Capítulo 12.

756 122 29
                                    

Cuando llegaron al destino saliste primero del carro para abrirle la puerta a los alfas de la familia Hwang.

Miras al frente y cruzas miradas con otro mayordomo, el cual los esperaba en la puerta principal e hizo de manera inmediata una reverencia al ver a los alfas.

Caminaste dos pasos detrás de ellos para no molestarlos, mirando hacia abajo.

- Hwang Hyunjin, que placer verte - dijo un hombre de voz áspera; si tenías que describirlo, dirías que lucía como un adulto mayor promedio de más de sesenta años, canoso y robusto, solo unos centímetros más bajo que el alfa mayor de los Hwang.

- Señor Cho, que honor que nos haya invitado - dijo el alfa haciendo una pequeña reverencia ante el mayor.

- Nuestras familias siempre fueron socios, y espero que esto siga siendo así- dijo el hombre riendo al final de cada oración, palmeando la espalda del alfa de manera amistosa.

Cuando los ojos de aquel hombre mayor se posaron en tu persona, hiciste una reverencia de noventa grados.

- Hasta sus esclavos son lindos - dijo para luego soltar una carcajada.

- Trajimos al más lindo solo para usted Señor Cho - dijo la alfa menor en un tono completamente inocente, cargado de burla.

Hasta parecía sumisa la alfa menor con aquella postura levemente encorvada y con la cabeza al costado, completamente femenina y delicada.

- ¿Un simple e inmundo humano? - dijo el hombre mayor con el mismo tono burlón, observándote de arriba a abajo como si solo fueras una bolsa negra de basura.

- Son bastantes resistentes a los golpes - dijo la alfa - ¿verdad Minho? - te pregunto con una dulce sonrisa.

- Si Señorita - respondiste bajando la mirada a tus pies, para no molestar a los alfas presentes.

- Puedes mirarme a la cara - dijo el Señor Cho e hiciste lo que te pidió, mirándolo directamente a los ojos.

El alfa Cho te quedo mirando por varios segundos. Recorrió cada pequeño detalle de tu rostro con los ojos, y luego se relamió los labios.

Conocías esa mirada, más la única persona que te había mirado de esa manera era el alfa mayor de los Hwang, y lo curioso es que jamás te habías sentido tan incómodo como ahora.

- Lo lamento Señor Cho, pero este esclavo es de mi propiedad y no me gusta compartir mis cosas- hablo el alfa Hwang, y en ese momento te sentiste completamente aliviado.

No sabias en que momento te habías tensado.

Miraste al alfa mayor de los Hwang, pero este no te miro a los ojos, por el contrario, prácticamente te ignoró, y aunque siempre habías preferido evitar los golpes, estos no era algo que desconocieras -o siquiera te importara-; sin embargo, el ahora ser ignorado por el alfa mayor de los Hwang hizo que tu pecho se sintiera pesado, como si algo presionara.

- Si algún día te aburres de tenerlo puedes mandarlo aquí- dijo el alfa Cho - vamos, ya casi están todos los invitados.

Cuando el alfa entró a la mansión seguido de su mayordomo, el mayor de los Hwang agarro la muñeca de la menor deteniendo su andar.

- No sigas tentando tu suerte Yeji, o te desconoceré y arrancaré la yugular - gruñó el alfa.

- Oppa - dijo poniendo una expresión inocente - te felicito, pudiste ocultar tu aroma en cada momento, que buen autocontrol - dijo mientras asentía con la cabeza de manera suave - ahora suéltame si no quieres que sea yo la que te la arranque - y su expresión cambio, se volvió fría.

El Alfa que se Enamoro de un Humano - HyunHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora