PRÓLOGO

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¿Nunca te has sentido solo a pesar de estar acompañado de un montón de personas?

Yo si lo siento.

Lo he sentido toda mi vida.

A pesar de lo feliz que fui de pequeña, las habilidades sociales nunca fueron mi fuerte.

En el colegio, los niños me llamaban rarita y me dejaban de lado porque mis padres eran muy mayores. Años después supe el porqué.

No eran mis padres, sino mis abuelos.

Mis padres biológicos me habían abandonado hace diecinueve años.

Podría haberme quedado literalmente sola. Pero por suerte, fui una niña muy afortunada. Mis abuelos lucharon con uñas y dientes para que saliésemos adelante. Y sobre todo, para que fuese una de las niñas más felices de todo Chicago.

Y lo consiguieron. Durante dieciocho años.

Hace nueve meses perdí a las personas más importantes de mi vida y ahora no sé bien que hacer.

Siento que camino sin un rumbo fijo. Sin objetivo alguno. Incluso hay veces en las que me miro al espejo y solo veo a una desconocida con ojos cansados y aura melancólica.

No me reconozco.

Estoy cansada de sentirme sola. Cansada de hacer las mismas cosas día tras día y de no tener claro qué es lo que quiero. Cansada de no saber quién soy realmente.

Quién es Victoria Brown.

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