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*** (Zoro) ***

Bueno, por supuesto una simple cacería se tornaba difícil si de pronto la inofensiva presa decidía trabajar con todo el bosque para intentar matarte.

— ¡Eres un... caza recompensas! ¡Caza la recompensa! — Exclamó ____ entrecortadamente, ya cansada por correr.

Hasta el momento, habíamos tenido que huir de una lluvia de rocas, de un montón de insectos, y ahora una cantidad inimaginable de pájaros del sur. Era ridículo, habían cientos de los ejemplares que debía recolectar, pero parecía que la presa éramos nosotros.

La situación me estaba molestando, en esos momentos no quería nada mas que agarrar a golpes a todos y cada uno de los animales que nos perseguían... pero eso no le agradaría a ____, y de por sí ya estaba bastante agitada por todo el ejercicio improvisado.

— ¡Cazo piratas! ¿Eso te parece un pirata? — Exclamé señalando al enjambre de aves que nos perseguía con deseos asesinos.

Quiero decir, en otras situaciones, sería muy fácil intentar derrotar a los pájaros y llevarme a uno, pero me preocupaba que algo le pasara a ____ si la perdía de vista un momento.

"Derrotar a los pájaros" Zoro, has caído muy bajo...

Intentaba correr, pero ___ inevitablemente se quedaba atrás, era claro que no estaba del todo acostumbrada a esto, y realmente no la podía culpar.

Ante la situación, no tuve otro remedio que tomarla con rapidez por la cintura y lanzarla, logrando atraparla y acomodarla como si de una mochila se tratase para poder huir a la par.

Ew, parece que imito los libros de romance que luego encuentro a ____ leyendo a escondidas. Qué asco.

Corrimos un buen rato, hasta que ya no podía escuchar a los animales cerca.

— ¡Después de esto tendrás que empezar a entrenar! — Reclamé, ya un poco cansado.

Me detuve un momento para poder tomar aire, notando cómo sus extremidades se aferraban a mi cuerpo como si su vida dependiera de ello.

Qué tonto.

Ella se bajó de mi espalda una vez pasó un momento, y comenzó a examinar los alrededores para saber si de verdad estábamos a salvo.

— Debería tener más condici-

¿Por qué no acabó la oración?

Y la situación era obvia, un animal gigante la había embestido. Tal fue el impacto que parecía haberse desmayado, y caía rápidamente.

Lo único que logré hacer fue abalanzarme para detener su caída con mi cuerpo, pero lo hice tan bruscamente, que no pude evitar caer yo también. Muy tonto de mi parte, a decir verdad, suelo pensar antes de actuar en situaciones así. Al menos, ella no se lastimó, de eso estaba seguro pues su cabeza había caído sobre mi pecho.

Yo... Creo que me golpeé un poco. Sentía dolor por mi espalda, pero no podía levantarme.

Pude notar dos o tres pájaros parándose sobre una rama para observarnos, como decidiendo cómo era que nos darían el golpe de gracia.

Sonrisas. ¦¦ Zoro Y Tú ¦¦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora