Capítulo 20.

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- Omma, Omma - te llama a los gritos tu pequeño Yongbok, corriendo hacia dónde estabas sentada, en la silla de hierro con las piernas cruzadas.

- ¿Qué sucede cariño? - preguntas a tu hermoso pequeño, dejando la taza de té sobre la pequeña mesa redonda de hierro a juego que estaba en parte del jardín.

Este año tu cachorro cumplía cuatro años. Tu pequeño alfa que se comportaba como un tierno omega.

- Allí, en el jardín hay unas flores que tienen tú mismo aroma - dijo el pequeño tras tomar tu muñeca, tironeando hasta que te pones de pie, llevándote a los tirones para que lo siguieras.

Cuando llegaron al lugar que decía el cachorro, tus ojos se posaron en la espalda del jardinero.

Su aroma. Conocías ese aroma.

- Esta, esta es... - dijo el pequeño con entusiasmo - ¿cuál era su nombre? - pregunto al jardinero.

- Peonia Señorito - respondió en un tono de voz suave, pero tus ojos estaban puestos en la espalda del humano, quien parece aún no siente tu presencia - buenos días Señora Hwang - saludo poniéndose de pie y haciendo una reverencia.

Olfateas el aire de manera disimulada, y no era un error. Tenía el aroma de Hyunjin, a libro antiguo.

Él debía ser. El famoso humano del que tú marido estaba enamorado.

Cuando el humano deja de hacer la reverencia para ahora quedar de pie de manera recta y te muestra su rostro, tuviste que contenerte para no soltar una risa, para no reírte a carcajadas.

El humano, aquel humano del cual el alfa te hablaba hacia cuatro años, del que repetía cada día estar enamorado, ese humano era el mismo humano que una vez habías amado. El mayordomo de tu familia.

Aquel humano que había sido tu primer amor, con quien habías tenido tus primeras fantasías tontas e inocentes de niña enamorada, a quien le habías pedido que fuera tu primera vez cuando tuviste tu primer celo.

Ahora todo te cerraba. Por fin habías entendido porque hace unos años atrás el alfa se lo había pedido a tus madres, más como un reclamo sin posibilidad de objeción.

Hyunjin se lo había llevado, reclamándolo desde ese momento como suyo, y solo recién habías completado el rompecabezas.

Que tonta. Querías reír por ser tan ciega.

- Ha pasado un largo tiempo Minho - saludas y el humano te mira. Inexpresivo.

Minho siempre había sido un misterio para ti.

- Él me ama Shuhua - recuerdas te dijo una vez el alfa mientras estabas acostaba en la cama que compartían leyendo un libro.

En aquella época estabas embarazada del pequeño Felix, por lo que no podías estar demasiado tiempo lejos del alfa.

- Yo creo que solo le interesa tu posición, no seas tonto Hyunjin, un humano nunca se enamorara de un alfa, esas cosas no tienen alma - le dijiste, acariciando tu pequeño estómago mientras cerrabas el libro y lo dejabas sobre la mesa de luz.

El pequeño frijol aún no se movía, y no podías esperar para sentir sus pataditas. Sonreíste al pensar en el primer cachorro que iban a tener con el alfa en tus brazos durmiendo. Su bebé.

- Él moriría por mí - dijo el alfa en un tono de reclamo, y recuerdas te burlaste.

¿Cómo un alfa tan imponente y hermoso como lo era Hwang Hyunjin podía ser tan estúpido?

Pero una semana después el alfa apareció en tu habitación, como cada noche aunque esta vez lo había hecho un poco antes de lo normal. Una sonrisa enorme adornaba sus labios al punto que le llegaban hasta los ojos formando aquellas pequeñas dos medialunas que tanto amabas ver.

Ojala tu cachorro heredara aquella sonrisa de su padre.

- Me ama - dijo acostándose a un lado tuyo, su mano sobre tu estómago.

- Y acá vamos de nuevo- dices rodando los ojos.

- Es enserió - dijo en un tono de berrinche mientras besaba tu estómago - le di veneno, le dije que si me amaba me dejaría ser libre de él, pero que la única forma de que lo pudiera dejar ir era si el moría, y lo bebió- dijo el alfa y tus cejas se fruncieron - mientras fue perdiendo la consciencia me dijo que me amaba.

- ¿Qué hiciste qué? - preguntaste con horror.

- Era un sedante, seguro va a dormir como dos días a lo sumo - dijo el alfa encogiendo los hombros y volviendo a besar tu estómago - lo importante es que me dijo 'te amo mi Hyunjin'...no me mires así, te juro Shuhua, en ese momento casi me largo a llorar.

- Eres un anormal - dices lo primero que viene a tu cabeza.

- Lo importante es que me ama.

- O tiene tendencias suicidas.

- Que me ama - dijo haciendo un puchero.

Recuerdas como si fuera ayer el día que el alfa te dijo que estaba enamorado desde los 8 años de un humano. Que ese humano ahora era suyo, solo suyo, y que siempre iba a estar por sobre cualquier persona.

Te dejo en claro que no ibas a estar nunca sobre él, y quizás ni siquiera los cachorros que tuvieran lo harían.

Lo habías aceptado sin problema.

No era como que amaras al alfa. Amabas más su belleza y status, sobre todo esto último, para que mentir. Tu parte omega disfrutaba el sexo duro y la parte alfa de Hyunjin era un toro en ese sentido. Básicamente eran compatibles para el sexo, y lo más importante, el alfa no te obligaba a ser una omega sumisa ni nada que se le pareciera.

Perfecto para ti. Buen sexo, buena vida.

Solo en sus celos estaban juntos, y quedaste embarazada la primera vez que estuvieron juntos, cuando fue el celo de ambos casi por un error, y es que te habías equivocado de pastillas.

No es que no te gustaran los cachorros. Querías tener tres o cuatro si alguien te preguntaba. Pero por el momento te bastaba con este. Tal vez cuando el pequeño arroz crezca pudieras buscar uno nuevo con el alfa.

- Lo que sí, me va a matar cuando se entere que no era veneno - dijo el alfa mirando tu panza con un brillo de miedo en sus ojos - tienes que nacer rápido mi cachorro, así defiendes a papá- y soltaste una risa nasal.

Tan hilarante.

Hyunjin era tan hilarante.

El alfa estaba sentado leyendo unos documentos. Entras a la habitación y tu cachorro sale corriendo hasta su padre.

- Appa, Appa - dijo el pequeño refregando su nariz en la mejilla del alfa cuando este lo alzó y sentó en su regazo.

- ¿Qué ha hecho mi cachorro hoy? - pregunto el alfa, besando la mejilla del cachorro.

- Fui al jardín porque sentí su aroma allí- dijo Yongbok y algo de sorpresa asomó en el rostro del alfa - pero solo estaba el... el...

- Jardinero cariño - dices por tu cachorro y el pequeño asiente con la cabeza.

- Siii... y estaba tirándole agua a flores que tenían el mismo aroma que Omma - dijo pero tus ojos estaban puestos en el alfa.

Hyunjin se veía hermoso. Y estas segura de que su rostro se volvía aún más hermoso cuando alguien nombraba al humano que tanto amaba.

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El Alfa que se Enamoro de un Humano - HyunHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora