34. Las compras de navidad son matadoras

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—No puedo creerlo. Todo el día buscándolas y no están —Carla me golpeó el brazo y yo me quejé. —¿¡Por qué no me lo has dicho antes?!

—Te lo llevo diciendo desde que salimos de la cuarta tienda. No sé por qué te enfadas.

—Da igual —suspiró, —no voy a morirme por no tener unas botas.

—Claro que no.

—Pero son tan bonitas ¡joder las necesito!

Carla empezó a retroceder de nuevo en dirección a las escaleras mecánicas.

—¿¡Dónde vas?!

—¡Voy a buscarlas!

—¡Carla espera!

Intenté seguirla, pero un grupo de chicos se interpusieron en mi camino.

—¡Carla! 

Me moví con rapidez entre la gente, pero fue en vano porque la perdí. No me di por vencida y recorrí el lugar con la mirada con la esperanza de encontrar su espesa cabellera rubia.

Mi móvil vibró.

Jacob

He conseguido encontrar aparcamiento. Estoy llendo a la entrada del centro comercial.

¿Qué hago ahora? ¿Me voy sin Carla o voy a buscarla y la saco de aquí a rastras?

Se me ha olvidado por completo que vendría a buscarme.

Jacob

¿Dónde estás? No te veo.

Yo

Estoy saliendo.

Hice acopio de todas mis fuerzas y empuje a las personas que se paraban frente a mí. Necesitaba salir de este centro comercial ya.

Al cruzar las puertas mecánicas el frío me golpeó el rostro. Seguí caminando hasta que me posicioné frente a Jacob.

—Ya estoy aquí, un poco más y no salgo viva.

Él levantó la vista de su teléfono móvil y sonrió.

—¿Qué tal las compras?

—Dentro de lo que cabe bien. Oye, ¿tienes el teléfono de Colin?

—Sí claro.

—¿Podrías pasármelo?

Encendió su teléfono y toqueteó la pantalla durante algunos unos segundos.

Yo

Hola Colin, soy Vicky.

Hoy he ido de compras con Carla al centro comercial del centro y se ha vuelto loca.

Está buscando unas botas que no encuentran. Cuando íbamos a salir la he perdido por toda la gente. ¿Podrías venir a buscarla por favor?

Colin

En diez minutos estoy allí, la llamaré antes para saber dónde está.

Yo

Muchas gracias, está paranoica porque no encuentra unas botas

Colin

¿No serán estas de aquí?

Foto.

Al abrirla me quedé con la boca abierta.

Yo

No puedo creérmelo ¡son esas botas!

Colin

Ya sabía que las quería. Por eso se las compré la semana pasada.

Yo

Llevo aquí metida todo el día buscando unas botas que se le han encaprichado a tu novia.

¡Ya te vale Col!

Collins

JAJAJA Lo siento mucho Vicky.

Pero no se lo digas ¿vale? Es una sorpresa ;)

Yo

Vale ¡pero ven a buscarla ya!

Apagué el teléfono y me lo guardé en el bolsillo de mi abrigo.

—¿Nos vamos? —preguntó Jacob.

Andamos en dirección al coche.

—¿No vas a preguntarme para qué quería el teléfono de Colin?

—No.

—¿Y eso por qué? ¿No quieres saber para que lo quería?

—¿Quieres contármelo?

—Sí, ¿no tienes curiosidad por saber para que lo quería?

—Claro que la siento, pero son tus asuntos Vicky. No voy a entrometerme en ellos. Si quieres contármelo soy todo oídos.

—No hace falta.

—Vicky

—Ay vale, te lo contaré —le interrumpí. —Necesitaba contactar con él para que viniera.

—¿Y eso por qué?

—Porque cuando estábamos saliendo por fin de ese infierno Carla ha vuelto a meterse en busca unas estúpidas botas con las que se ha obsesionado. La he perdido el rastro entre toda la gente que hay ahí dentro. Por eso le he escrito, para que viniera a buscarla.

—¿Te has quedado a gusto?

—¡Oye! —le golpeé el brazo, —tú eres el que me ha preguntado.

—Eso no es verdad.

—No me juzgues, no podía callármelo.

Me miró fijamente y yo enrojecí.

—No me mires así que el raro aquí eres tú.

—¿Y eso por qué?

—Eres la única persona en este mundo que no me ha preguntado el porqué de algo. Me da rabia que seas tan poco cotilla.

—A mí me gusta escucharte hablar.

Se acercó un poco más a mí haciendo que yo levantara la cabeza para mirarle.

—Todavía no se si llamarte pequeña pervertida o cotorra, los dos me gustan.

—Pues a mí ninguno, así que no me llames así.

—Aunque ahora que lo pienso me gusta mucho más el de pequeña pervertida.

—¿Acaso no me escuchas cuando hablo? ¡No me gusta!

—Yo siempre te escucho —me besó la frente con suavidad. —Y ahora sube al coche y vamos a buscar la cena.

Acordes NevadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora