Capítulo 12: Interludio.

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"A veces las charlas en mi mente eran más increíbles que las reales, ya que siempre que terminaba de hablar con alguien, llegaban a mí interminables dudas de saber si actúe o dije lo correcto, pero en verdad ¿Qué es lo correcto?" James Skylar.

De la propia historia:

Isaac caminó hasta donde Sven le indicó, justo ahí se detuvo unos minutos, observó su alrededor y a pesar de que no le gustaban los bosques se quedó viendo un enorme árbol, se centró en la pequeña fila de hormigas que lo recorrían hasta que un sonido de madera rompiéndose llamo su atención.

—¡Amigo mío! Qué gusto que te des la oportunidad de presenciar mis poderes —dijo Sven con una sonrisa muy grande.

Ambos caminaron hasta una pequeña cabaña en el bosque, en ella había seis personas, tres de ellas vestidas de blanco.

—Te diría sus nombres, pero ¡Eso que importa! Lo significativo son sus dones que son muy buenos, uno controla el hielo, otro tiene propiedades curativas y al final hay quien puede ver a través de la oscuridad, han venido a buscarme por ayuda, saben que vivir así no es vida, y aquí estoy yo para ayudarlos —explicó Sven.

Luego los tres hombres vestidos de blanco se pusieron de rodillas, y vieron a los ojos a Sven, quien colocó su mano derecha sobre la frente de cada uno, y después de una luz blanca cayeron desmayados uno por uno.

—Cuando despierten ya no tendrán dones, pues me lo han conferido a mí, serán libres de vivir su vida con normalidad —anunció Sven satisfecho.

—Entonces es verdad que puedes quitar dones, y quedártelos tú, pero ¿Cuál es tu finalidad? Nadie hace nada gratis —comentó Isaac pensativo.

—Es cierto, yo gano sus poderes, a mí sí me gusta tener dones, pues no me interesa eso de encontrar el amor, al contrario, me gusta volverme fuerte, aprender más. Aunque toma tiempo asimilar ciertos dones, tengo que dominarlos primero para poder conseguir otros, así que como puedes darte cuenta, no buscó hacerle daño a nadie, quiero ayudarlos —aseveró Sven sereno.

—¿Solo con tocar a alguien puedes quitárselos? —examinó Isaac que dio un paso atrás.

—¡Por supuesto que no! Necesitó la voluntad de la persona en querer dármelos, tampoco soy un ladrón —protestó él.

Después Sven hizo una señal para que se sentaran a comer, Isaac se quedó perplejo, pues delante de él, tenía las puertas para vivir como cualquiera, incluso pensó que la época de los brujos gracias a Sven desaparecería.

Pensamientos de Elizabeth:

Cuando desperté estaba desnuda al lado de Sai, escuché unas voces, así que me levanté, me vestí a prisa. Antes de irme tapé a Sai que seguía dormida, la observé unos segundos, y me fui.

Cuando llegué a mi habitación la sensación de paz que tenía se esfumó cuando vi a Irina sentada en mi cama.

—Quiero creer que pasaste la noche aquí, solo que me gustaría saber ¿Dónde? —preguntó ella cruzada de brazos.

—Me quedé con Paula —mentí rápido.

—¿Así? Bueno, por qué le escribí, pero no respondió —dijo ella pensativa.

—Mejor dime cómo te fue en tu último ensayo —pregunté tratando de cambiar el tema.

—Estuvo increíble, no puedo esperar para el estreno, ya tengo la invitación para todos, aunque no sé por qué James no me ha respondido si va a asistir —expresó mi hermana en voz baja.

Tal vez porque besaste a otro el día que lo invitaste, pensé, pero solo me encogí de hombros.

—Ha de estar muy ocupado con las clases —respondí, luego me dejé caer sobre la cama, recordé a Sai, casi ni le puse atención a lo que Irina me dijo.

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