La mañana de noche buena comenzó con una sensación completamente nueva para mí. Mientras me despertaba lentamente, sentí un frío suave y estaba sola en la cama, Charlie ya estaba despierto, mirando por la ventana con una sonrisa infantil en el rostro. Decidí unirme a él, con mucha pereza camine hacia donde estaba y comprendí el motivo de su alegría. La nieve había cubierto todo con un manto blanco y brillante, creando un paisaje que parecía sacado de un cuento de hadas.
- Ya casi es navidad, Amelia.- me dijo Charlie con una chispa de emoción en sus ojos, acercándome a él para poder abrazarme.
- Sería mi primera Navidad con nieve. No puedo creer lo hermoso que es.- le digo mientras rodeo su cintura con mis brazos y apoyo mi cabeza en su pecho.
Charlie sonrió, y me dio un beso en la frente antes de tomar mi mano y llevarme a la cocina, donde había preparado un desayuno especial: chocolate caliente con malvaviscos, tostadas francesas y frutas que me gustaban. Todo era nuevo para mí, no solo la nieve, sino también la forma en que Charlie vivía esta festividad con un entusiasmo que lo hacía parecer un niño pequeño.
- Amo estas frutas.- le digo comiendo melón.
- Lo sé, estuviste toda la semana diciendo que querías comer frutas.- me dice.
- Siempre tan atento.- le digo besando su mejilla.
- Eres afortunada, porque todos mueren por esto y yo solo muero por ti.- me dice y mientras hablaba no pude evitar sonreír.
- Te amo.- le digo dejando un casto beso en sus labios.
- También te amo.- me dice sonriendo.
Pasamos la mañana relajados, disfrutando de la tranquilidad de nuestra casa y el calor que nos envolvía. Charlie estaba especialmente animado, y su energía me hacía sonreír a pesar del nerviosismo que seguía sintiendo por la gran noticia que llevaba conmigo y que por fin le daría. Me perdí varias veces en mis pensamientos, preguntándome cómo le daría la noticia, mientras él hablaba emocionado sobre las tradiciones navideñas de su infancia y todas las cosas que quería hacer juntos en los años por venir.
Después de desayunar, Charlie insistió en que saliéramos a jugar en la nieve, al principio, me resistí un poco, el frío no era mi mejor amigo, pero su entusiasmo era contagioso. Nos abrigamos bien y salimos al jardín trasero. La nieve era suave y esponjosa, y aunque al principio me costó acostumbrarme, pronto me encontré riendo junto a Charlie mientras hacíamos ángeles en la nieve y lanzábamos bolas de nieve el uno al otro.
La tarde la pasamos viendo películas navideñas y tomando más chocolate caliente. Aunque mi mente seguía volviendo una y otra vez al pequeño regalo que había escondido bajo el árbol, disfruté de cada momento, viendo cómo Charlie se emocionaba con cada escena, cada canción, como si estuviera reviviendo las Navidades de su infancia.
A medida que el día avanzaba y el cielo se oscurecía, sentí que la hora de abrir los regalos se acercaba cada vez más rápido. Charlie notó mi nerviosismo, pero lo atribuyó a la emoción del día, sin darse cuenta de la verdadera razón detrás de mis miradas distraídas y mis sonrisas vacilantes.
Charlie había insistido en preparar la cena él mismo, diciendo que quería hacer algo especial para nuestra primera Navidad juntos. Acepté, observando cómo se movía por la cocina con una destreza y entusiasmo que no podía evitar admirar.
Mientras el cocinaba yo me decidí en poner la mesa, para ayudar aunque sean en algo, coloqué un mantel blanco, velas encendidas que proyectaban una luz suave y cálida, y platos decorados con sencillez, pero elegancia.
Nos sentamos uno frente al otro, y mientras Charlie me sonreía, me di cuenta de lo perfecta que era esta noche. No era solo la comida, ni el ambiente, sino la compañía, la forma en que nos mirábamos a los ojos, la forma en que sus ojos me entregaban seguridad y su sonrisa me daba calma.
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You bring me home (Charles Gillespie)
RomanceElla una chica cualquiera que viendo una serie se enamora del protagonista. El un actor que interpreta a un fantasma en la nueva serie de netflix Julie and the phantoms. ¿Se conocerán? ¿En que circunstancias? ¿Triunfará el amor a fin de cuentas...