Capítulo 26

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Mientras Eleonor comenzaba a sentirse más a gusto en el polo norte, los días en el sur eran cada vez más grises para sus padres. No había un momento en el que no pensaran en ella y en lo que podría estar viviendo. Ambos habían conocido la crueldad del norte y sabían que una chica como ella, sería una presa fácil para un mundo tan corrompido.

No había nadie que no estuviera buscándola. Toda su familia, incluyendo a su hermano menor Jacob, estaban agotados de buscarla sin éxito alguno. No podían evitar sentirse abrumados en medio de la preocupación y el abatimiento, era tanta la presión, que las discusiones en la familia habían aumentado; en una casa donde antes había paz y tranquilidad, ahora solo había desesperación.

Jhon había dado aviso a Clive de que iría a Bauttpur para seguir a Charles. El líder de Prescalv estaba un poco confundido, no entendía cómo era que un hombre como Charles podría ser un sospechoso, pero confiaba en Jhon para encontrar las respuestas que necesitaban. Ya habían pasado unos tres días desde que el consejero había partido a Bauttpur, yéndose tras el posible involucrado en la desaparición de su hija. Si resultaba ser cierto y Charles era el responsable, lo haría pagar por tal traición.

Al mismo tiempo que se aseguraban de corroborar las sospechas, Clive debía seguir buscando otras alternativas. Había pedido un pase al polo norte, pero la respuesta estaba tardando más de lo que él había imaginado. Los norteños no solían ser muy colaboradores con el polo sur, la relación que se mantenía entre ambos lados era muy distante, acusaban a los sureños de creerse moralmente superior a ellos.

De todas formas, estaba seguro de que al menos obtendría el paso para finales del mes y podría ir a buscar a su hija al polo norte. Todavía no estaba seguro de dónde comenzaría la búsqueda, pero eso no le quitaba la esperanza de conseguirla.

Antes de que eso ocurriera, debía dejar todo en orden en el polo sur y formar un grupo encargado de dirigir la ciudad en su ausencia.

Mientras organizaba todo antes de su viaje, entró Edmond a la oficina. Tenía un papel entre las manos y el semblante de alguien que tiene algo importante que decir.

—¿Qué sucede? —le preguntó sin entender por qué se había quedado sin palabras.

—La han encontrado... Su hija está en la ciudad de Islamar.

Clive se puso de pie inmediatamente y se acercó a su consejero. El anciano le entregó el papel y el líder leyó todo rápidamente, para así certificar que lo que sus oídos habían escuchado era cierto.

Era una carta que venía de Bauttpur, al parecer una paloma mensajera había ingresado al polo sur. Les había dejado una nota que decía que Eleonor estaba viva, estaba bien y lo esperaba en Islamar.

La alegría no cabía en su pecho, solo pudo reír de felicidad y abrazar a su compañero. La búsqueda había terminado. Ahora solo debía ir por ella, debía ir por su pequeña.

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ENTRE LA PAZ Y LA GUERRA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora