestro equipaje, no falta mucho para que el avión salga, así que vamos con un poco de prisa.

Justo cuando estamos pasando el equipaje avisan por megafonía.

Pasajeros del viaje 1230 con destino a Sydney, Australia ,20 minutos para zarpar.

Vamos hasta la puerta de embarque para subir al avión, nos sentamos y esperamos hasta que éste despegue.

-Nos esperan unos días de relax rizado.-le digo besando su mejilla.

-Y tanto que de relax, veremos a ver si te dejo salir del hotel.-dice guiñando un ojo y sonriéndome.

Al rato la azafata nos avisa de que debemos ponernos los cinturones ya que vamos a despegar, Harry entrelaza sus manos con las mías y sonrío.

Sydney ¡ojo que vamos!


Mess.(H.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora