- Hikikomori -

[ Peso y culpa ]

[ 4 de Enero de 1996 ].
[ 5:39 PM ]

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Sunny se miraba al espejo de su cuarto con indiferencia, tocando su ojo; no dañó del todo su nervio del ojo izquierdo, pero aún así era incapaz de ver por el mismo, así que no podía volver a su vida comúnmente. Su mano temblaba tocando el ojo ya aplastado y hundido en la oscuridad por la bala. Se sintió vacío al perder su ojo de esa manera; no era justo perderla y más aún a tan poca edad.

Miró a su puerta para dejar ver la cadena de la misma puesta impidiendo el pase y salida de la habitación. Nuevamente, su mirada se fijó en el espejo viendolo con su único ojo disponible. Con frustración, se mordió el labio inferior... Era un cobarde bajo sus propias palabras.

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[ 1 de Enero de 1996 ].
[ 00:34 PM ].
[ Narra Frank Gutiérrez ].

El doctor salió de una habitación con cansancio y frustración por lo exhausto que era su trabajo; día y noche destruyendo su cuerpo por el pesado servicio de salvar vidas, lo hacía pero a un gran coste; su energía. Su edad también jugaba un papel trascendental y eso se iba notando poco a poco cada día. El doctor Frank Gutiérrez es una persona de gran renombre en el hospital del pequeño pueblo el cuál habita actualmente aunque ese renombre no le importa realmente demasiado. Solo quiere salvar vidas.

Lo recuerda como si hubiera sido ayer cuando pudo notar a su paciente entrar por voluntad propia, ejerciendo presión en su ojo izquierdo para que no saliera tanta sangre del todo. Rápidamente salió en su ayuda. Sunny estaba al borde del desmayo; caminar hacia allí fué una tortura para él y no ayudaba el hecho de no haber podido localizar a alguien para apoyarlo o ayudarlo a movilizarse. Sus amigos y familia estaban por algún lado de la ciudad, el lo sabía muy bien pero no los pudo encontrar.

— ¡Chico... Oh, dios, tu ojo! ¡Traigan una camilla, rápido! —. Exclamó el doctor de manera apresurada cargando al menor con complicaciones.

Frank Gutiérrez siempre fué alguien devoto a ayudar a la gente, por eso, su profesión fue la de un doctor y no se arrepentía de ninguna manera. Sus ya 59 años le habían cobrado factura al cargar a Sunny, pero no le importó para nada. Dejándolo en una camilla cercana que había traído el personal médico fué trasladado de urgencias lo más pronto posible; esperaba lo peor y rezaba lo mejor para Sunny.

— Es la 3ra vez que llega al hospital... Es... Extraño —. Pensaba seriamente pensando muchas cosas.

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Frank conocía a la familia Suzuki desde que se mudaron ahí hasta que se divorciaron y una parte se fué y la otra se quedó. Nunca supo del estado de Sunny hasta que él había llegado con una herida en la cabeza por, supuestamente, "caerse de la escalera". No lo creía pero tenía que creerle por ese momento. El padre desapareció de su vida y llegó por una severa y fuerte desnutrición en todo su cuerpo, ahí fue el colmo para él.