A un beso

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Pensó que si corría con suficiente fuerza podría escapar, había demasiada gente para huir, solo le quedaba en el mundo él y era precisamente de quién escapaba.


En lugar de escapar deseaba sus brazos.











En una habitación apenas entraba la luz, con prisa se dirigió a la ventana para cerrar las cortinas, prendió la luz muy tenue.

Masaki seguía de pie junto a la puerta.
Kunihiro se sentó en su cama y rápidamente se puso de pie nervioso, su timidez le provocó una ligera risa a su amigo.

— Gracias por convencer a tu padre

— Fue difícil, ya no le gustan estás cosas.

—Entonces será mejor que vuelva para asegurarme que está cómodo— se dirigió a la salida pero la manga de su saco fue sostenida.
Al girar se encontró con los ojos suplicantes de Masaki.

Se acercó a él con lentitud, él se mantenía quiero viéndolo cada vez más cerca.

—¿Acaso no merezco un premio por mi buen trabajo?— su mano tocaba su rostro hasta encontrarse con sus labios y en ese momento solo existía eso para sus ojos.

Kunihiro se estremeció, no apartó la mirada del rostro de Masaki que sonrojado veía sus labios.

—No— lo alejo con poca fuerza— ahora no es momento

—Nadie nos verá, no temas— lo beso en un instante quitándole la oportunidad de rechazarlo.

Kunihiro seguía en la misma posición cuando el beso terminó, estaba sonrojado, para Masaki estaba claro que sí tímido amante deseaba más y él estaba feliz de satisfacer los deseos de su amor.

Se acercó de nuevo mientras lo vio cerrar la puerta.




Entonces la puerta fue tocada.

—¿Joven Kunihiro…— era Souichi —¿Está aquí?

Por un momento que pareció eterno Kunihiro y Masaki permanecieron en silencio hasta que volvió a preguntar

—Puedo ver su sombra, abra la puerta por favor.

Kunihiro sacudió su saco, Masaki se alejó de la puerta y tambaleante llegó al escritorio.

Se abrió la puerta, la molestia estaba en su rostro, vio a su hermano detrás del guardaespaldas.
Souichi dio un par de pasos hacia adelante y vio a Masaki sentado torpemente frente al escritorio.

—Joven Masaki— saludo— disculpen la intromisión su hermano me había dicho que llevaba un rato sin verlo, solo quería asegurarme que todo estaba en orden.

—Lo está— Tetsuhiro pasó de largo a su hermano y fue hasta Masaki quien respondía sonriente ante él— Masaki estaba cansado de tanta gente así que le cedí mi habitación para que pudiera descansar apropiadamente. Me dirigía a ver a su padre— su mirada se posó con severidad en su hermano— atiende a tu invitado, deja descansar a mi amigo ¿Quieres?

Tetsuhiro estaba a punto de responder pero Masaki puso gentilmente su mano sobre su hombro, ante ello salió. Hiroto ya lo esperaba en las escaleras.

Antes de salir Kunihiro le dijo a Masaki que hablarían después, los ojos tristes de su amigo lo siguieron hasta que cerró la puerta.


Kunihiro estaba enojado y no disimulaba su molestia al ver a Souichi

—¿Acaso es tu trabajo tan descuidado? ¿Que haces que no notaste mi ausencia hasta que mi hermano te lo dijo?

Isogai estaba en el último escalón, su corazón latió con fuerza al ver a Souichi junto aquel apuesto joven, se apresuró a subir las escaleras tratando de evitar lo que él pensaba que ocurría.

—¡Souichi!— pronunció, apenas conteniendo la voz, casi gritando. Se sostenía de las escaleras.

De inmediato fue visto por ambos.
Kunihiro lo miraba con extrañeza, al notar desesperación en esa persona miró a su empleado para ver la reacción de este.

Souichi parecía nervioso y preocupado, a Kunihiro le pareció a un más impresionante como parecía querer correr a quien lo llamaba.

—¿Quién es él?— Preguntó dirigiéndose hacia abajo con Souichi, no esperaba tanto una respuesta como la reacción.

Isogai los miraba con determinación y expectativa.

Souichi hizo un maravilloso trabajo, no le dirigió ni una mirada más a Isogai para mantener la compostura que por un segundo olvidó.

Perdió un instante pero finalmente dijo lo suficientemente alto para ser escuchado por ambos: —Es un compañero de trabajo, señor

Kunihiro no pasó por alto que le había vuelto a llamar "señor", se sintió orgulloso y prosiguió

—¿Un guardaespaldas?

—Así es señor.

—¿Su nombre?—finalmente estaban frente a Isogai que se mantenía expectante, estaba por dar su nombre cuando Souichi se interpuso

—No podemos darle esa información, señor.

Kunihiro soltó una leve risa al ver la posición de su empleado frente al desconocido y como su mano se posaba con gentileza y familiaridad en el pecho del extraño.
Un gesto en el que le pedía que se alejara mientras lo mantenía cerca, algo para calmarlo.

Le pareció muy íntimo.

Isogai miró primero esa mano que después pasó a su hombro y espalda disimuladamente.

—Así que está era tu distracción—su sonrisa era burlona

—No entiendo a que se refiere

—Claro que lo entiendes, eres afortunado de que yo sea quien lo notó y no mis padres

—Señor— no pasó desapercibido su tono amenazante,  quería golpearlo.

—Soy Kunihiro Morinaga, uno de los jefes de tu compañero — extendió su mano a Isogai quien ahora entendía todo y tomó su mano con firmeza como respuesta.

—Un placer señor, lamento las molestias— podía respirar ahora que lo tenía todo claro.

Kunihiro se dio por bien servido con lo que sabía y se dirigió al señor Matesu.

Isogai miró a Souichi tratando de disculparse.
Souichi seguía evitando mirarlo pero su mano oprimió con fuerza su saco tratando de alcanzar su espalda, su piel.

Cuando lo soltó se sintió tan incorrecto que volteo de nuevo solo para verlo ahí de pie.
Parecía querer decirle algo, su boca se abrió ligeramente solo para volver a cerrarse.

Isogai le sonrió con dulzura y le dio la espalda.

Tal vez era su oportunidad para llevarlo con él pero también podía ser lo contrario.
Le pareció que su boca estaba por pronunciar un "Iré contigo"  pero también le parecía un "Adiós"

Y para Isogai mientras no hubiera un adiós no había despedida.



"Pero sé que al final, cuando todo termine para nosotros te culparas y me culparas"

















-🤗-

No he abandonado, simplemente encontré trabajo

¿Increíble verdad?
Estoy en la segunda semana, es algo muy simple pero para mí es un gran logro

En fin, eso disminuye mi tiempo libre, al menos ahora tengo una razón fuera de la falta de inspiración

Sus comentarios siempre son bienvenidos y un gran motivador 🤗

Misterio en sus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora