[ Calma ]

654 65 26
                                    

Tu alrededor se oscurece con una bruma incapaz de permitirte ver a algo más que no sea la nada misma. Miras en todas direcciones pero el oscuro lugar te devuelve la mirada, juzgandote por tu cobardía y poco valor a la hora de actuar. Tiemblas al no ver a nadie por el lugar, solo miras tus manos siendo tu única prueba visible de que no todo es oscuridad; tu cuerpo se mantiene blanquecino como el primer día.

Omori desapareció sin dejar rastro, si supuestamente es tu subconsciente no te debería de asustar, después de todo, puede hacer lo que quiera ahí donde están parados. Vuelves al espacio blanco, pero solo te encuentras con una alfombra en esta donde te ves cara a cara contigo mismo a una escala total de blancos y negros. Tragas con miedo, crees haber desarrollado varios traumas para estar hablando contigo mismo.

— Sunny, eres un cobarde y lo sabes perfectamente... Por eso, y en tu primer golpe de tu padre creaste este lugar para ahogar un sentimiento de paz muerto —.

— ¿Yo... Creé esto? —. Se cuestionó un poco Sunny, sí, sabía que él era, por alguna razón, su creador, pero era raro porque para crear algo así toma mucho tiempo.

— Sí, tú, Sunny, creaste este lugar como una manera de tener tu propia manera de escapismo personal a un mundo irreal, con cosas de vídeojuegos y algunas personas reales... No quieres crecer y el hecho de alejarte de todos te asusta, aterra y... Temes por no saber que hacer —.

— N-No es verdad... —.

— ¿Por qué no sería verdad...? —. Preguntó Omori, con cierto cuestionamiento hacia su creador

— B-Bueno... Todo esto ocurrió por mi culpa, si tan solo no hubiese... —.

— Nacido. Eso es algo muy depresivo y más viniendo de usted... Piensa que si usted no estuviera aquí, hablando, respirando, pensando todo estaría mejor... Error. La gente del pueblo está bien con usted, no diga ese mensaje con tales índices de querer autolesionarse o suicidarse... A nadie, exceptuando tu padre, se alegrarían... Basil, Aubrey, Hero, Kel, Mari... Ellos te quieren —.

— Pero si no hubiese sido por mi nefasta actuación... Quizás ella no se habría tenido que ir de aquí... ¡Ella no habría abandonado este lugar y estaríamos felices! —.

Sin notarlo, empiezas a tomarte de la cabeza y los pelos con fuerza, mientras una oscuridad se va formando a la par de las palabras retenidas en tu interior. El espacio blanco va perdiendo su blanco imposible de apagar de a pocos. Omori se acerca a tí, y te toma del hombro logrando calmar tus penas y negaciones interiores. Aún con su mirada tan neutral logras corroborar cierta... Compasión.

— Usted es un gran soñador, pero con un pésimo optimismo para ver las cosas... Si pudiese cambiar algo... ¿Qué sería? —.

— ... Nacer, obviamente. Mari sin un hermano inútil como yo entre medio podría destacar... Pero yo la eclipso con mis errores no dejándola relucir... —.

— Que deseo tan penoso... Incluso para ser mi creador, tengo lástima sobre usted... —. Omori parecía estar con esa compasión de siempre... Sin notarlo Sunny, Omori ya no estaba ahí, había alguien más.

— ¡Sé que es penoso, pero es lo menos que puedo pedir! ¡Yo quiero... Que Mari sea felíz, quiero que viva como nunca sin tener que soportarme como una carga en sus hombros! Solo quiero que... Ella sea la que tenga un final felíz... —.

- Hikikomori -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora