Capítulo O8.

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Ese día nadie había dicho nada.

El alfa se había levantado el pantalón y había vuelto detrás de su escritorio mientras vos te habías puesto de pie, hecho una reverencia y salido de aquella habitación.

Y en todo el recorrido de vuelta a tu función, tu cabeza no había dejado de darle vueltas al asunto. No sabías como sentirte, pero lo que si sabías era que aunque quisieras sentirte mortificado eso no había pasado.

Por el contrario, de repente sentías la necesidad de volver a sentir aquel peso sobre tu lengua, aquel sabor dentro de tu boca, el ardor en tus ojos y el dolor en tu mandíbula y rodillas.

Solo dos días tuvieron que pasar para que volvieras a subir al segundo piso y abrieras la puerta del despacho del alfa sin invitación.

Solo basto con que el alfa mayor de los Hwang cruzara miradas contigo para entender que hacías allí y deslizará la silla hacia atrás del escritorio, separara sus piernas invitándote con una simple palabra que ni a orden había sonado, un "ven" que fue suficiente para que cayeras de rodilla entre sus piernas y enterraras tu cabeza entre su entrepierna, volviendo a meter su pene dentro de tu boca.

Y lo que se pensaría que había sido un error término en primera instancia, término siendo un cotidiano.

Cada día, en algún momento subías al segundo piso, entrabas a aquel cuarto y le chupabas el pene hasta sentir tu estómago cálido, pesado y lleno de su semen.

Y hoy no era diferente.

- ¿Quieres me corra dentro de tu boca? - pregunta el alfa en un gruñido, usando tu boca como si solo fuera un agujero, embistiendo con fuerza y velocidad a la par que toma tu cabeza con ambas manos para que no te puedas alejar.

Lágrimas caían de tus ojos por las ahorcados que te provocaba que su pene golpeara contra tu garganta, y más de una vez habías sentido pánico cuando sentías que te quedabas sin aire por lo profundo que entraba. .

Y por más extraño que sonara, te encantaba la sensación.

Así que gemiste algo que sonaba como si fuera un "sí Señor" ante la pregunta con la boca llena. Un par de embestidas después el alfa se estaba corriendo dentro de tu boca y tu estómago se revolvía a la par que te venias dentro de tu ropa luego de solo acariciar y presionar un poco tu entrepierna con la palma de tu mano. Sólo con eso.

El alfa cayó sentado sobre el sillón que estaba detrás suyo, aun sujetando tu cabeza, acariciando tus cabellos y despegándolos de tu frente cubierta de sudor.

Quitaste el pene de dentro de tu boca para tragarlo todo y volviste a meter aquel pedazo de carne ahora flácido dentro de boca, como si de un chupete se tratara.

Amabas su sabor almidonado.

- Algún día tenemos que hablar de esto Hyung - susurra el alfa, mientras acaricia tu mejilla con el dorso de su mano.

Cierras tus ojos, pasando la punta de tu lengua por la pequeña grieta en la punta de su pene, haciendo movimientos circulares, respirando con la nariz al sentirlo endurecerse dentro de tu boca de nuevo.

- Me vas a dejar seco - dijo en tono burlón cuando succionaste la cabeza, separando aún más sus piernas.

Abres tus ojos mirando hacia arriba y jadeas al verlo con la cabeza hacia atrás, gotas de sudor recorriendo su cuello y parte de su cuerpo a la par que gime cuando vuelves a succionar y aprietas uno de sus testículos con la mano.

- Dios... cuanto has mejorado – gruñe con la voz ronca y sientes tu pecho expandirse de orgullo al oírlo.


El Alfa que se Enamoro de un Humano - HyunHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora