Mono se encuentra con una niña sin nombre en una cabaña en el bosque. ¿Qué será lo que pasará entre ellos?
Esta es una historia con partes del juego y creatividad de mi parte.
Espero que les guste :D
¡Y no quiero que se copien de esta historia!
Créd...
Los dos niños caminaban lentamente por la herida en el pie de la chica, fue entonces cuando empezó a llover y a hacer todavía más frío.
- ¡Rayos! - exclamó el chico - Lo bueno es que aún tienes puesta mi chaqueta, así no te dará frío.
La niña lo miró por un rato, después al suelo y por último levantó la mirada, ahí vio algo tirado en el suelo. Ella empezó a ir más rápido hacia esa cosa tirada, resulto ser un impermeable amarillo, se le quedó mirando por unos minutos y unas lágrimas empezaron a salirle de los ojos.
- ¿Qué tanto miras? - preguntó el chico acercándose a la chica.
Antes de que su compañero llegará hasta donde estaba ella, agarró el impermeable y se lo puso, era de su exacta medida. Ella se volteo y Mono pudo ver la nueva ropa que llevaba puesta.
- Te queda bien.
La chica con ese comentario solo sonrió y le regresó su chaqueta al chico.
- Gracias.
Mono se puso su chaqueta y volvió a tomar de la mano a su amiga para seguir con su camino. Después de unos minutos caminando llegaron a lo que parecía ser un hospital.
- Bueno...¿Quieres Vick Vaporub? - bromeó Mono.
La niña no entendió ni una sola palabra de lo que dijo su amigo.
- El Vick Vaporub es para que se te quite la gripe.
La chica seguía sin comprender.
- Mejor olvídalo.
Ambos niños entraron al hospital, caminaron hasta que llegaron a una habitación oscura con muchos maniquís, lo bueno era de que Mono había encontrado una linterna, la prendió y la apunto hacia delante para alumbrar el camino. En ese momento escucharon un sonido que los alarmo haciendo que se volteen, ahí vieron a un maniquí que estaba corriendo en dirección a los pequeños, Mono dirigió la linterna hacia el maniquí, quien se quedo quieto por la luz.
- Al parecer estos maniquís se quedan quietos por la luz, por eso este cuarto esta oscuro.
Los niños siguieron avanzando dándole con la luz, cuando estaban en mitad de la habitación, Mono dijo:
- Mira esto.
El niño empezó a dar vueltas en circulos mientras avanzaba, la chica solo lo siguió mientras hacia esa locura. Cuando salieron de la habitación, Mono quedó mareado, se sostuvo de una pared y después corrió a una esquina mientras se levantaba la bolsa para vomitar, la chica se le acercó y miró hacia la derecha mientras le daba palmadas en la espalda a su amigo.
La niña movió la cabeza diciendo que "No", ella lo ayudó a parase y siguieron caminando despacio. Después se metieron en un conducto de ventilación con mucha dificultad por los mareos de Mono y el pie herido de la chica.
- Por cierto...¿Cómo estas del pie? - preguntó Mono casi gritando por sus mareos.
La niña solo hizo una seña de "Mas o Menos".
- Que bien... - Mono salió corriendo del conducto de volvió a vomitar.
La chica solo lo miró extrañada.
- Ya me siento mucho mejor - dijo Mono mientras se paraba.
En ese momento ambos escucharon una extraña respiración, Mono tomo de la mano a su amiga y fueron en dirección a donde provenía la respiración, ahí encontraron a el doctor colgado del techo haciendo otro de los maniquís que antes habían visto. Ellos empezaron a caminar sigilosamente cuando el doctor estaba de espaldas, después de salir de la habitación se dieron cuenta de que para abrir la puerta necesitaban un fusible, pero eso estaba en donde el doctor.
- Bueno esto es lo que hare, entrare en el cuarto donde estaba el doctor, agarraré el fusible y saldré de ahí, será muy fácil - Mono iba a entrar a la otra habitación, pero la chica lo agarró del brazo con la cabeza abajo - Tranquila, estaré bien.
Mono entró a la habitación donde estaba el doctor, apago la luz como una distracción para alcanzar el fusible que estaba en un estante. El doctor fue donde el maniquí, quien estaba haciendo ruidos extraños por la oscuridad.
El doctor prendió la luz y miró al maniquí por unos momentos, en eso Mono aprovecho, corrió al estante, ahí logró tomar el fusible y volvió donde estaba su amiga.
- ¡Mira! ¡Lo conseguí! - exclamó el chico feliz - ¿Ves que no me pasó nada?
La niña solo lo miró y asintió. Mono la volvió a tomar de la mano para seguir con su camino, todo estaba tranquilo hasta que se escucho un ruido y la misma respiración. Resulta que el doctor se dio cuenta del ascensor abierto, la chica no se había dado cuenta del doctor, así que Mono la jaló del brazo, después de un rato el chico hizo una señal para seguir avanzando.
Los niños empezaron a avanzar lentamente, pero la puerta hizo mucho ruido alertando al doctor.
- ¡Corre! - gritó Mono.
Los pequeños empezaron a correr lo más rápido que pudieron, pero la chica se cayo.
- ¡Oye!
Mono sabía que le estaba pasando a su amiga, la cargó así:
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Mono seguía corriendo lo más rápido que podía y la chica solo sentía un gran dolor en su pie, así siguieron hasta que encontraron un horno, el chico soltó a la chica y la dejó debajo de una mesa, él se metió en el horno junto con el doctor, cuando estaba completamente metido, el menor salió del horno.
- Esto si va a funcionar.
Mono cerró la puerta del horno atrapando al doctor y bajo la palanca encendiendo el horno y quemando al medico, la chica solo miró todo lo sucedido, salió dela mesa y se sentó frente al fuego para calentarse, así siguieron por un rato.
- Ya hay que irnos - dijo el chico poniéndose de pie - ¿Ya no te duele el pie?
La chica lo miró y asintió, Mono se acercó a ella y la volvió a cargar como antes, la menor aprovecho el momento para dormir un rato, de esta manera los dos salieron del hospital.
