Detencion - L.S (PAUSADA)

Parte 5

Narra Louis

Los pensamientos sobre Eddy siguen zumbando en mi cabeza, propagándose como una enfermedad infecciosa. Pienso en cómo brillan sus ojos a la luz. Pienso en su pelo castaño con gomina.

Me encantaba cómo decía mi nombre y cómo se sentían sus labios contra los míos. Me encantaba cómo me llamaba para darme las buenas noches. Me encantaba cómo me rodeaba con sus brazos.

Harry entra en la sala de detención con una expresión sombría en la cara, lo que me saca de mis pensamientos. Parece deprimido. Tiene bolsas gigantes bajo los ojos, lo que indica que no ha dormido mucho últimamente. Su piel está pálida y sus rizos se han convertido en ondas descuidadas.

Sus ojos se cruzan con los míos y me dedica una leve sonrisa.

Harry: - Hola, Louis.

Louis: - Hola, Harry. ¿Por qué llegas tan tarde?

Harry: - Estaba en el despacho del orientador.

Asiento con la cabeza y continúo con mis tareas musicales mientras Harry se sienta en el pupitre de la fila de enfrente. Estoy abrumado. ¿Cómo espera el club de teatro que termine todo esto yo solo?

Harry: - ¿Dónde está el Sr. Oliver? - pregunta, haciendo que levante la cabeza. Señala la mesa vacía del director en la parte delantera de la sala de castigo.

Me encojo de hombros.

Louis: - No lo sé. Aún no ha venido.

Harry: - Bien - resopla.

Me río para mis adentros mientras saca una carpeta de su mochila y la deja sobre el escritorio. Se queda mirando el papel y golpea el escritorio con el bolígrafo, sumido en sus pensamientos.

Me inclino y miro el problema en el que se está centrando.

Louis: - La respuesta es tres negativo - digo mientras mi cerebro calcula la ecuación.

Levanta la vista del papel y frunce el ceño.

Harry: - Gracias, pero no necesito tu ayuda - dice con dureza.

Louis: - ¿De verdad? Eso parece - digo mientras mis ojos repasan sus respuestas anteriores a todas las preguntas, todas ellas incorrectas.

Golpea el bolígrafo contra el escritorio con rabia y sus ojos verdes se oscurecen hasta parecer fríos y enfadados.

Harry: - No soy estúpido, ¿okey? - grita.

Louis: - Nunca he dicho que lo fueras - digo en voz tan baja que sale de mi boca como un leve susurro. Me hundo en el asiento y me muerdo el labio, sintiendo que las lágrimas me punzan los ojos.

El suspira y sacude la cabeza.

Harry: - No, no te enfades. Lo siento. Es que... es que todo el mundo piensa que soy idiota.

Me encojo de hombros.

Louis: - No creo que seas idiota; cada persona aprende de una forma distinta.

Harry: - Oh, eh... Gracias.

Louis: - Claro. Y si alguna vez necesitas ayuda, puedes pedírmela.

Asiente, me da las gracias y sigue con sus deberes. Yo vuelvo a planear el musical en mi cuaderno. El reloj hace tictac en la esquina del aula y no dejo de mirarlo, ansioso por salir de este agujero infernal.

Harry: - ¿Por qué estás siendo tan amable conmigo? - pregunta de repente.

Me encojo de hombros.

Louis: - No lo sé.