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Definitivamente, haberme unido a esta tripulación fue lo peor que pude haber decidio en la vida.

Recapitulando, en un solo día vimos:

—Un galeón de hace siglos caer del cielo. — Mencionó Zoro.

—El Log Pose apuntaba a una isla también en el cielo. — Añadió la cartógrafa.

— Apareció un mono gigante y reflotó el galeón como si nada. — Comentó Usopp.

— Pero una tortuga gigante se comió dicho barco. — Nos recordó Chopper, cabizbajo.

— Zoro tuvo una relación con un pulpo. — Bromeé yo, intentando no pensar en lo ridículo de la situación.

Hubieron unas ligeras risas, un tanto apagadas por todo lo que pasó con el barco, pero fueron rápidamente calladas por un trozo de madera apuntado como directil hacia mi. Ni siquiera intenté esquivarlo, realmente ya sabía que pasaría algo así. Zoro últimamente se la pasaba jugando entre "Te puedo proteger" y "Abre la boca una vez más y te mato". Pero bueno, me lo merezco.

— Se hizo de noche de pronto. — Continuó la arqueóloga, como si no hubiera estado a nada de ser testigo de mi asesinato.

— ¡Y vimos monstruos enormes, más grandes que los gigantes! — Exclamó el capitán.

— ¿Han visto gigantes? — Pregunté en un murmuro, asustada, pero nadie pareció oirme.

— Esos me asutaron incluso a mi. — Añadió el simio como si nada.

El simio...

¡El simio estaba sentado junto a mi!

Sabía que a mi lado derecho estaba Zoro, pero no me había percatado que a la izquierda estaba el mono, que ahora intentaba recargarse en mi a modo de consuelo.

Mi primer instinto fue, por supuesto, saltar para alejarme de él. Lo hice con tal fuerza que fui a parar sobre las piernas de Zoro, descubriendo que Usopp había tenido la misma idea. Ambos nos aferrábamos al cuerpo del espadachín, depositando toda nuestra confianza en él.

Por supuesto, el primer insitinto de este fue protegernos,viéndonos tan indefensos sobre él.

Mentira, nos lanzó sin preocupación por los aires para ir junto al capitán y cocinero a patear a la criatura.

Si bien ahora no estaba el mono, yo había quedado sujetándome como podía de una tabla de madera, intentando no caer al agua. Usopp había tenido mejor suerte, alcanzando a caer dentro de la cubierta.

"No te va a pasar nada estando comigo" su cola, el mayor peligro en este barco para mi era Zoro definitivamente.

Ya, si esta era la forma en que me iba, que así fuera. Cuando me volviera un fantasma volvería a atormentar a el cazador de recompensas este. "Roronoa Zoro, el espadachín más fuerte del mundo." ¡Bah! Ni una vez lo he visto usar sus espadas, pero tres veces lo he visto intentar matarme.

Increíble, simplemente increíble. En el sentido que no me puedo creer el semejante idiota que es a veces. Estúpido marimo.

Este pareció percibir que yo lo estaba insultando junto a la enteridad de su descendencia, pues pude escuchar cómo de pronto exclamaba por lo bajo "¡Ay, ____!" y rápidamente se empezaron a escuchar sus pasos corriendo a donde estaba aferrándome por mi vida. Esto, esto es justo lo que me aterraba de viajar en barco.

— ¿Estás bien? — Exclamó, preocupado, asomándose para poder verme bien.

— Ah, sí, de maravilla fíjate. — Comenté, como si esta no fuera una de las tantas situaciones que exploré al pensar en las peores situaciones que podrían darse en el barco.

Sonrisas. ¦¦ Zoro Y Tú ¦¦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora