XII

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Baeckhyun se estaba cobijando en el porche, levantó la cabeza hacia el cielo con los ojos cerrados. Unas gotitas de sudor salpicaban su frente y sus dedos se retorcían compulsivamente sobre su estómago. No estaba con los otros, sino más bien en alguna otra parte fuera de su cuerpo concentrándose en descubrir dónde estaba Kai. Detrás de el se encontraba su siniestro e intimidante esposo, evidentemente conectado con el. Chanyeol se parecía un poco a Kris que Tao no podía apartar la mirada de él. Cuando el entró en el porche detrás de Kris, vio claramente que Chanyeol estaba furioso. Hervía de rabia, la violencia estaba muy cerca de aflorar a la superficie, sin embargo su postura era puramente protectora. Se había colocado entre Baeckhyun y la cruenta tormenta. Yugyeom era como una estatua, su rostro una máscara, sus plateados ojos vacíos como la muerte, pero Tao guardó una sana distancia. Había algo peligroso en su extraordinaria quietud. Tao sentía que no podía comprender la complejidad del hombre carpatiano. Yugyeom observaba a Baeckhyun a través de sus ojos medio cerrados e inquietos, ojos que veían demasiado. De pronto, soltó un improperio, en un tono grave y vicioso, sorprendente en alguien de su rango y poder.
—El no debería arriesgarse. Va a tener un hijo. Los ojos de Yugyeom se encontraron con los de Kris, rayos plateados y hielo negro. Compenetración total entre ambos hombres. Tao contactó con la mente de Kris rápidamente para intentar comprender qué estaba pasando allí. El embarazo de Baeckhyun, si es que estaba embarazado, lo cambiaba todo, al menos según los hombres. Tao no veía prueba alguna de embarazo
—A Baeckhyun se le veía tan delgado como siempre— pero no ponía en duda la palabra del sanador. Parecía infalible, completamente invencible. Los bebés eran lo más importante para los hombres. Le sorprendió, incluso conmocionó, el modo en que contemplaban el embarazo. Era un milagro para ambos. El bebé era más importante que ninguna de sus vidas. Tao estaba confundido. A pesar de los fragmentados recuerdos de Kris, su instinto protector era extraordinariamente fuerte.
—Es consciente de lo que tiene a su alrededor, pero no se puede mover. Hasta su mente está bloqueada y quieta. Está paralizado.
—La voz de Baeckhyun sobresaltó a Tao, lo devolvió a la tormenta y a su misión de rescate. Era evidente que Baeckhyun hablaba de Kai—. No se puede mover ni llamarnos, ni siquiera mentalmente. Está oscuro y húmedo y sabe que sufrirá mucho antes de que terminen con él.
—Baeckhyun movió sus manos sobre su vientre como protegiéndolo. El sanador se movió a una velocidad increíble, lo tomó del brazo y lo arrastró a la intemperie en medio de la terrible tormenta. Yugyeom cogió a Chanyeol por la camisa y le arrastró también bajo la cortina de agua.
—¡Te ordeno que interrumpas tu estado de trance ahora, Baeckhyun! —le ordenó Yugyeom. Les zarandeó a los dos—.¡Dejadle ahora!
Kris saltó sobre su hermano, le agarró y le abofeteó una vez, dos veces.
—¡Vuelve! —le dijo con un grito ronco. Tao se mordió el labio aterrorizado. La pareja estaba totalmente conectada y parecía haber caído en la trampa del vampiro junto con Kai. Yugyeom condujo a Baeckhyun más lejos exponiéndolo por completo a la tormenta. Kria empujó a Chanyeol detrás de ellos. Chanyeol se recuperó primero. Parpadeó ante su hermano, miró a su alrededor como si todavía no fuera del todo consciente de dónde estaba. Entonces, instintivamente, fue a buscar a Baeckhyun.
—Hazlo volver, Chanyeol. Ve tras de el. Guíalo para que regrese. Esto es demasiado peligroso. Incluso con mi conexión con el sigue atrapado —dijo Yugyeom—. Estamos tratando con algo más que un simple vampiro. Éste es un experto en magia negra y en el uso de plantas y piedras de poder. Sé lo que ha hecho y cómo lo está haciendo. Chanyeol atrajo a Baeckhyun contra su cuerpo, sus ojos negros denotaban su cansancio mental. Baeckhyun parpadeó y miró a su alrededor, parecía sorprendido de verse bajo la lluvia. Se puso la mano en la sien en un gesto de dolor.
—Deja de mirarme. Me siento como si fuera un bicho raro. —Parecía herido y escondió la cabeza en el pecho de Chanyeol. Sus brazos lo rodearon y le ofrecieron el refugio de su cuerpo, inclinó la cabeza amorosamente hacia el. Fue un gesto tan íntimo que Tao giró la cabeza. Para su desconcierto se dio cuenta de que el sanador lo estaba estudiando. Tao se acercó a Kris, buscando inconscientemente protección del escrutinio al que estaba siendo sometido.
—Necesitas alimentarte —le dijo el sanador con amabilidad.
—Cuando tenga hambre ya comeré —respondió el tajante—. No tienes por qué preocuparte de nosotros. Sé cuidar de mí mismo. Los ojos plateados vieron a través de la mentira.
—Tu hambre se irradia a través de tu cuerpo y tu debilidad podría ponernos a todos en peligro.
—Luego dirigió su poderosa mirada a Baeckhyun. Baeckhyun se retorcía claramente.
—Cállate, Yugyeom —le dijo dirigiéndole una feroz mirada con sus ojos azules. Una leve sonrisa curvó su boca, que no se reflejó en sus ojos.
—No he dicho nada.
—Has dicho demasiado y tú lo sabes.
—El levantó la barbilla en actitud beligerante—. Tu sentido de la superioridad masculino basta para hacer gritar a un doncel. Sinceramente, Yugyeom, toda tu lógica fría vuelve loca a una persona.
—Dejó que Chanyeol lo condujera al porche.
—La lógica funciona, a diferencia de los donceles emocionales. —Respondió Yugyeom sin inmutarse—. Tu primera obligación es proteger a su hijo. Nuestra prioridad es protegerte. —Su mirada plateada censuró a Chanyeol.
—No estás seguro de que esté embarazado. —No juegues conmigo Baeckhyun. A veces tus modales rebeldes son tediosos. Sé que vas a tener un hijo. No puedes ocultarme algo así. Chanyeol sabe que es cierto y sabe que no puede permitir que corras el riesgo de involucrarte en esta misión en tu estado.
Baeckhyun se apartó su pelo de ébano.
—Nadie me da permiso para hacer algo. Soy yo quien decide. Nací y me crié como humano, Yugyeom —recalcó el—. Sólo puedo ser yo mismo. Kai es mi amigo y está en una situación desesperada. Sólo intento ayudarle.
—Si tienes tan cautivada a tu pareja que te permite hacer semejante tontería —replicó Yugyeom lanzando una suave amenaza— entonces, no puedo hacer otra cosa que protegerte yo.
—¡No hables de Chanyeol de ese modo! —contestó Baeckhyun furioso.
- ¿Realmente sabes cómo sacar de quicio a los donceles, verdad? —le dijo Chanyeol, aunque comprendía perfectamente a Yugyeom y sentía que tenía razón. Yugyeom no le miró, simplemente se quedó contemplando la tormenta.
- El hijo que lleva en su vientre es mi alma gemela. Es un doncel y me pertenece .
—Era sin duda una clara señal de advertencia y una amenaza real. En todos los siglos que llevaban juntos jamás había sucedido algo semejante. Chanyeol cerró inmediatamente su conexión con Baeckhyun. El jamás podría entender cómo se sintió Yugyeom. Sin un compañero, el sanador no tendría otra opción que acabar autodestruyéndose o convertirse en la encarnación del mal. En un vampiro. En un muerto viviente. Yugyeom llevaba muchos siglos esperando a su alma gemela, resistiendo aún cuando otros más jóvenes que él ya habían sucumbido. Yugyeom había defendido a su gente, vivido una existencia solitaria para garantizar la seguridad de su raza. Estaba mucho más solo que los otros de su especie y era mucho más susceptible a la llamada del poder puesto que tenía que cazar y matar con frecuencia. Chanyeol no podía culpar a su viejo amigo por su actitud posesiva y protectora hacia el bebe aún nonato. Habló con tranquilidad y firmeza intentando evitar la confrontación. Yugyeom llevaba tanto tiempo esperando, que la promesa de encontrar a su compañero podía conducirle al abismo de la locura si sentía que había peligro para el niño.
- Baeckhyun no es como los donceles carpatianos, siempre lo has sabido y aceptado no permanecerá recluido en una ocasión así.
Se consumiría y moriría. Yugyeom dio un gruñido con un ruido sordo y amenazador que dejó helado a Tao, puso a Kris en posición de ataque agachado y obligó a Chanyeol a cambiar de posición para defenderse mejor. Baeckhyun empujó el poderoso cuerpo de Chanyeol y sin miedo le puso una mano en el brazo del sanador. Todos los demás podían pensar que Yugyeom atacaría en cualquier momento, pero había esperado siglos y sabía que no le haría ningún daño a el ni a su hijo.
—Yugyeom, no te enfades con Chanyeol. —Su voz era dulce y suave—. Su primer deber conmigo es velar por mi felicidad.
—Es velar por tu seguridad. —La voz de Yugyeom era una mezcla entre ardor y razón.
—En cierto modo es lo mismo. No le culpes por tener que adaptarse a lo que tú consideras mis defectos. Este asunto no ha sido fácil ni para él, ni para mí. Podíamos haber esperado a que yo estuviera más familiarizada con la forma de vida carpatiana, pero eso habría supuesto más tiempo del que tú tienes. Tú eres mucho más que un gran amigo para nosotros, eres nuestra familia, formas parte de nuestro corazón. No queríamos arriesgarnos a perderte. Los dos rezamos para que este bebé sea un doncel o una niña y que crezca queriéndote y amándote como nosotros te queremos a ti, con la esperanza que el sea tu otra mitad. Yugyeom se movió como si fuera a decir algo.
- ¡No digas nada! —Susurró Chanyeol en la cabeza del sanador—. El piensa que el niño tendrá alguna elección. Yugyeom asintió mentalmente con la cabeza. Si Chanyeol había optado por permitir que su esposo albergara el reconfortante, aunque falso pensamiento de que su hijo tendría alguna elección en ese asunto, que así fuera. Tao estaba atónito al ver que un hombre tan poderoso, un líder como Chanyeol, permitiera con esa calma que un hombre le gruñera y le reprendiera como había hecho Yugyeom. El veía que el hermano de Kris era un hombre con un carácter muy fuerte y el amor y la emoción que había en él y en Baeckhyun hicieron brotar lágrimas de sus ojos. Esa era la familia de Kris, su legado y había mucho amor, un verdadero afecto entre ellos, que les hacía capaces de realizar cualquier sacrificio. Le dio la mano a Kris y se la apretó con el sentimiento de que el tenía algo en común con Baeckhyun. Los ojos azules de Baeckhyun no se apartaban de Yugyeom.
—Si quieres examinarme para determinar el sexo del bebé puedes hacerlo. —El levantó la barbilla—. Pero si tú quieres que te acepte tal como eres, con tu naturaleza de depredador, tú también habrás de aceptarme tal como soy. Mi corazón y mi alma puede que sean carpatianos, pero mi mente es humana. No dejaré que me pongáis en un estante porque mi esposo lo considere necesario. Los donceles humanos hace mucho tiempo que salieron de la prehistoria. Mi lugar está al lado de Chanyeol y yo he de tomar mis propias decisiones. Si consideras oportuno sumar tu protección a la de Chanyeol te estaré muy agradecido. Se hizo un largo silencio y el rojo resplandor se desvaneció lentamente de sus punzantes ojos plateados. Yugyeom movió lentamente la cabeza con un gran hastío. Este doncel era muy diferente de los de su raza. Temerario. Compasivo. Inconsciente de cada tabú que rompía. Yugyeom le puso la mano en el vientre con los dedos abiertos. Se concentró y salió de su cuerpo. Se le cortó la respiración en la garganta y su corazón pareció fundirse. Se movió deliberadamente para rodear al diminuto ser, fusionando su luz y su voluntad durante una décima de segundo. No cabía la menor duda. Era su alma gemela, lo defendería con todas las armas de que dispusiera, desde el vínculo de sangre hasta compartir la mente. Nadie era tan poderoso como él. Esa niño era suyo, sólo suyo. Podría esperar hasta que fuera mayor de edad.
—Lo conseguimos, ¿verdad? —dijo Baeckhyun suavemente, devolviendo a Yugyeom a su cuerpo—. Es un doncel. Yugyeom se apartó de Baeckhyun tratando de guardar la compostura con su enorme fuerza de voluntad.
—Pocos donceles carpatianos llevan a buen término su embarazo. El bebé rara vez sobrevive al primer año de vida. No estés tan seguro de que estemos fuera de peligro. Has de descansar y necesitas cuidados. El bebé es lo primero. Kai diría lo mismo. Chanyeol ha de alejarte de aquí, fuera del alcance del vampiro y de los asesinos. Yo perseguiré y libraré a nuestra gente del peligro mientras tu compañero cuida de ti. —La voz de Yugyeom era grave y de tonalidades plateadas, eran tonos de luz que se movían y danzaban. Era casi imposible resistirse. Era una experiencia muy relajante y parecía razonable. Baeckhyun tuvo que refrenar su compulsión de cumplir su deseo.
—No se te ocurra intentar eso conmigo, Yugyeom —le dijo mirándole e incluyendo a Chanyeol en la mirada.
—Y tú, grandullón le habrías seguido como el macho que salta de árbol en árbol que eres. Mira a estos chicos, Tao, son imposibles. Harían cualquier cosa por imponer su voluntad. —Tao sonrió.
—Ya me he dado cuenta.
—Era un alivio ver que Baeckhyun había aprendido a plantar cara a sus hombres. Tao era igual de fuerte.
—No puedo dejar a Kai ahí fuera para que sufra el mismo destino que Kris. —Insistió el tozudamente, mirando a Tao en busca de apoyo—. No podemos hacerlo. Tao había visto con sus propios ojos de lo que eran capaces los carniceros humanos y tampoco estaba dispuesta a dejar que Kai corriera la misma suerte, del mismo modo que tampoco abandonaría a Kris en esa situación. El asintió con la cabeza.
