Capítulo 1: Base.

5 0 0
                                    

"Crearé fuego aun con el corazón roto" Adele Lancima.

Un inicio puede darse de muchas maneras, en esta historia fue en el siglo XVI cuando la familia Lancima descubrió entre sus miembros a una joven capaz de controlar y manipular el fuego a su voluntad. Para ellos enterarse de que una "bruja" vivía entre sus miembros fue difícil, debido a que podían enfrentar un juicio por magia si alguien los descubría.

Por lo que la joven Adele Lancima fue llevada a uno de los castillos más remotos que pertenecía a su familia, con el fin de recluirse hasta el último de sus días.

Su estadía en ese frío y gris castillo, le ayudó a descubrir más cosas acerca de ella, poco a poco escribió pequeños relatos que fueron recabados para realizar un grimorio. Con ayuda de su inseparable mayordomo y amigo Jonás Saint Black, se dedicaron a escondidas de la familia Lancima de buscar jóvenes "especiales" que al igual que ella tuviera algún don que los diferenciara de un ser humano común.

No le tomó mucho tiempo para encontrar a tres jóvenes con dones tan maravillosos y singulares capaz de asombrar u horrorizar a cualquiera. Al cumplir treinta y cuatro años, Adele ya había reunido a un grupo de quince jóvenes brujos, a los que les dio cobijo en su castillo, investigó mucho sobre ellos, recabó toda la información que pudo y la vacío en el llamado "grimorio de Adele Lancima la primera bruja".

Ella se dio cuenta de que el don de la magia podía desarrollarlo cualquiera, no había un patrón sanguíneo o alguna conexión, era el azar de la vida quienes nacieran con ello. También se percató que aquellos elegidos para ser especiales debían enfrentar un precio, algo que ella llamó "pago por poder", ya que todo aquel que poseyera un don, no podía ser amado, a pesar de que se esforzara mucho por encontrar una pareja, no lo lograron y la mayoría de sus relaciones fracasaron.

Todo el grupo que estuvo bajo su cargo no tuvieron ninguna relación amorosa aún entre ellos, a lo mucho que podía anhelar un brujo era tener un hijo, una familia que lo quisiera, amigos, pero nunca consolidar el amor de pareja. En algunas ocasiones, el brujo o bruja podía conocer a alguien que los amara, pero ellos no podían experimentar lo mismo, es decir, el amor de esa persona no era correspondido.

Adele Lancima habló acerca de eso en sus escritos donde mencionó: "no todo se puede obtener en la vida", y el pago por ser "especial" era no ser amado por alguna pareja, algo que quizá a la vida le parecía un trato justo. Muchos de su círculo no aceptaron esa condición y trataron con desesperación de encontrar a alguien, por temor a terminar solos, pero a pesar de sus múltiples intentos no lo lograron. Muchos tuvieron hijos, y se avocaron a ellos; sin embargo, al pasar de los años, los pequeños bebes se convirtieron en niños, luego en adolescentes que se iban del lado de sus padres, dejando solos a todos aquellos brujos o brujas, su fin inevitable. El pago por ser diferente, por brillar más que los demás, un don a cambio de una soledad inevitable.

Al principio Adele como muchos otros intentaron ir en contra de eso, pero no les funciono. Ella se enamoró, puesto que lo dejó en sus escritos, nunca mencionó el nombre de la persona, pero si señaló que a pesar de sus intentos ella nunca fue correspondida, incluso se burló de sí misma, al considerarse una bruja poderosa que creaba fuego aun con el corazón siempre roto.

Para sobrellevar esa situación, Adele se enfocó en el castillo que luego convirtió en Academia, para ayudar a los nuevos brujos a entender más acerca de sí mismos, de aceptar lo que la vida les dio y quitó, al mismo tiempo. Hacer algo más con el poder que les fue otorgado, y darles un nuevo propósito, con la finalidad de sentirse menos solos.

Cuando Adele falleció a los sesenta y cinco años, la Academia quedó en manos de Jonás Saint Black, el cual, a pesar de no ser un brujo, ayudó a muchísimos jóvenes brujos inexpertos. Se dedicó a continuar con las metas que Adele dejó, fue así como de forma sucesiva la rectoría de la Academia Lancima, fue pasando de manos en manos de la familia Saint Black, con apoyo de un consejo conformado por las familias más antiguas que lograron tener más de un brujo entre sus filas.

SolosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora