Sonrisas. ¦¦ Zoro Y Tú ¦¦

17

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Me desperté a media noche con un dolor de cabeza inmenso. No tenía idea de cómo había terminado acostada junto a Zoro. Quiero decir, entiendo que haya dormido con él, es vergonzoso se admitir pero últimamente no logro dormirme si no está cerca. Lo que no lograba recordar era en qué momento dejé de jugar con Luffy y Usopp y me había ido a acostar.

Luché un largo rato contra el marimo, quién aún dormido parecía no tener intenciones de soltarme. En serio, liberaba uno de mis brazos, y él gruñía y me acercaba más a él, volviendo a atraparme, como una cárcel musculosa.

Era tierno, y realmente me hacía querer mantenerme en esa posición, pero la cabeza y garganta me estaban matando. Necesitaba agua, y rápido.

— No... — Gruñó el espadachín entre sueños cuando al fin me liberé.

Exhalé con fuerza una vez logré pararme, más que nada por el fuerte mareo, pero también porque era lamentable no seguir envuelta por Zoro.

Caminé un poco hacia donde se encontraba el Merry, pues recordaba que había agua potable en esa área.

Ah, el pobre Merry... Estaba hecho trizas, para este punto en serio me cuestionaba si sería capaz de repararlo yo sola... No, ni siquiera sabía si el pobre barco tendría posibilidades de sobrevivir.

Eso me estaba matando.

Afortunadamente, era fácil distraerme.

— Hey. Así que Zoro, ¿Ah? — Escuché que Usopp me llamó, alzando las cejas repetidamente.

— ¿Qué tiene?

— Hmmm, no lo sé, estabas borrachísima, casi matas a Sanji, y sólo te calmaste cuando Zoro te cargó.

— Ugh, y ahora me arrepiento muchísimo de haber tomado tanto. ¿Tú no sientes que te va a explotar la cabeza?

— Definitivamente, es lo peor.

Ambos nos desplomamos en el suelo, dispuestos a tomar el agua que tan desesperadamente necesitábamos, a la vez que nos quejábamos y jurábamos no volver a tomar una gota de ese tipo de bebidas otra vez en nuestra vida.

— ¿Sabes dónde nunca hubiera tomado alcohol? - Tomé un trago de agua, mientras Usopp me hacía un gesto para que contestara. — En mi isla.

— Ya te vamos a regresar, no te apures. — Bromeó.

— Ojalá. — Reí también. — Aunque, me preocupa el estado del Merr... —Me distraje un momento por lo que estaba viendo. — Usopp, creo que sigo borracha. — Murmuré.

— ¿Por qu...? Oh, tú... ¿Tú también ves al fantasma con el martillo?

Ambos regresamos a ver la escena atónitos: Una pequeña figura traslúcida con un sombrero y martillo de madera igual de diminutos se encontraba reforzando e intentando reparar el tan querido barco. "Tranquilos, aún puedo navegar con ustedes un poco más" se alcanzó a escuchar, como un susurro. Creí que estaba alucinando, pero la cara de Usopp me daba a entender que él había presenciado lo mismo.

Ambos nos quedamos observando un momento más, maravillados, hasta que la palabra "fantasma" nos cruzó por la mente, y estábamos listos para mearnos los pantalones del miedo. Comenzamos a caminar sin darle la espalda al barco, entre extasiados y aterrados, hasta que yo topé con algo que me erizó por completo.