— ¡¿Por qué mierda el suelo se desmorona?! ¡¿Nadie sabe lo que es normal en esta jodida isla?! — Exclamé, en pánico, sujetándome de Zoro, sintiendo cómo el suelo se movía y se abría.
Él hizo su mejor esfuerzo para intentar controlar nuestra caída, sujetándome con fuerza mientras se intentaba agarrar de las rocas al rededor, las cuales también caían de formas aleatorias. Parecía sólo un poco sorprendido, pero el pánico y la urgencia de intentar ponernos a salvo de ganaban.
Aunque, claro, la oportunidad de hacer chistes no la desperdiciaba.
— Siempre es sorprendente cuando maldices. — Rió por lo bajo, sujetándome en brazos.
— Cierra el puto hocico. — Murmuré, intentando esquivar uno que otro escombro que caía peligrosamente cerca.
Pero, yo tenía razones para estar aterrada. Un terremoto de la nada había abierto el suelo, haciéndonos caer sin más. Eso era motivo de pánico, ¿No? Eso... es que eso ni siquiera es algo que debería pasar.
— Enel. Es culpa de Enel. — Dijo una voz enojada detrás mío.
Giré, y ahí estaba Wiper, el guerrero, ya no tan centrado en matarnos, más bien concentrado en mantenerse él mismo con vida, de la misma forma que Zoro y yo hacíamos.
Estúpido Enel y sus estúpidas...
— ¡Ah! ¡Chopper! ¡Ahí está! — Exclamé, deteniendo mi tren de pensamiento y señalándole a Zoro una pequeña bola de pelos que caía a unos metros de nosotros.
Él abrió los ojos con sorpresa, antes de voltear a ver a Wiper un momento, luego a mi, a Chopper, y finalmente soltar un gruñido mientras volvía a verme. Frunció el ceño, y pareció empujarme un poco hacia el guerrero.
— ¡Si regreso y tiene un rasguño de más, te mato! — Le advirtió a Wiper, ante de intentar acercarse a donde estaba Chopper.
El guerrero pareció verme, un tanto confundido por mi presencia al lado suyo, y con molestia también por su aparentemente nueva responsabilidad.
— Tu amigo es muy molesto. — Dijo él, sin atacarme o señales de hostilidad. Simplemente parecía analizarme.
— ¿Verdad? Soy capaz de tener una caída libre sin una escolta. — Asentí ante su comentario.
— Ujum, en mi pueblo, las mujer... — Se detuvo un momento, alzando una ceja. — ¿Qué mierda hace? — Seguí con la mirada la dirección hacia la que apuntaba.
Ambos nos detuvimos, viendo cómo Zoro prácticamente nadaba en el aire... y una roca lo golpeaba... y otra... era todo un espectáculo, pero al menos logró recuperar a Chopper... eventualmente.
Luego de unos cortos momentos, estaba de vuelta con la pequeña bola de pelos en brazos, volviendo a hacer una mueca al ver al guerrero.
— Ya, pásamela. — Le dijo, casi señalándome.
— Ni que fuera cosa. — Refunfuñé, cruzándome de brazos.
— Te das cuenta que estábamos cayendo, ¿Cierto? Ni siquiera la estoy tocando. — Refunfuñó Wiper también.
Zoro rodó los ojos, antes de tomarme por la muñeca y jalarme de vuelta junto a él.
— Pues caemos juntos y punto.
Se encargó de cubrirnos a Chopper y a mi con su cuerpo, como para prepararse para lo que tuviera que hacer cuando nos acercáramos al piso.
Hubiera gritado, pero llevábamos ya un rato cayendo y el sentido de pánico honestamente ya no era el mismo. Era chistoso y ridículo hasta cierto punto, incluso. Quiero decir... para este punto una cosa increíble tras otra suceden. Podría abrirse el suelo y salir el mismísimo demonio y sólo pensaría algo como "Oh, genial, otro rarito."
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Sonrisas. ¦¦ Zoro Y Tú ¦¦
Fanfiction"Entonces lo entendí, su sonrisa ilumina mi mundo."