—Una vez hayamos localizado a Kai, podéis ir a buscarle. Yo me quedaré con Baeckhyun y os esperaremos aquí. El vampiro no puede salir cuando ha amanecido y tenemos armas por si aparecen los humanos.
—De cualquier modo, Chanyeol, sabes que podéis protegernos de los humanos aunque estéis lejos —le recordó Baeckhyun. Tao tiene razón sanador.
—Kris de pronto apoyó a los donceles. Estaba en deuda con Kai. No podía permitir que nadie sufriera como había sufrido él. Miró a Yugyeom.
—Te has dado cuenta de que Baeckhyun y Chanyeol tenían problemas cuando sus mentes estaban conectadas con la de Kai. ¿Qué ha pasado? ¿Cómo consigue atraparnos el vampiro?
—Atrapó a Baeckhyun y luego a mí a través de Kai, una hazaña increíble —admitió Chanyeol. Luego se frotó la barbilla en un gesto de dolor—. ¿No te habrás pasado demasiado pegándome, hermano? Los dientes de Kris dejaron al descubierto su blancura en un gesto que se acercaba a una sonrisa. No podía hacer más que admirar la frialdad de Chanyeol en medio de una amenaza tan letal como la del sanador y la del vampiro juntas. Ser capaz de hacer bromas, dejando a un lado el ego del varón carpatiano, era casi un milagro. Los fragmentos de su memoria se precipitaban, recuerdos de grandeza, de un ser poderoso entregado a la conservación de su especie. Sus brazos rodearon a Tao, su conexión con la realidad, su puente entre su pasado olvidado y el presente. Tao respondió al momento, tan sintonizado con él que no necesitó pensarlo ni un segundo. Inmediatamente se apoyó en él inundando la mente de Kris de consuelo y amor.
—Hay una raíz —explicó Yugyeom—. Se puede moler hasta convertirla en un fino polvo y se mezcla con dos tipos de frutos del bosque y salvia. Se hierve hasta que se vuelve espesa, hasta que se ha evaporado todo el líquido y el gel que queda se mezcla con el veneno de un sapo de San Antonio. Estoy seguro de que el vampiro está utilizando esta pócima. La receta es muy antigua y se ha perdido, sólo la conocemos los que hemos estudiado alquimia y magia negra. Sólo sé de otros dos, aparte de mí que podrían conocerla.
—Sehun —dijo Chanyeol en tono bajo— o Lay.
—No puede ser —dijo Yugyeom—. Notaría su presencia en nuestra tierra. Aunque se hubieran transformado, les reconocería a ambos.
—¿Qué hace exactamente esta droga? —preguntó Tao. La identidad del vampiro a el le parecía secundaria, pero estaba muy interesado en los efectos de semejante mezcla. El tenía un profundo conocimiento de las plantas medicinales. Las más comunes como la dedalera o el rododendro podían producir parálisis. También sabía que el veneno de sapo podía ser letal. Tribus de algunas partes del mundo habían descubierto sus propiedades y lo usaban para envenenar las puntas de sus flechas, cerbatanas y lanzas. De algún modo la mezcla de la raíz, las bayas y la toxina paralizaban el sistema nervioso e incluso podían afectar a la mente, pero ¿cómo la administraba?
—Ha de entrar en el torrente sanguíneo —dijo Yugyeom.
—¿Quién podía acercarse lo suficiente a un carpatiano para inyectárselo? Incluso un vampiro lo bastante astuto como para disfrazar su verdadera naturaleza no tendría fuerza suficiente para dominar a alguien de la estatura de Kris. Es inconcebible —dijo Chanyeol—. Kris era un cazador, un administrador de justicia. Durante el tiempo en que diezmaron a nuestro pueblo, él era doblemente precavido.
—El vampiro le engañó. Es el arma habitual de un traidor, ¿no es cierto? —Les informó Yugyeom pausadamente—. Está amaneciendo, hemos de darnos prisa. La lluvia rompía el silencio, el viento movía los árboles. Kris miraba el bosque sin ver. Los fragmentos de su memoria le engañaban y le susurraban. «Sangre, mucha sangre.» Las palabras surgieron sin más. Se tocó inconscientemente el cuello y frunció el entrecejo.
—Fue la trampa de un cazador, un alambre casi invisible me cortó el cuello. Nadie se movió ni dijo una palabra para que Kris no perdiera su concentración. Tao retenía hasta la respiración. La memoria era muy importante para Kris y en estos momentos podía salvarle la vida a Kai. El podía sentir el dolor agudo que se producía en su mente, notó cómo lo bloqueaba, enfocándose en recordar. Se pasó el dedo unas cuantas veces por el entrecejo y luego volvió a fruncirlo ligeramente.
—Estaba débil. Entonces llegó él y me ofreció su sangre. No quería ofenderle, pero no quería aceptarla. Él era...me molestó.
—Kris se detuvo y se apretó con fuerza las sienes—. No puedo verle.
—Miró a Tao con desesperación, con ojos de angustia—. No sé quién es. Tao le abrazó mental y físicamente, odiaba esas arrugas de cansancio y dolor que se marcaban en su hermoso rostro.
- Hace dos días apenas podías tenerte en pie y no recordabas nada. Es un milagro, Kris. Lo que estás consiguiendo es un milagro .
—El intentó consolarle al darse cuenta enseguida de que no soportaba el hecho de no poder dar más detalles.
—Ya basta por el momento —dijo Yugyeom, su voz era como un bálsamo. Tocó las sienes de Kris, inhaló profundo y se concentró para ayudarle a salir del cuerpo. Tao pudo sentir cómo desaparecía el dolor y Kris se quedaba en calma y sereno. El poder del sanador era extraordinario. El también lo quería, empezaba a sentirlo en su interior, surgía para seguir la luz del sanador. La voz de Yugyeom rompió el trance.
—Debiste haber aceptado su ofrecimiento. El veneno está en la sangre del traidor.
—¿Qué le inmuniza a él? Chanyeol dio un silbido tan letal que estremeció a Tao. Había algo muy letal en todos esos hombres, algo muy distinto de sus homólogos humanos. Aceptaban la violencia con la misma facilidad que los animales del bosque. Eran depredadores, se veía en el modo en que se movían, actuaban y pensaban. Yugyeom hizo un pequeño círculo en el porche. A Tao le pareció interesante que los tres hombres se situaran entre el amanecer y los donceles. —Hay formas de conseguirlo, pero ahora no tenemos tiempo para hablar de ello, porque hemos de actuar sin demora. ¿Baeckhyun, cuando te conectaste con Kai pudiste captar en qué dirección se encontraba?
—No estaba solo. Estaba en alguna parte bajo tierra, quizás una cueva. Era húmeda y llena de moho. No estaba muy lejos de aquí.
—Baeckhyun miró a Chanyeol con ojos tristes, temiendo que no había podido proporcionarles la información que necesitaban para encontrar a tiempo al carpatiano. Un día con los carniceros humanos y sin duda Kai gozaría de una muerte lenta. Chanyeol entrelazó sus dedos con Baeckhyun y se llevó sus nudillos a la boca besándolos en un gesto de comprensión y compenetración.
—La bodega, Kris —dijo de pronto Tao excitado—. Le han llevado a la bodega. No pueden conocer muy bien esta tierra e irán a un lugar conocido donde les ha ido bien. Les conozco, son muy arrogantes, especialmente Don Wallace. Sería propio de él utilizar el mismo sitio, pensando que así os daría en las narices a todos.
—Habría humedad y moho de acuerdo, pero habrán visto que el ataúd de Kris ya no está. Sabrán que el lugar ha sido descubierto recientemente —arguyó Chanyeol con sentido común.
—Cierto, pero ¿no les habrá dicho ya el vampiro que Kris está vivo? Nos vio a Kris y a mí en el bosque con Kai —respondió Tao. Se creerán a salvo porque se supone que todos nosotros deberíamos estar a cubierto durante el día. Creedme ese es justamente el tipo de acción propia de un ser como Wallace. Cree que todos sois vampiros y que no podéis salir a horas diurnas.
—Este Wallace —dijo Chanyeol en voz baja— es el sobrino de Eugene Slovensky, enemigo de todos los carpatianos. Hace tiempo tuvimos un breve encuentro. Creo que el joven tiene razón. Se cree más inteligente y astuto que nosotros.
—Sehun hubiera prestado un gran servicio a su raza si le hubiera eliminado cuando tuvo ocasión —observó Yugyeom—. Esa noche todos estábamos bajo mucha presión, con Chanyeol herido y Baeckhyun en manos de aquellos locos.
—Quizás este Sehun ya se haya transformado —especuló Tao. Yugyeom movió la cabeza despacio.
—No se transformó entonces y todavía no se ha transformado ahora. Es muy poderoso, tanto como Chanyeol y yo, el mundo lo sabría si uno de nuestra talla se hubiera convertido en la más temida de las criaturas. No, no es Sehun. De todos modos, tiene un hermano gemelo, tan poderoso como él o más, que sabría al instante si Sehun se ha transformado.
—La voz de Yugyeom era grave y suave, llena de certeza. Tao movió la cabeza para deshacerse del efecto hipnótico. El poder de Yugyeom lo asustaba. Sólo con su voz podía hacerlo casi todo, provocar cualquier tipo de reacción en cualquiera de ellos. Nadie debería tener tanto poder.
—¿Por qué no podemos detectar al vampiro cuando está cerca? —preguntó Chanyeol al aire—. He inspeccionado la zona y no puedo detectar a nadie de nuestra raza, ni siquiera a Kai.
—Tao pudo detectar al vampiro y yo no pude —dijo Kris—. Al principio no estaba seguro en hacerle caso pero pude sentirlo cuando nos fusionamos. Tao levantó la barbilla desafiante.
—¿Crees que puedes explicar cómo han tramado todo esto sanador? ¿Cómo puede alguien haberlo hecho?
Yugyeom dirigió todo el poder de sus magnéticos ojos plateados sobre el.
—Puedo hacer que la tierra tiemble bajo tus pies y atraer al rayo desde el cielo con una orden. Puedo cortarte la respiración con un solo pensamiento. Soy todas las cosas desde un ratón hasta un lobo que corre en libertad. ¿No te basta para creer? —le preguntó suavemente. Su voz era como un arma de magia negra. Eso es lo que el creía. Se estremeció y se acercó a Kris. Todos confiaban en Yugyeom, ¿no era acaso uno de los ancianos? Todos le habían dicho que un vampiro podía ocultarse, aparentar normal. Nadie sospechaba de él. Todos reconocían que era el más peligroso por su conocimiento que se había acrecentado durante los siglos. Y era su sanador, les había dado su sangre a todos. Su cerebro recomponía las piezas del rompecabezas.
- Es imposible —dijo Kris leyendo sus pensamientos.
- ¿Por qué? —preguntó el.
- Chanyeol lo sabría. No sé cómo lo sé, pero lo sé, Yugyeom no podría engañar a Chanyeol. El dio un pequeño suspiro de exasperación. Kris ocultó su sonrisa ante su petulancia. Realmente odiaba el modo en que Yugyeom trataba a los donceles.
—Hay un humano a unos pocos kilómetros de aquí —afirmó Chanyeol—. No puedo detectar a nadie más. Se encuentra en la dirección de la antigua casa de Kris. ¿Vamos? La luz empezaba a despuntar en el cielo, había parches grises a pesar de las oscuras y borrascosas nubes y de la lluvia constante.
—Vamos, Chanyeol —dijo Baeckhyun—. Tenéis que ir, de lo contrario siempre sentiré que he sido yo quien le ha matado. Si no vais será por mi culpa.
—Tenéis que ir —insistió Tao, mirando a Kris a los ojos. Él también lo miró, Tao sentía una gran convicción. Llegaría un día en que Kris también podría recordar su infancia, su gran amistad con Kai y cómo él se había negado a su intento de reconciliación. Tenía que hacerlo por el bien de su propia mente.
- Lo sé .
—Su respuesta fue un sutil asentimiento mental mientras compartía los pensamientos de Tao—. Iré, Chanyeol —dijo en voz alta—. Quédate tú y protege a los donceles. Es la única forma.
—Bien podría ser una trampa —advirtió Yugyeom—. Es más que probable que sea una trampa. De lo contrario esto supondría un descuido por parte de alguien tan astuto.
—Esa es la razón por la que debéis ir todos —dijo Baeckhyun—. Tao y yo esperaremos aquí. Mientras esperamos podemos destruir todas las pruebas de su investigación. Tao no pudo evitar que se le escapara un grito de indignación. Levantó la barbilla desafiante. No se iba a dejar intimidar por esas poderosas criaturas. Sus ojos fueron de uno a otro con rapidez.
—He pasado varios años de mi vida recopilando datos —dijo acalorado. Baeckhyun lo cogió de la mano y se la apretó en un gesto de advertencia. Le dio un estirón para apartarlo de Kris y llevarlo hasta la puerta de la cabaña.
—Muy bien Tao, ya hablaremos de ello.
—Tendréis que abandonar este lugar y poneros a resguardo si se hace demasiado tarde o recibís una advertencia nuestra —instruyó Chanyeol a su compañero—. No quiero que ninguno juegue a los heroes. Quiero tu palabra. Baeckhyun sonrió mirándole a los ojos, asintiendo con ternura.
—Nunca pondré en peligro la vida de nuestro hijo, amor mío. Chanyeol se acercó a Baeckhyun y le acarició la cara, siguiendo su contorno con sus dedos que se deslizaban tiernamente por su piel mientras su forma se desvanecía, se contorsionaba y empezaba a dar chasquidos y a crujir. Creció pelo por sus brazos y su espalda. Su poderoso cuerpo se encorvó, dio un salto y se transformó en un lobo. Los ojos se Tao se pusieron como platos, atónito ante aquella súbita transformación. Ver al hombre convertirse en lobo era increíble. El corazón le latía con tal fuerza que temía que le fuera a estallar. No estaba seguro si se debía a la excitación y al asombro o al terror.
- ¡Kris!
- No pasa nada mi amor.
Para calmarlo se acercó a el y lo besó en la frente.
Es el modo en que nuestra raza utiliza a los animales. Para nosotros es normal y nos ayuda a proteger nuestra piel y ojos del sol. - Ya estoy bien, salvaje. He sufrido un pequeño sobresalto .
—Tao respiró profundamente para superar sus temblores. De pronto se dio cuenta de que seguía cogido de la mano de Baeckhyun y la soltó. Kris le dio otro beso en la frente antes de abandonar el porche y dirigirse hacia el bosque, asegurándose de que estaba fuera del alcance de la vista de Tao cuando su cuerpo empezara a cambiar. Los plateados ojos de Yugyeom se proyectaron sobre ambos donceles y luego concretamente sobre Tao.
—Hemos de proteger al bebé. Es inútil apelar al sentido común de Baeckhyun, pues carece del mismo y Chanyeol está tan enamorado de el que no puede ver cuál es su primera obligación, así que de ti depende. Por el bien de todos, protege a ese niño. ¿Me entiendes? Tao se sintió atrapado por esos ojos. No acababa de comprender sus razones pero veía su urgencia en su mirada. Tao asintió con la cabeza.
—Cuidaré de el, sanador.
—No es sólo por mí, sino por los humanos y carpatianos. Este niño debe vivir, Tao —reiteró—. Ha de vivir. Tao captó claramente la advertencia, la súplica de su de otro modo maldecida alma. Ese niño era su única esperanza. Por primera vez creyó que él no era el vampiro, que su miedo a convertirse en uno de ellos era muy intenso y que ese niño era su única esperanza de sobrevivir. Volvió a asentir con la cabeza mirándole directamente a los ojos donde pudo comprender el peligro. También por respeto hacia el, Yugyeom, se dirigió al bosque fuera del alcance de la vista de Tao para cambiar de forma y correr hacia las ruinas de la antigua casa de Kris. Baeckhyun abrió las puertas de la cabaña y entró para resguardarse de la tormenta.
—Ya te acostumbrarás. Cuando conocí a Chanyeol no tenía claro lo que era. Pensé que era un vidente como yo. Créeme me quedé conmocionado cuando me enteré. No tenía ni idea de que existiera una raza semejante. Tao le regaló una pequeña sonrisa. Regresar a su cabaña era reconfortante, con todas sus cosas.
—Todavía no estoy muy seguro de creerme todo esto. Vivo esperando despertarme un día de estos de nuevo en mi despacho en los Estados Unidos.
—Tomó una toalla y se la dio a Baeckhyun, luego se agenció otra para el. Tenía el pelo chorreando. Era tranquilizador para el hacer algo humano como secarse el pelo.
—Vivimos vidas relativamente normales, Tao. Chanyeol y yo tenemos una bonita casa en esta maravillosa tierra. Chanyeol tiene varios negocios. Tenemos amigos, buenos amigos. Viajamos. Lo que le sucedió a Kris fue una terrible tragedia para todos nosotros. Estoy contento de que te haya encontrado, todos lo estamos. Baeckhyun se acurrucó en una silla. La luz solar empezaba a pasar factura a su cuerpo. Tao se inclinó sobre Baeckhyun y lo examinó. Era un doncel hermoso, un poco pálido, con unos ojos de un color violeta poco habitual.
—Kris todavía está bastante enfermo. Se está esforzando por recuperar su pasado. Es muy difícil.
—Tao dio unos pasos, un tanto nervioso—. Estoy preocupado por él. No siempre cree estar cuerdo. Todavía hay mucho sufrimiento en él.
- ¿Tao? ¿Me necesitas? —Escuchó la voz de Kris con toda claridad, como si hubiera captado sus pensamientos. Se dio cuenta de que él jamás abandonaba del todo su mente. Debería haberse sentido mal, acechado, pero lo cierto era que se sentía seguro. Ya se estaba acostumbrando a su conexión.
- Estoy bien, Kris. Por favor ten cuidado .
—Poder hablar a través del tiempo y del espacio, contactar con él siempre que quisiera o lo necesitara, la certeza de que él
siempre sabría si el se hallaba en peligro le provocaba un sentimiento de euforia y una tremenda tranquilidad. Tao observó a Baeckhyun y al darse cuenta de su respiración rápida, se dirigió enseguida a el para tomarle el pulso. Baeckhyun se rió y lo apartó.
—Mi esposo me está haciendo trastadas. Le gusta que esté pensando en él cuando está fuera. Estoy bien. Te volverán loco, pero siempre resultan inquietantes y en general, son muy divertidos. Eso está bien, dado que nuestra vida es tan larga. ¿No te parece que sería horrible estar vinculado a alguien que fuera aburrido durante siglos?
—¿Hasta qué punto es peligroso  el sanador? Baeckhyun inhaló profundo. Chanyeol cree que Yugyeom es el más peligroso de todos los carpatianos y eso es mucho decir. Tiene más conocimiento que ninguno de ellos. Chanyeol ahora teme constantemente por él. Si se transformara en un vampiro, todos correríamos un grave peligro. Chanyeol le quiere mucho. Los dos le queremos. Esta es la razón por la que intentamos tener un hijo ahora, en lugar de esperar más. Para crear un compañero para él. Los carpatianos ya no tienen hijos donceles o hijas. Nadie sabe por qué, pero los bebés que nacen rara vez superan el año de vida. Tanto Chanyeol como Yugyeom creen que un compañero humano puede darles un doncel o una hija y creo que tienen razón, puesto que Yugyeom dice que mi bebé es un doncel. Él sabrá.
—Esa es la razón por la que mi padre anhelaba tanto un doncel o una niña. Mi madre nunca pudo llegar a decirle que estaba embarazada, pero en su diario ella escribió que él se sintió defraudado cuando Noelle tuvo un hijo varón.
—Conocí brevemente a tu padre —dijo Baeckhyun—. Se quedó muy conmocionado tras el asesinato de Noelle. Quería cazar a los asesinos, pero Chanyeol le dijo que era demasiado peligroso. Entonces le mandaron a dormir durante varios años.
—¿Simplemente se fue a dormir? —Tao estaba furioso aunque no adivinaba la razón. Pensar en un hombre durmiendo mientras su esposa yacía muerta, su amante embarazada y otra persona cuidando de su hijo, lo exasperaba. Tenía la impresión de que no le iba a gustar mucho su padre.
—Has de entenderles, Tao, el tipo de poder que tienen y su capacidad de destrucción. Pueden controlar la tierra, provocar un terremoto que podría destruir ciudades. El tema del control siempre ha sido de suma importancia para ellos. Alguien como Yugyeom es como una bomba de relojería. Él lo sabe. Chanyeol lo sabe, todos lo sabemos. Rand estaba tan desesperado que era peligroso para todos los que le rodeaban. Chanyeol hizo lo que creyó más oportuno para los humanos y los carpatianos. Rand obedeció porque Chanyeol es su líder. Nunca pareció estar demasiado apegado a nadie, mucho menos a su hijo. Incluso ahora, rara vez se le ve. Pasa la mayor parte del tiempo en la tierra. —Y Rand no dijo nada a nadie sobre mi madre —dijo Tao amargamente—. La vida de mi madre quedó destruida y él podía haberlo evitado.
—Lo siento, tu infancia debió ser terrible si tu madre era la verdadera alma gemela de Rand, entonces no hubiera podido sobrevivir sin él. En un vínculo del alma.
—Baeckhyun suspiró y miró a otra parte para no ver el reproche en la cara de Tao—. Noelle no era la verdadera compañera de Rand. Me gustaría pensar que ella le amaba, pero por lo que dicen todo me hace pensar que estaba obsesionada con él. No tengo ni la menor idea de por qué Rand soportó aquello. Noelle fue tonta de no esperar a su verdadera alma gemela. Rand es un hombre muy atractivo. Ella confundió la lujuria con el amor.
—Desde que leí el diario de mi madre por primera vez siempre deseé decirle a Rand que le consideraba un gusano. Yo no quiero que me pase con Kris lo que a ella le sucedió con él. No hasta el punto de no ocuparse de un hijo, de vivir como una muerta en vida, de esperar hasta que yo me valiera por mí mismo para marcharse.
—No todo el mundo es igual de fuerte, Tao —dijo Baeckhyun suavemente—. Mira Yugyeom, Sehun y su hermano Lay, todos ellos han durado mucho más tiempo que la mayoría. En todos estos años muchos se han transformado porque no han sido capaces de soportar la espera. ¿Por qué? ¿Por qué Yugyeom y no este vampiro? Lo que le sucedió a tu madre no te pasará a ti porque no eres la misma persona. Tú eres fuerte y tú madre no tenía forma de saber lo que le estaba sucediendo. Tao caminó por toda la habitación y de pronto se sintió inquieto. La conversación le estaba produciendo un nudo en el estómago ¿Era Yugyeom realmente capaz de provocar un terremoto que destruyera ciudades? Proteger al bebé nonato era más importante de lo que el hubiera podido imaginar. Cientos, quizás miles de vidas podían depender de ello. Eso era lo que Yugyeom intentaba transmitirle. Necesitaba a su hijo para sobrevivir mucho más tiempo sin convertirse en un vampiro.
—Lo siento Tao, te han lanzado al agua y se han olvidado de darte tu primera lección de natación. Me gustaría poder ayudarte —dijo Baeckhyun. —Siento que he tenido miedo durante tanto tiempo que no conozco otra forma de vida —confesó Tao—. Kris depende de mí para conservar su cordura y ahora está sucediendo todo esto. Espero que tengas razón Baeckhyun. Espero que realmente yo sea muy fuerte.

~Dark Desire~ [Kristao] #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora