Roma - [Supercorp AU /Kara G!P]

Capítulo 52: Tambores de guerra

Obs.: Bueno, llegamos a la última parte de esta maratón, espero que le haya gustado y que nos leamos pronto nuevamente. 

PARTE3/3

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Continuación...

Pov. Op.

Apolo se hizo presente y con él la luz del día que bañaba de brillo glorioso a cada ser que acariciaba a su paso. El canto de los pájaros anunciaba que la vida se hallaba en su máximo esplendor, los trabajadores, plebeyos y patricios comenzaban sus respectivas obligaciones, toda la ciudad se tornaba de vida gozosa, todos menos dos cuerpos consumidos por el agotamiento de las intensas actividades nocturnas llevadas a cabo cuando la estrella más brillante de la noche aún se hallaba en lo más alto del firmamento, atestiguando como ambos cuerpos se hacían uno bajo la luz y las bendiciones de la diosas protectoras del amor, la mujer y el hogar.

Ambos cuerpos que se hallaban reposando con total paz, entrelazados como hiedras absortas del mundo exterior, refugiadas del futuro que las aguardabas como un fiel sabueso a su dueño, aunque por una tregua obsequiada por el padre de todos...ambas almas que se habían jurado amor eterno podían disfrutar de su pequeño e idílico momento de paz llamado...luna de miel.

Pov. Lena

La calidez de unos fuertes brazos, así como la palpitación profunda y constante de un corazón bajo mis oídos fueron los encargados de despertarme de mi profundo sueño, podía oír el silbar de los pájaros más allá de las paredes que nos resguardaban del mundo exterior, una parte de mi deseaba mantener los ojos cerrados y perderme en el momento, pero otra anhelaba volver a ver a la causante de mi placentero desvelo y debilidad.

Una sonrisa de inequívoca complacencia se instaló en mis labios al admirar la tranquilidad de la responsable de todos mis delirios...mi esposa...mi dulce y apasionada esposa. Quien diría que la temible general de acero fuera un ser tan especial...con un corazón tan inmenso y tierno, soy afortunada de poder atestiguar esa parte suya, de tener su confianza, su amor y protección...de que me haya elegido como su compañera de vida y la madre de sus futuros hijos...sin duda los dioses escuchan nuestras plegarias...ya que me han escuchado, las innumerables veces que he pedido por volverte a tener en mi vida mi amor y aquí estamos...casadas y dos maravillosos hijos en camino, no podría pedir más de lo que poseo en estos momentos.