Llegando a un nuevo lugar

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Nuestros protagonistas navegaron por esa puerta a lo largo del extenso mar, solo había silencio y hacía mucho frío.

- Entonces...-dijo Mono para que ya no haya silencio - ¿Cuál es tu nombre?

La niña solo lo miró extrañada y de nuevo ninguna palabra salió de su boca.

- Yo me llamo Mono.

La menor aún lo miraba extrañada, como si no supiera lo que significa un nombre.

- ¿No tienes nombre?

La pequeña movió la cabeza de izquierda a derecha para decir que "No". Eso le pareció extraño a Mono, ya que sería raro que una persona no tenga nombre.

- Como no tienes nombre... - dijo el chico - ¿Qué te parece si te pongo uno?

La niña se encogió de hombros, parecía que no le importará mucho. Mono entendió que le daba igual lo del nombre, así que decidió buscar otro tema de conversación.

- ¿Desde cuando estabas atrapada donde el cazador?

La pequeña miró a Mono por unos segundos, después a sus manos y empezó a contar con los dedos, cuando ya no le alcanzaban empezó otra vez, pero se perdió, así que se volvió a encoger de hombros.

- Si no pudiste contar todo el tiempo con tus dedos...Supongo que fue mucho.

La niña miró el cielo, después a Mono y movió la cabeza para decir que "Sí".

- ¿Por qué no hablas? - preguntó el chico con curiosidad - ¿Acaso eres muda?

La pequeña movió la cabeza diciendo que "No" como respuesta a la última pregunta, después de eso dirigió su mirada al agua y con la mano derecha la toco. Luego metió las dos manos y con el agua que se quedó en sus manos se la lanzó a la cara para limpiársela.

- Yo... - Mono no pudo terminar de hablar ya que la puerta se detuvo chocando con la arena de una playa, habían llegado a su destino.

Ambos niños bajaron de la puerta, Mono miró a su alrededor, luego a la niña y la tomo de su mano a lo que quedo sorprendida la pequeña. Entonces avanzaron y al cabo de un rato encontraron una reja donde detrás había una escuela.

- ¿Quieres aprender a dividir? - preguntó Mono en tono de broma al ver la escuela.

La pequeña solo lo miró extrañada, sabía que a lo mucho le debía dar risa, por esa razón trato de reírse para no sentir como un tonto o incómodo a su compañero. Mono al ver la sonrisa de la niña se rio.

- Bueno tendremos que escalar esta reja, parece que este es el único lugar en el que podemos estar.

Ambos niños escalaron la reja y llegaron al patio de juegos de la escuela. La niña se centró en los columpios, así que se fue corriendo a ellos y se monto a uno.

Mono se dio cuenta de lo que hizo su compañera así que se acerco a ella y la empezó a empujar mientras se formaba una sonrisa de verdad a la menor, así siguieron por un rato hasta que la niña le dio una seña al niño que parará.

- ¿Ya te aburriste? - preguntó Mono deteniendo el columpio.

La niña no respondió solo corrió al sube y baja, se monto en el que estaba abajo y le hizo una señal a Mono para que fuera y se subiera. El menor le hizo caso y ambos empezaron a jugar, la pequeña reía y el chico también, siguieron así por un rato hasta que ambos se cansaron.

Era de noche y la niña miraba la luna que no se veía muy bien por la niebla, pero aún así se veía bonita, mientras que Mono recolectaba flores del patio para hacer un ramo.

- ¡Oye! - exclamó Mono haciendo que la niña se volteará de golpe.

Mono en sus manos tenía un ramo de flores lo que sorprendió a la pequeña.

- Esto es para ti - dijo Mono con una sonrisa no visible y se la dio a la chica.

La niña recibió el regalo y lo miró detenidamente. Movió la cabeza diciendo "Gracias".

- Bueno es momento de dejar de jugar y seguir con nuestro camino.

La pequeña movió la cabeza diciendo "Si", Mono tomo de nuevo de la mano a la niña, quien aún tenía el ramo en su mano. Ambos niños entraron a la escuela por la ventana.

En la escuela habían muchas trampas al parecer hechas por los "estudiantes", caminaron por los pasillos por un tiempo, hasta que algo llamó la atención de la chica haciendo que se detenga, Mono estaba debajo de un casillero cuando paró al ver a su compañera quieta.

- ¿Qué estas vi...- no pudo terminar de hablar, ya que un casillero le calló encima atrapándolo en el interior.

Mientras que Mono estaba atrapado aparecieron los "estudiantes" y se abalanzaron contra la niña, la pequeña no tenía fuerza para pelear y por eso se la llevaron, de nuevo no había dicho ninguna palabra solo se escuchaban sus gritos de desesperación.

Mono se enojo por eso, cuando salió del casillero encontró el ramo de flores tirado en el suelo, luego agarró un martillo que estaba en el suelo y mató a un niño que estaba ahí. Después llegó a un salón de clases, la profesora estaba de espaldas, el menor aprovecho esto y camino.

- Por suerte nadie me ve - susurro Mono.

El pequeño salió de ese cuarto y llegó a una biblioteca, ahí había una llave, Mono tuvo dificultades en conseguir la llave, el cual se llama "La Maestra", al final logró tener la llave ilesa al igual que él. Camino y llegó a una puerta inserto la llave en el candado y logró entrar a esa parte el cual era como un ascensor, que lo llevo a un comedor bien desastroso.

- Se nota que estos niños no tienen modales - se dijo a si mismo Mono.

Después de eso, mató a otros niños y la cabeza de uno de ellos quedo perfecta, así que se la puso para fingir que era uno de ellos. Cuando termino de pasar el comedor, se rompió la cabeza y se puso rápidamente su bolsa cotidiana y siguió con su camino. Luego de caminar por rato se encontró con un martillo en el suelo.

- Ahora que lo pienso...- dijo Mono - Me parezco a Thor con este martillo solo que en miniatura.

Mono después llegó a un baño donde estaba su compañera colgada del techo, esto lo hizo enojar más, matando a los niños que estaban ahí, después golpeo con el martillo la cuerda donde estaba colgada la pequeña, cayendo al suelo. 

- ¡Oye!, ¿estas bien? - preguntó Mono preocupado.

La niña de nuevo no respondió, Mono la ayudo a pararse, ella estaba muy aturdida por la caída y sobre todo por estar de cabeza por un largo tiempo.





Eres lo más valioso para mi (Temporada 1) (Six x Mono)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora