You bring me home (Charles Gillespie)

Capítulo 74

Al llegar a casa fuimos los últimos en llegar pero lo que llamó mi atención era que estaba todo apagado.

-¿Por qué estará todo apagado?.- le pregunto a Charlie extrañada.

-Quizá se corto la luz.- me responde.

-¿Solo a nosotros?.- le pregunto.

-¿Segura que pagaron la cuenta?.- me pregunta riendo.

-Te imaginas nos cortaron la luz.- le digo riendo entrando a la casa.

Al entrar a la casa me encuentro con mi mamá que sostiene un girasol.

-¿Qué es esto?.- le pregunto.

-No creo que sea un estuche hija.- me responde mi mamá.

-¿Es para mi?.- le pregunto.

-Claro que es para ti.- me dice entregándomelo.

-¿Y Charlie?.- pregunto una vez me doy cuenta que ya no esta a mi lado.

-No se, quizá quería ir al baño.- me dice mi mamá.

Ambas caminamos no más de 5 pasos y estaba mi hermana con otro girasol.

-¿Otro girasol más?.- pregunto ilusionada.

-Si, es para ti hermanita.- me dice entregándomelo

-Muchas gracias.- le digo abrazándola.

-¿Por qué estamos a oscuras?.- les pregunto.

-Quizá no pagaste la luz.- le dice Adara a mi mamá.

-Lo mismo dijimos con Charlie.- le digo.

-Si lo hice, así que Ame sigamos caminando.- me dice mi mamá.

Cada una me toma de un brazo mientras con mis manos sigo sosteniendo mis girasoles.

Al caminar veo como en el suelo se comienza a formar un camino con luces que se parecían a las de enredados.

-¿Qué es todo esto?.- les pregunto en estado de shock.

-Ya lo descubrirás.- me responde mi mamá.

-Mira Ame lo que tengo para ti.- me dice Peter apareciendo de la nada junto a Joaquín, sus abuelos y cuatro girasoles.

-¿Ustedes también están aquí?.- les pregunto y estoy segura de que mis ojos estaban cristalizados por la cantidad de emociones que he recibido en solo un par de horas.

-Claro que si.- me dice Joaquín entregándome su girasol.

-Somos parte de la sorpresa.- me dice Peter.

-¿Qué sorpresa?.- le pregunto.

-Es una sorpresa, no te puedo decir nada.- me dice Peter como si fuera obvio.

Antes de que los abuelos de Peter me entreguen los girasoles me abrazan sin decir nada.

-La única respuesta que tenemos es que debes seguir el camino de las luces hasta donde te lleven.- me dice Adara.

-Son las luces como enredados.- le digo con una sonrisa genuina, con una sonrisa que no la estaba dando Amelia de 22 años, si no que mi niña interior, aquella que tanta ilusión le daba prender la televisión y ver las princesas, ver como todas tenían un príncipe que estaba con ellas siempre apoyándolas, una niña que nunca pensó que llegaría alguien así para ella.

-Sabemos que es tu película favorita.- me dice mamá.

-Ya caminemos que no puedo más con la ansiedad.- dice Adara.