En primavera las flores se mancharon de rojo

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Con una oportunidad única en la vida y pasaba la mayor parte de su tiempo a su lado.
Jóvenes de dieciséis años a los que se les prometió el universo, seleccionados cuidadosamente gracias a sus habilidades y características especiales a su potencial eran ellos los más afortunados entre todo el mundo, parte de la institución de disciplina más importante a nivel mundial.

¿Qué padre se negaría a tal oferta?

Todos los padres, incluso aquellos que llegaron a dudar de las intenciones de los representantes de la institución cayeron, ya sea por promesas de un mundo mejor o bien porque les llegaron al precio justo que su limitada vida les había ofrecido nunca.

Una oportunidad única, sus hijos tendrían una educación envidiable y además la escuela no solo no pedía pago alguno sino que se haría cargo de todos los gastos.

Todos llegaron ahí a los diez años, cuando apenas tendrían tiempo de extrañar su verdadero hogar.

Todos excepto dos jóvenes, quienes fueron los primeros en llegar a los quince años, estos jóvenes se llamarían Kurokawa Mitsugu y Souichi Tatsumi.

Eran a todas luces un caso especial.

Fue no solo la primera vez que llegaron alumnos tan mayores sino también la única vez que las puertas se abrieron solo para recibir a dos alumnos.

Normalmente cada tres años llegaba un grupo de entre diez o quince niños siempre de diez años.

Se hacía una gran cena para dar la bienvenida y los mayores se hacían cargo de mostrarles el lugar.

Kurokawa y Souichi llegaron a mitad de año, todavía vistiendo las ropas de su caso y cada uno con una mochila al hombro.

Cuando las puertas se abrieron para dejar pasar la camioneta primero bajo el director espero y después ellos entonces los alumnos que estaban en el patio se reunieron a su alrededor porque realmente era inesperado.

El director ordeno de inmediato que se formaran adecuadamente, los profesores que al parecer tampoco estaban preparados corrieron a su lado.

Los recién llegados permanecieron atrás.

—Son sus nuevos hermanos, son sus nuevo compañeros y amigos pero sobre todo escuchen bien son su competencia ¿Está claro?

—Si señor— dijeron al unísono.

El hombre dio vuelta y les dio el paso para que se presentaran.

—Soy Souichi Tatsumi, he venido a aprender todo lo que se me pueda enseñar— se inclinó un poco ante sus nuevo compañeros

Un joven delgado con el cabello rubio maltratado y con grandes gafas, utilizando aquella ropa vieja y zapatos demasiado chicos para él. Se veía desalineado y a los mayores no les agrado para nada su tono de voz.

—Soy Kurokawa Mitsugu por favor cuiden de mi— Kurokawa era más alto que Souichi y también estaba en mejor estado físico, tenía el cabello negro y se veía fuerte, además era educado, era mayor que Souichi quien apenas había cumplido los quince años y él estaba proximo a los dieciséis está diferencia habría sido mucho más clara sino fuera por su timidez, de inmediato escondiéndose detrás de Souichi aunque apenas lo conocía.

Los profesores se encargaron de guiarlos a sus nuevos cuartos e indicaron a los demás que se encargarán de preparar la cena de bienvenida.

Los mayores por su experiencia eran los líderes, ordenaron a los demás que hacer para los preparativos de la cena.

Y llegaron a las que serían sus habitaciones por los próximos tres años. Era una habitación para tres y apenas lo notaron entro corriendo su compañero de cuarto.

Misterio en sus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora