Capítulo 25: James, fuerzas donde no las hay.

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"Ningún sentimiento es permanente"

Cumplí las siguientes misiones tal como se indicó, cada una de ellas las realicé de forma rápida y discreta, me gustaba ser eficiente.

—A las cinco te esperan en el restaurante de siempre —me dijo por teléfono la persona que me daba las misiones, luego colgó.

No tenía idea de a quien le pertenecía esa voz femenina suave y dulce, sin embargo, era la única que me llamaba, por lo que me termine de acostumbrar a sus indicaciones cortantes y claras.

Me encontraba en el centro de Viena que era donde llevé a cabo mi última misión, había estado viajando tanto, aun así, siempre me pareció toda una experiencia visitar otro lugar.

Como me encontraba cerca de donde quedaba el restaurante, decidí caminar y disfrutar de la tarde cálida. Observé a las personas que pasaron a mi lado, cada una inmersa en sus propias cosas. Al llegar al punto de reunión, entré despacio y de manera inesperada en la mesa del fondo se puso de pie un hombre calvo, a su lado estaba Irina quien me vio con una sonrisita que me hizo sentir una fuerte presión en el pecho.

—¡Qué gusto verte! —exclamó Irina y luego tomó mi mano para pasar sus dedos sobre mi palma, justo donde estaba la cicatriz.

Me sentí en shock por completo, no obstante, me presenté con el sujeto, y le di un suave beso en la mejilla a Irina.

—Estamos aquí porque vamos a trabajar en conjunto, hay una terrible organización que se llama Nueva Magia, son unos tipos raros que buscan desarticular a Lancima. Hemos sufrido atentados, incluso traiciones de muchos de los nuestros, por esa razón los tres vamos a coordinarnos. Me encuentro aquí en persona porque tengo información que uno de los fundadores de esos dementes se encuentra aquí en Viena, y como no confió en casi nadie, los tres lo haremos en forma rápida y sobre todo discreta —explicó Irina, después le dio un sorbo a su limonada.

—Soy Alfred, me gradué de Lancima hace tres años como Inversionista, mis dones son la creación de fuego, soy algo así como un pirómano andante —expresó divertido.

—Un gusto, yo soy James, me encuentro cursando mi segundo año en Lancima, voy para Inversionista —dije.

—¡Segundo año! Sin duda el más divertido porque es donde se pone en práctica tus verdaderos talentos —afirmó Alfred que sonrió y luego se puso de pie para despedirse de nosotros.

—Los veré más tarde —murmuró para después irse sin mirar atrás.

—¿Cómo has estado? —me preguntó Irina que me miró de manera fija a los ojos.

—Bien, enfocado en las misiones, ¿sabes algo de Eli? —inquirí.

—Mucho mejor, ya salió de rehabilitación y la tenemos en una misión especial, es lo único que puedo decirte de ella, ya sabes las reglas de no saber de compañeros —indicó Irina severa.

—Eli no solo es mi compañera, es mi amiga y es normal que me preocupé por ella, deberían quitar esas reglas o al menos hacer unas excepciones —opiné ofendido.

—¡Vaya! Hasta que te veo decir lo que piensas de manera abierta, no eres más un niño asustadizo —comentó Irina sonriente.

—Es normal cambiar ¿Qué hay de ti? Vi el póster de tu obra, se ve increíble —expresé, luego me sentí como un acosador por estar tan al pendiente de ella en sus redes sociales.

—Comienzo a dudar de poder ser directora y actriz al mismo tiempo, mientras estuve cuidando a Eli ensayé lo más que pude, aunque ahora todo es más difícil, incluso olvidé algunas de mis líneas y la puesta en escena es en quince días ¡Una locura! —explicó y se encogió de hombros.

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