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Una ligera ráfaga de viento acarició su rostro ligeramente, haciéndole temblar y cubrirse con el cuello de su chaqueta marrón en busca de refugiarse del frío que últimamente se estaba haciendo habitual. Un clima cálido pues la primavera gobernaba el país. Bastante agradable, acompañado de espesa niebla y ocasionales brisas; o por el contrario, sol brillante y calor a morir.

Aunque no podía quejarse. La vista de los hermosos árboles de cerezo esparcidos por la calle y el patio escolar le reconfortaba de cierta manera, recompensando cualquier malestar que le pudiera causar el cambio del clima.

Bebió un sorbo de su cappuccino, limpiando con el dorso de su mano un poco de espuma que quedo embarrada justo debajo de su nariz como si fuese un bigote. Posó su espalda sobre el tronco fuerte de uno de los tantos árboles frondosos de cerezo, soltando un poco de aire por la boca antes de cerrar sus ojos por unos segundos; reflexionando sobre su situación actual.

A vista de cualquiera, parecía ido de este mundo. Algo raro en él, pues su mente casi siempre se mantiene en alerta incluso cuando no está haciendo nada. Sin embargo, ahora mismo, el retumbar de un solo nombre denomina su atención por completo; Goten, Goten, Goten, Goten.

Oh, Son Goten.

Su "amigo especial", como suele llamarlo su hermana.

Su "distracción ridícula", como afirma su padre.

Su "compañero de aula común y corriente", como contradice su madre a las habladurías de su progenitor con respecto al muchacho.

Y, por sobre todos los comentarios familiares, su actual cita.

No podía creer que aquello este sucediendo. Le parecía irreal el sentirse atraído por el chico, mucho menos invitarlo a salir de una manera casi romántica, y lo peor, que él haya aceptado sin pensarlo lo suficiente como para considerar salir con un hombre que en un inicio detestaba hasta hace relativamente poco.

Seguramente pensó que se trataba de una 'simple' cita entre amigos, colegas, o lo que sea que fueran. Dicha suposición concordaba perfectamente con el temperamento algo 'despistado' de Son en cuanto a las relaciones personales, por no decir que es un poco tonto en ese ámbito.

A decir verdad, ni siquiera él mismo esta seguro aún del por qué una cita ayudaría a 'calmar' o en todo caso, aclarar, sus sentimientos encontrados por el pelinegro. Es consciente de que existe un sesenta por ciento de probabilidades de que su plan no funcione como lo espera.

Pero necesita una excusa.

El perfecto presidente del consejo estudiantil, rey de todo su instituto y figura representativa de toda una generación de futuros adultos exitosos; necesita una excusa para invitar a salir a la persona que le interesa. Porque sencillamente es muy cobarde para hacerlo por su cuenta. Porque no es capaz de reconocer lo obvio. Porque iba a seguir negándolo lo más que pueda, hasta que la presión sea tan intensa que termine colapsando.

¿Por qué?

Porque él es así. Porque es orgulloso. Porque es necio. Porque tiene miedo. Porque está aburrido y solo quiere un poco de drama en su vida. No hay una razón exacta.

Su cuerpo padeció un pequeño sobresalto al escuchar pasos acelerados encaminándose hacia su dirección. Se reincorporo de inmediato, reconociendo perfectamente aquellos cabellos azabaches agitarse con el andar desesperado de su dueño, mientras exclamaba palabras que desafortunadamente no llegaron a sus oídos por la distancia entre ambos.

Tan solo le vio detenerse a unos centímetros de su anatomía. Hablaba preocupado, excusándose de su atraso con que se había dormido al no tener su reloj en hora los sábados, su abuelo armando un alboroto o algo por el estilo. Trunks lo paso por alto.

I Like You ┇TruTenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora