Últimos detalles

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El recital es mañana.

Masahiro y Sakae han prometido que estarán presentes, no es que se pueda confiar en su palabra pero dudar de ellos es algo no se les tiene permitido.

Han dicho que vendrán y eso es suficiente para estar agradecida incluso si llegan a fallar


Toda la semana Tetsuhiro ha estado practicando sin parar, con la audiencia limitada y la fuerza hecha un ovillo.

No es lo que le gusta, pero Souichi lo ha ordenado, que esa es la mejor forma de quitarle el miedo al público, hacerlo tanto que se vuelva normal.

Está ya fastidiado del piano y de la dieta que debe de seguir antes del evento para evitarle malestares, harto de los horarios inflexibles y de despertar ante el sol.

Harto de apenas poder decirle adiós a sus amigos al salir porque debe ir a practicar, harto del camino a casa y luego al estudio.


Ahora la música se ha vuelto insípida pero cuando alguien se asoma a ver su progreso una sonrisa siempre es dibujada, se llena el lugar de cumplidos diciéndole lo mucho que ha progresado.

Les cree pero no comparte el sentimiento, lo único que de verdad quiere es que sus padres lleguen y que piensen lo mismo, que su forma de tocar se ha pulido que lo hace mucho mejor, que lo hace excelente.



Hoy solo queda un día para el evento, lleva quince días sin ver a sus padres y a su hermano apenas lo ve, sale casi todos los días con su prometida a preparar detalles de la boda o se la pasa trabajando y cuando está en casa baja la mirada, es nuevo para él ver a su hermano siempre tan orgulloso en una forma tan frágil casi rayando en lo patético.

Una vez Kunihiro le preguntó por Masaki, la verdad salió de sus labios; no lo ha visto desde que se le declaró.
Kunihiro no dijo más y se marchó pero aquello lo extraño aún más porque si alguien debería saber que pasa con Masaki debería ser él.


Pero es cierto.
Masaki no ha vuelto a pasar por ahí, antes se la pasaba junto a su hermano y ahora ha desaparecido, Tetsuhiro se pregunta si esto es su culpa durante la primera semana sin verlo no puede evitar sentirse culpable por la ausencia.

La pregunta de Kunihiro le hace ver qué hay mucho más ahí.

Sigue pensando que al declararle su amor ha provocando que Masaki lo odie, quiere ir a verlo, buscarlo, hablar con él pero no tiene tiempo y para ser sincero le aterra empeorar las cosas.

Si Masaki ahora lo odia tanto que ha cortado relación con su mejor amigo ¿De qué serviría verlo?
¿No le hará mucho más daño?

Aunque fue tan amable cuando le dijo lo que sentía, ahora se ha marchado.

Es por eso, aunque no quiera admitir que no puede sentirse emocionado al tocar, porque solo está pensando en Masaki
















No se atreve a llamar, evita su calle y ahora hasta su nombre.

Sigue grabado, sigue impregnado, sigue ahí latiendo con incluso más fuerza que antes.

Mientras su futura esposa se cuelga de su brazo, mientras ella le rodea el cuello y busca sus brazos, implora con la mirada por un beso, lo mira con dulzura y ríe tontamente.

Él no puede hacer más que pensar en su amigo.

Un amigo que conoció hace tiempo, la primera persona en un mundo de robots, un tímido jovencito que se escondía tras su hermosa madre pero que tenía una belleza más atrapante para él.

Misterio en sus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora