La deuda del Loto

Estar cómodo

Cuando creyó conveniente, retiro la mano de los ojos notando que se había quedado dormido. No era algo profundo, pero podía considerarlo una pequeña victoria. Ahora que podía verlo, podía notar algunos rasgos finos. Seguramente si no estuviera en plena guerra tendría posibilidades de conseguir pareja.

Cuando Jiang Cheng despertó, lo hizo sobresaltado. Como si estuviera en peligro, se miró y lo único que noto fue que parte de sus ropas estaban algo sueltas, pero nada fuera de lugar, y su cabello seguía libre. Podía sentir el aroma de un incienso suave, lo conocía puesto que se usaba para ayudar a conciliar el sueño. Miro alrededor de la habitación, solo vio una pequeña nota. Acomodo sus ropas y se levantó para tomarla... Era la letra de Lan Xichen.

"J. C. Nos volveremos a encontrar en la próxima fecha. Me tome el atrevimiento de aflojar un poco las prendas para que descanses más cómodo, no he hecho nada más. Cumplí con mi palabra. Espero que hayas descansado, cuida tu cuerpo. L. X. C."

¿Eso era todo? ¿Solo tuvo que dormirse y era todo? No podía creerlo.

Y siguió sin creerlo en los próximos dos encuentros en los que se había repetido parte de la situación. Llegaba claramente tenso, frustrado por como estaban resultando las cosas... Y Lan Xichen lo único que hacía era liberar el peinado que llevara, pedirle que se acostara y solo... Ayudarlo a conciliar el sueño. Se sentía extraño. En el tercer encuentro hubo un pequeño cambio, realmente estaba agotado, pero se mantenía firme por orgullo.

– En serio que no sabe descansar...

– No hay tiempo, Zewu Jun – y aún no podía acostumbrarse a la rutina de modo que había llevado algunos papeles para revisar-Si lo único que harás es pedirme que me acueste... Mejor ve pensando otra cosa porque es perder el tiempo.

Y era algo que odiaba de estos encuentros, le quitaban tiempo de entrenamiento, de trabajo en su hogar. Habían terminado de limpiar los lagos que rodeaban al muelle, los perros ni se habían preocupado por ellos por lo que estaban completamente... Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando una mano le quitó los papeles que tenía en la mano.

– ¡HEY! – se quejó levantando la mirada solo para ver a Lan Xichen mirándolo

– Tiene prohibido trabajar aquí, joven Jiang Cheng... - dejó los papeles sobre la mesa solo para posteriormente alzarlo, colocando uno de sus brazos debajo de las piernas y el otro sosteniendo la espalda- Siempre te exiges.

– ¡¡BAJAME O TE ROMPERE LAS PIERNAS!! – y eso lo había tomado completamente desprevenido, pero más aún cuando el Jade lo deposito con suavidad en la cama

– ¿Mejor? – y mantenía una sonrisa tranquila, aunque... -Déjeme ayudarlo a estar mejor.

Nuevamente deslizó sus dedos hacia el rodete que permanecía intacto para deshacerlo, sentía que haciendo eso podía lograr que dejara de actuar como líder (aunque sabía que no era cierto). En tan solo dos encuentros había notado que aceptaba eso a regañadientes. Sonrió satisfecho, aunque podía notar que parecía faltar algo, así que decidió quitarle las botas.

– ¡¿Qué pretendes?! – e intentó quitar sus pies de las manos del otro, pero sin éxito alguno.

– Joven Jiang Cheng... -volvió a llamarlo sin detenerse- Como dije la vez anterior: solo lo ayudo a estar cómodo ¿o no es mejor así después de estar todo el tiempo trabajando? Aun nosotros los Lan sabemos que en ocasiones es bueno un descanso.

Y dicho eso, dejó las botas a un costado de la cama solo para darle pequeños masajes. Jiang Cheng negaría hasta la muerte que realmente necesitaba algo de eso. Desde que Wei Ying logró rescatarlo de los perros, y recuperó su núcleo dorado no había tenido realmente un descanso. Primero seguir huyendo y buscando al tarado para luego levantar desde cero una secta.

Ese encuentro fue simplemente Lan Xichen tratando de que Jiang Cheng entendiera el concepto de estar cómodo. Aunque en el cuarto encuentro...

– ¿Qué mierda?

– ¿Creía que pediría siempre lo mismo? – Lan Xichen estaba sentado frente a él con una de sus sonrisas. Comenzaba a sospechar que cuando tenía esa expresión era porque había pensado en algo. - ¿O no me dijo que pensara otras cosas?

– ¡¡Yo que voy a saber!! – y desvió la mirada ante esa pregunta. Internamente deseaba que fuera solo eso, que no le pidiera más.

– Hoy pediré algo distinto, que siento que todas estas veces... El que más se ha beneficiado ha sido usted.

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JAJAJAJA PERDÓN. Me puede. 

Sé que este capitulo es cortito, pero porque esta es como una escena medinamante extra que me surgio cuando escribía otras partes. ¿Que creen que le pedirá ahora? 

Promero que el próximo será un poco  más targo. Lan Xichen claramente no tiene miedo al exito, ni a nuestro loto. 

Por el momento no hay nada tan extraño... Ya no hay más partidos así que la próxima actualización será la otra semana después de navidad. 

Dejenme comentarios, votos. 

¡¡Gracias a todos los que votan y siguen esta historia y dejan comentarios!!