Camino a Koi Tower

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(Xiǎo māo mī)

A-Cheng

(¿Recuerdas que te dije que la cinta es para la familia? Yo...
¿Realmente debes investigar? Me preocupa)

Espero que la investigación sea breve y realmente solo sean rumores.
Han vuelto las pesadillas. Los sanadores y A-Yao dicen que son productos del estrés. El incienso de la vez pasada funciona, pero no siempre.
Cuando estoy contigo... no las tengo. Tú las alejas, mi xiǎo māo mī
Supe que A-Yuan y A-Yi finalmente coincidieron en una de las cacerías nocturnas con A-ling. Creo que le tomaron algo de aprecio.

A-Huan

Xichen

Si no son rumores, es algún estúpido molestando muertos o queriendo imitar a ya sabes quién. Lo mejor que puedo hacer es matarlos y dárselos a los animales.

¿Pesadillas? ¿Otra vez?

¿Yo? ¿alejarlas? (¿Qué clase de halago estúpido es ese huan? Aprende a coquetear)

Quizás quisiste decir que yo te las doy...

Usa el puto incienso. O el estúpido té que te envié.

Si, lo supe. Que A-Ling no sepa que lo llamas así, o se quejara. Dejaste de ser su tío favorito.

Wanyin.

A-Cheng

¿Cómo sigue tu cuerpo? Después que nos separamos, sigo pensando que deberías haber descansado un poco más.

¿Seguro no quedo ningún efecto secundario del Yao? Igual debo admitir que pude ver un lado tuyo sumamente honesto. No sabía que un afrodisiaco podría hacer que fueras tan receptivo. ¿Deberíamos usarlo apropiadamente?

Lan Huan

Lan Xichen

Definitivamente te odio. Voy a matarte la próxima vez que te vea.

¡¡Y NADA PASO EN EL BOSQUE!! ¡¿ME ENTIENDES?!

NO PASO NADA. PUDRETE.

Wanyin

PD: No hay efectos secundarios. Imbécil, aún tengo marcas.

PD: Como sé que insistirás: sí, estoy bien.

A-Cheng

Lo que me regalaste aquella vez... Funciona de maravillas. Tengo algo para ti. ¿Nos encontramos? Además, realmente te extraño.

Me alegra que hayas decidido llamarme Lan Huan cuando estemos solos.

Lan Huan

Lan Xichen

Xichen

Lan Huan
Te odio. Púdrete.
Debería romperte las piernas, y tirarte de un acantilado.
Mejor aún, bloquear tu energía espiritual y castrarte. 

Solo a ti se te ocurre hacerme lucir esa estúpida cinta a la vista de todos. No volveré a usarla nunca en público. Debería mandarla a quemar.

La deuda del LotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora