XVII

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Kris se movió lánguidamente. No quería moverse, pero el hambre acuciaba y necesitaba alimentarse desesperadamente. Había alimentado a Tao, a Kai y a su propio cuerpo todavía en proceso de curación. Tenía que alimentarse con frecuencia para poder abastecer a los demás. Se separó del cuerpo de Tao. El gemía suavemente y abrió los ojos.—No es posible que quieras más. —Le había hecho el amor muchas veces y a fondo en las últimas horas. No estaba seguro de poder moverse.Él le pasó un dedo por el vientre.—Yo siempre quiero más. Insaciable es la palabra. —Suspiró, se puso de pie y se estiró—. Quiero que te quedes aquí mientras voy a alimentarme. Estarás a salvo.El levantó una ceja.—¿Y eso cómo lo sabes? ¿No conocen todos los carpatianos este lugar? He de ir contigo. —Tao quería que protegerle de cualquier peligro. Si Rand era el vampiro, le odiaba más a él que a nadie.Kris se aseguró de que su rostro no expresara nada. Tao conservaba la ilusión de que todavía era el quien cuidaba de él. Su pensamiento protector transmitió una calidez inesperada a Kris. Le gustaba eso de el. No era tan tonto como para olvidarse de que el era incapaz de matar a una mosca.—Si te esforzaras en aprender a inspeccionar, sabrías si hay carpatianos cerca. Pero como estamos aquí, nadie vendrá a invadir nuestra intimidad —dijo él con aspereza.—El vampiro puede disfrazarse ¿acaso lo has olvidado? —preguntó el con recelo—. Creo que es más probable que en realidad te vayas a cazarle.Kris le acarició el pelo con ternura.—Voy a alimentarme, mi pequeño pelirrojo. Mi trabajo no es cazarle. Yugyeom ha sido elegido para ello. No le envidio el trabajo. En cuanto a que el vampiro te moleste, he inspeccionado y no he hallado rastro de él y tú no das muestras de sentirte incómodo. Quédate aquí esperándome. Ya sé dónde puedo encontrar comida. Sólo será cuestión de unos minutos.Tao le miró.—Más te vale no engañarme.—Las almas gemelas no pueden engañarse.Se estiró de nuevo y se inclinó para besarlo.—No te muevas, Tao y permanece conectado a mí. No quiero sorpresas desagradables cuando vuelva. De cualquier modo, si estás conectado conmigo verás que te estoy diciendo la verdad. Solo voy a alimentarme.El se tumbó al lado de una de las fuentes termales e introdujo ociosamente los dedos en el agua. Su cuerpo estaba deliciosamente magullado. Lo cierto es que no quería moverse.—Muy bien, salvaje mío, pero no soy yo el que siempre se mete en líos y si tropiezas con Rand, márchate. —Se giró totalmente ajeno a que con su postura le estaba ofreciendo de nuevo su cuerpo—. Él puede ser mi padre biológico y al igual que cualquier hijo puedo tener fantasías sobre el padre perfecto, pero no quiero correr ningún riesgo. He pensado mucho en todo esto.—¿En qué? —le animó él, esperando que fuera el mismo quien lo dijera.—En la razón por la que soy el único que puede sentir la presencia del vampiro aunque se disfrace. La razón por la que noté la presencia de los humanos cuando Baekhyun no lo notó.—Debíamos haberlos detectado nosotros —respondió Kris, invitándolo a contarle más. Se agachó a su lado. Tao tenía un cerebro excepcional y con el tiempo suficiente, sabía que sería capaz de apartar las emociones y contribuir de manera importante a la solución de sus problemas.—Sangre. ¿No se basa todo en eso? ¿Los vínculos y la telepatía mental? ¿No os podéis seguir la pista mutuamente gracias a los intercambios de sangre? ¿No es esa la razón por la que rara vez los hombres intercambiéis sangre? Rand no lo ha hecho con ninguno de vosotros, ¿no es cierto?Kris movió la cabeza.—No, siempre tuvo mucho cuidado en evitar eso. Pero, tuvo un alma gemela. No necesitaba compartir, ni tampoco por qué transformarse.—Pero, Noelle, no era su verdadera alma gemela. Siempre lo supo, aunque nadie más lo supiera. Posteriormente, quizás todos os disteis cuenta de que ella no podía haber sido su compañera, pero él ya había establecido la costumbre de no intercambiar jamás su sangre. Él sabía que podía transformarse en cualquier momento, de modo que se protegió. —Tao sintió que estaba redimiendo a su madre—. Maggie fue su alma gemela. Chanyeol nos dijo que Rand se había despertado hacía tan sólo un par de años y que no se había relacionado con nadie. Eso fue después de los asesinatos de vampiros.—Si es así, Rand no puede ser el culpable.—Si es así. Supongamos que se despertara antes y hubiera hallado a mi madre muerta. Tú me has dicho que un viudo normalmente elige la muerte. ¿Qué sucede si no lo hace? ¿Si decide seguir existiendo?Se hizo el silencio mientras Kris digería lo que le estaba diciendo.—Chanyeol pensó que Rand estaría bien porque Noelle no había sido su verdadera compañera. Pero si lo fue Maggie y ya estaba muerta cuando se despertó, entonces se transformó. Sin embargo, estaba su hijo. Podía haberse quedado para protegerle. —Él respiró profundamente—. Pero para poder conjurar un hechizo de encubrimiento...Hay muy pocos que tengan ese poder.—¿Cómo? —preguntó Tao.—Chanyeol es el carpatiano más viejo. Yugyeom es el único que es un cuarto de siglo más joven. Sehun y su hermano mellizo, Lay, quizás sean medio siglo más jóvenes. Kai y yo somos los siguientes en la lista. Hay un par más de aproximadamente la misma edad, pero tienen compañero y no son sospechosos. Luego está Dimitri, pero está muy lejos de aquí. Sólo un anciano tiene el poder suficiente para encubrir su presencia. —Kris no se daba cuenta de todo lo que estaba recordando, pero Shea sí y eso hacía que la traición de Rand fuera más llevadera.—Pero Rand pudo hallar la forma de hacerlo —insistió el—. Tiene sentido Kris. No me gusta —de hecho me disgusta enormemente— pero yo comparto su sangre y no existe otra explicación. Noté su presencia en el bosque porque llevamos la misma sangre. Tiene que ser eso.—Tú te oponías a esa idea Tao. —La mano de Kris se posó sobre el vientre plano de Tao. No podía evitarlo, tenía que tocarlo, sentía que estaba en su derecho.—No quería aceptarlo Kris. Pero he tenido tiempo para pensar en ello. Es la única explicación racional. Él me quiere vivo y espera tenerme, aunque sabe que no soy Maggie. Para ello tiene que matarte. Te quería muerto, quería ver muerto a Baekhyun y probablemente también a Chanyeol. —Tao respiró profundo—. Rand dijo algo que me preocupó, pero no podía recordarlo. Acabo de encajar las piezas. Mencionó a Kai. Él se suponía que no debía saber que Kai era uno de los que los humanos habían torturado. Nadie se lo había dicho y Kai no podía comunicarse con él. Entonces, ¿cómo lo sabía?Los oscuros ojos de Kris brillaron como la obsidiana.—No había reparado en ello. Tienes razón. Sabía lo de Kai. Lo mencionó.Tao se pasó su mano, de pronto tembloroso, por el pelo. Sus ojos encerraban un dolor inmenso cuando le miraron.—¡Dios, mío, Kris! ¿Sabes qué significa eso? Que él fue el responsable de que mi hermano cayera en manos de Don Wallace y Jeff Smith. Fue el causante de la tortura y de la muerte de su propio hijo. ¿Cómo es posible? ¿Puede alguien estar tan desquiciado, tener la sangre tan fría?—Lo siento, Tao. Un vampiro no tiene ningún sentimiento real. Los muertos vivientes han elegido entregar su alma. Es totalmente perverso. —Kris notó una sensación desconocida de bloqueo en la garganta. Pesadez en el corazón. Admiraba la valentía de Tao para expresar en voz alta sus conclusiones—. La razón por la que los humanos tienen semejantes leyendas desde la antigüedad es porque unos pocos han experimentado de lo que es capaz un vampiro. Me gustaría que no fuera así. Daría cualquier cosa para ahorrarte este sufrimiento.—A mí también me gustaría que las cosas fueran diferentes, pero no creo que sea posible. Y creo que corres verdadero peligro. Aunque Rand no fuera el vampiro, sin duda está enfermo, está amargado y te odia. Por favor, ten cuidado. No quiero que te hiera. —Sus grandes ojos verdes estaban llenos de ansiedad. Se sentó y le rodeó el cuello con los brazos—. Me gustaría ponerte en un estante donde nadie pudiera volver a hacerte daño.Kris rompió rápidamente la conexión de sus mentes. Tao insistía en que él corría peligro. Sencillamente no se le ocurría, ni siquiera después de lo que había experimentado con él, de lo que había presenciado, que él podía ser el agresor en la siguiente batalla. Que él podía estar esperando enfrentarse con el traidor. Que podía disfrutar con ello. A pesar de todo lo que le conocía, no acababa de aceptar su naturaleza depredadora. Si era eso lo que le faltaba para acabar de aceptar su relación, estaba dispuesto a que fuera llegando por etapas.Para Kris esa era la belleza del vínculo entre almas gemelas. Todo estaba al descubierto para aceptarlo, pero de cada uno dependía hacer lo que quisiera con ello. Kris sabía que él sería capaz de ir hasta la Luna y traerla a la Tierra por el, caminar sobre el agua o nadar en un mar de lava, si eso lo hacía feliz. Tao era toda su vida y tenían siglos para conocerse a fondo. El no tenía por qué estar enfrentándose constantemente a sus instintos asesinos.Le puso la mano en la cara y la deslizó suavemente por su cuello, mientras el pulgar acariciaba su suave piel. Moría de amor por el.—Te prometo que tendré cuidado.—De verdad, cariño, ten mucho cuidado —insistió el.Las comisuras de sus labios se curvaron hacia arriba.—Te lo prometo, tendré mucho, mucho cuidado —respondió él.El dedo de Tao siguió el dibujo de su sonrisa.—Siento haberme puesto tan terco para aceptar la sangre del sanador, pero todavía no puedo soportarlo, ni siquiera pensar en ello. Cuando estamos juntos, todo parece distinto, es algo hermoso y natural, pero el pensamiento de otro hombre. —El estómago le dio un vuelco y se calló.La boca de Kris recorrió el rostro de Tao y se detuvo en sus labios durante un breve y perturbador momento.—Lo sé. Ahora estoy más fuerte y puedo cuidar bien de ti, mi pequeño pelirrojo.Tao levantó las cejas y frunció el entrecejo.—No me refería precisamente a eso. No seas así conmigo. Eso me pone más enfermo que buscar algún humano atractivo para alimentarme.Era evidente que le estaba tomando el pelo. Aunque él lo sabía, por un momento una nube de celos invadió su mente. Surgió la rabia y tuvo que controlarse. Al momento se dio cuenta de que tenía suerte de que el no quisiera alimentarse de ningún otro hombre. Algo en su fragmentada mente o quizás en su naturaleza posesiva, no lo soportaba. Ningún hombre, humano o carpatiano, iba a estar totalmente a salvo hasta que él aprendiera a controlar su temor a perderlo. Kris se pasó la mano por el pelo.—Todavía me queda mucho para volver a la normalidad absoluta.El soltó una carcajada.—Nunca ha dicho nadie que fueras normal, Kris.Sus bromas le aliviaron y se rió con el.—Quédate aquí, pelirrojo. Quédate a salvo por mí.El se reclinó perezosamente sobre la roca plana. Su pelo rojo brillante estaba esparcido formando como una pequeña cortina brillante como el cobre. Las nítidas líneas de su cuerpo desnudo, su pecho hinchado y duro y sus rizos salvajes le incitaban. Kris se apartó de el. Tendría que aprender mucho sobre autocontrol en los próximos siglos. Se giró de golpe y se marchó.Una vez hubo atravesado la pequeña entrada que conducía de nuevo al túnel cambió de forma mientras corría a toda velocidad por los intricados pasadizos. Su cuerpo se comprimía, se reducía hasta llegar a convertirse en la criatura que aterraba a Tao. Las pequeñas alas le facilitaron el desplazamiento por el laberinto de túneles, hasta el atajo. Era una pequeña chimenea que se había formado con el paso de los siglos gracias al incesante goteo del agua. Se introdujo en la misma y se proyectó hacia el cielo de la noche. Casi al instante su cuerpo volvió a transmutarse en pleno vuelo, adoptando la forma más grande, poderosa y formidable de un búho. Las patas con garras y el pico encorvado, las plumas gruesas y los ojos que ven en la oscuridad eran buenas herramientas. Se dirigió hacia el bosque donde estaba la cabaña con los tres cazadores. Kris había ordenado que se reunieran allí. Se quedarían toda la noche, sin poder adivinar la razón, pero incapaces de desobedecer la sugestión hipnótica. Ya había bebido su sangre, dirigido sus mentes en otra ocasión y podía llamarles cuando lo necesitara. Los cazadores no tenían intención de pasar la noche allí, puesto que aquel paraje era inhóspito para ellos y empezaban a creer en las supersticiones de los lugareños. Él sabía que los recuerdos que les había implantado permanecerían el tiempo que quisiera y que siempre responderían a sus órdenes si así lo deseaba.La belleza de la noche, vista a través de los ojos del búho era increíble. A lo lejos y debajo suyo, en el suelo del bosque, los animales corrían para cobijarse. El dosel verde de árboles se mecía con el viento, creando una hermosa coreografía. La brisa pasaba a través de sus alas, las elevaba y le daban velocidad lo cual le producía un sentimiento de gozo y poder. Divisó la cabaña y empezó el descenso.Casi inmediatamente se dio cuenta de que algo no iba bien. No salía humo de la chimenea y en una noche semejante los tres cazadores necesitarían calentarse. El búho bajó planeando y extendió las patas. Aterrizó en forma de hombre y con todos los sentidos bien alerta ante cualquier posible peligro, inspeccionando cuidadosamente la zona. No captó signos de vida, olía la muerte. El hedor le llegaba a la nariz mezclado con el aroma picante del terror. Alguien había muerto violentamente y antes de morir había sabido que iba a terminar de ese modo. Kris se movía con cuidado, disfrazando su presencia a la vista de los humanos. No detectó a nadie en la zona inmediata, pero tampoco había detectado a Smith o a Wallace. No notó ninguna amenaza, por lo que siguió avanzando hacia la oscura cabaña.Encontró el primer cadáver al lado del porche. El hombre estaba esposado, tenía el cuello destrozado con una herida brutal y profunda, como si un animal salvaje le hubiera atacado y matado. Le habían vaciado de sangre. Kris se puso al lado del cadáver del cazador durante un momento, furioso consigo mismo por haber expuesto innecesariamente a los humanos al peligro. Era evidente que Rand sabía que necesitaría alimentarse con frecuencia, por lo que terminar con su suministro era lo más eficaz.Kris se quedó muy quieto mientras inspeccionaba su entorno. La matanza era reciente, hacía pocos minutos, el cuerpo todavía estaba caliente. El vampiro estaba cerca esperándole. No dudaba de que él era el próximo en su lista. No podía detectarle, sin embargo, sabía con toda seguridad que estaba siendo observado. Respiró profundamente y dejó que su demonio interior se despertara con un feroz rugido. Kris notó un leve movimiento en su mente, una pregunta dulce y amable.- No intentes contactar conmigo, Tao. El vampiro está cerca e intenta tenderme una trampa. No puedo distraerme.- ¡Entonces, voy a buscarte! —Dijo Tao alarmado.Kris casi podía ver su rostro, sus enormes ojos verdes abiertos como platos, llenos de preocupación y la barbilla levantada con determinación.- Haz lo que te digo, Tao. No puedo preocuparme por ambos y tener éxito. —Utilizó su voz más firme y le dio un empujón mentalmente.Podía notar su rechazo a obedecerle, pero no protestó más, por temor a ponerle en peligro. Kris subió por la escalera con sigilo. La puerta estaba entornada, el viento la empujaba abriéndola y cerrándola suavemente. Las bisagras eran viejas y estaban oxidadas y chirriaban con cada empujón del viento. Kris se introdujo en la cabaña donde reinaba el olor a miedo y a muerte, el irresistible olor de la sangre.El suelo era una piscina oscura, casi líquido negro, pegajoso y denso. Los dos cuerpos habían sido arrinconados de cualquier manera después de que el vampiro se hubo saciado de la substancia cargada de adrenalina.Había vaciado deliberadamente los cuerpos de sangre para que el olor de la misma acuciara más el hambre de Kris. También se aseguró de que no le quedara nada para calmar esa ansiedad, esa hambre devoradora. Esta se acrecentaba continuamente, debilitaba su cuerpo y le restaba fuerza.- No, no es así, Kris. —La voz de Tao sonó dulce y nítida en su cabeza—. No estás débil. Eres fuerte, muy fuerte y sano. El vampiro te ha tendido otra trampa. Sal de la cabaña, sal al exterior. Eres joven y fuerte. No puede hacerte nada. —En su mente había una confianza total en él, apenas había sombra de duda o preocupación. El confiaba en él, por lo que Kris no podía hacer más que seguir su guía y confiar en sí mismo.Registró detenidamente el interior de la cabaña, en busca de trampas ocultas. Cuando el sentimiento lúgubre le volvía a acechar contactaba con Tao para tranquilizarle. El siempre estaba con él, totalmente leal, dispuesto a hacer que él se viera como el le veía a él. La confianza que el tenía en él, le permitió ver que la trampa del vampiro se apoderaba de su mente. De pronto, sonrió con buen humor. Reconoció la habilidad del vampiro para crear ilusiones y su poder, pero Tao había roto el encanto con su inquebrantable fe en él. Kris era lo bastante fuerte como para enfrentarse al muerto viviente, sólo tenía que ser capaz de detectar las trampas mentales que le ponía.Kris salió a respirar el aire fresco de la noche. El viento empujaba su ropa y peinaba su cabellera. Un lobo solitario aullaba incesantemente en busca de una compañera. El sonido le atrapó, le conmovió, levantó la cabeza y se dejó llevar por la noche. El lobo estaba alejado de sus compañeros, un marginado, que no comprendía su naturaleza depredadora.Un sonido le alertó, un pequeño crujido en el sotobosque, pero fue suficiente para alejar su mente del lobo y volver al enemigo que le estaba acechando. Se colocó en posición de ataque agazapado. Cuando giró la cabeza Rand salió de su escondite. Estaba empapado de sangre, con los colmillos fuera, los ojos enrojecidos y las uñas largas en forma de garras. Su piel enrojecida debido a su última matanza, se estiraba tersa contra su cráneo, parecía la muerte caminando hacia él.—Sabía que dejarías a tu novio para venir a abastecerte de los humanos. No pudiste resistir al ver la sangre allí desparramada —dijo Rand con una voz cargada de desprecio.Las cejas de Kris se elevaron casi de manera imperceptible.—Parece que quieres conseguir todo lo que deseas. ¿Incluye eso los compañeros de otros hombres?La boca de Rand adoptó una mueca desagradable. 

~Dark Desire~ [Kristao] #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora