BlesstheFall - Could Tell a Love

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Well, here go my big plans
To build up this fortress into the clouds
It's made up of my love
And my blood and my heart, we'll make it out

Las Lancaster estaban ya en México, sólo que ellas se habían adelantado a la ciudad de México debido a que tenían una cita para ver una casa que les había interesado a ambas en internet, la cual pensaban comprar para usarla como lugar para vacacionar.

No era su primera vez ahí siendo que el tour que hicieron hace un año con Sk8 & Dreams por todo Latinoamérica las había dejado conocer esa hermosa ciudad.

Habían visto una casa en lo que era la colonia Roma, una de las más ostentosas de toda la metrópoli mexicana, un lugar tranquilo y que quedaba de cierta manera céntrico para ir a cualquier lado de la urbe, aparte de que era una zona sumamente segura, que no se tendrían que preocupar mucho por la peligrosidad de la ciudad, sin embargo, Fernanda tenía eso pensado, contratar guaruras para esos días de vacaciones por cualquier problema que pudiera haber.

Había rentado un carro para esos cuatro días que iban a estar ahí, ya que Erick y Jenny los alcanzarían en ese sitio para ir a turistear en el con sus amigos, por ende, habían preferido prescindir de ir a Guadalajara e ir directo a la capital para poder acabar todo el papeleo y tener tiempo libre para gozarlo con la otra familia.

Habían dejado a Annie con sus tíos para que fuera más rápido todo y la pequeña no se aburriera ya que estarían de arriba para abajo debido a los tramites que tendrían llevar a cabo. Las dos estaban muy felices por esto, eventualmente estaban creciendo juntas, cada día les iba mejor y su amor era irrompible, estaban muy enamoradas la una de la otra y este nuevo paso a una vida mejor estaba muy cerca, todos sus sueños se estaban haciendo realidad.

Estaban en esos momentos en un hotel de lujo llamado "Barcelo", ubicado en la famosa avenida Reforma, rentando la suite presidencial para poder estar las dos más que cómodas, les gustaba vivir bien fuera donde fuera, por algo tenían dinero y lo disfrutaban.

Estaban en la habitación, Fer ya lista con su cabello amarrado, en una cola de caballo, junto a su gorra de visera plana de la banda "Carnal Decay", una playera de "Despised Icon" sin mangas, sus bermudas de camuflaje negro con blanco y gris y unos tenis "DC" de la misma tonalidad, con sus lentes de sol ya puestos, mientras que en su laptop estaba mandando algunos correos a su secretaria Alina sobre unos contratos de bandas nuevas que iban entrando a la industria.

Por su parte Astrid estaba acabando de arreglarse en el baño, había optado ese día por un vestido color vino de terciopelo, con unas medias negras de red, con unas botas cortas de plataforma alta de charol, que le llegaban al tobillo, y maquillada de manera discreta, una ligera capa de rubor, sombra roja y sus labios corales, se veía sumamente hermosa, para posteriormente salir del baño y dirigirse a donde estaba su amada esposa abrazándola por atrás alrededor de los hombros y besando su mejilla.

—Disculpa la tardanza cariño —sonreía la gótica mientras se mordía el labio, incluso después de tantos años ver a su amada bajista vestida así le despertaba mucho deseo carnal, se veía sumamente sexy, sin contar de que se sentía aún con las piernas hechas gelatina después de la sesión de anoche y la mañanera, donde Fernanda la había devorado como nunca.

—No te preocupes reina, aún estamos a tiempo de llegar, quede con el señor Salazar de llegar como eso de las doce a la casa que nos gustó.

—Excelente, de ahí ¿Qué haremos?

—Pensaba que fuéramos a cenar a algún restaurante de cerca y tener una velada tú y yo como hace tiempo no habíamos podido tener.

Fernanda se había levantado tomando su bastón, girando en su eje y quedando enfrente de su amada para besarla tiernamente sus labios a lo cual la gótica solamente dejaba salir una pequeña risita de felicidad al sentirse tan amada en los brazos de Fernanda y a la vez tan protegida, sin duda a sus ya treinta y cinco años tenía la vida de sueño que cualquier persona quisiera, una hermosa esposa trabajadora que siempre la cuidaba, una niña modelo como hija y todo lo monetariamente posible. Vivía en un cuento de hadas.

Tú voz, mis manosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora