Capítulo O6.

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Cuando entraste al comedor lo habías hecho un poco después del horario habitual. Se te había pasado el día quitando la mala hierba en un intento de no querer pensar más, y para cuando te habías dado cuenta ya ibas casi media hora tarde.

Hyukjae decía que pensabas mucho, y que eso no era algo malo mientras tuvieras presente que lo mejor sería que no saliera de tu cabeza. Siempre te recordaba que el mundo no era justo para los de tu especie, y que si por alguna razón se sabía que podías pensar terminarías colgado y luego enterrado tres metros bajo tierra.

Te sentaste en tu lugar de siempre luego de agarrar tu plato y servirle tu comida cuando llegaste al comedor. Levantaste la mirada de tu plato en el momento que sentiste que eras observado.

Un par de sirvientes te miraban con sorpresa, otros te ignoraban como siempre.

Estas seguro que no era tu imaginación, y que de repente el aire de la habitación comenzó a sentirse más pesado.

- Hueles a libro antiguo - dijo una sirvienta, y ahora sí, la mayoría de los presentes te miraron.

Inclinaste tu cabeza sin comprender.

- Es el aroma del Señor Hwang - explicó una voz que conocías y solo entonces notaste que Christopher también estaba ahí.

- Seguro se le habrá pegado cuando el Señor Hwang va al jardín y se le queda hablando - dijo otra voz. No sabías quién era, pero lo que si sabías es que era de tu misma especie, un humano como vos.

- No, no es ese tipo de aroma - dijo de nuevo la misma sirvienta, mirándote fijo - está impregnado, como si le hubieran marcado – dijo en un susurro, entrecerrado los ojos.

Ahora sí que estabas seguro que el aire había cambiado.

La tensión se habia vuelto palpable.

- Basta Ryujin - dijo otra persona - no nos incumbe, el Señorito Hwang nos trata bien, no como lo hacía su padre, no abuses de su confianza... podrías perjudicarnos a todos – le recrimino con bastante molestia en su voz.

- L-lo siento - se disculpó de manera inmediata, agachando la cabeza.

Lo que ella dijo de todos modos quedo dando vueltas en tu mente. Era sabido que los alfas sólo marcaban a sus omegas. Era conocimiento básico. Miraste tu plato frunciendo las cejas.

¿Por qué un simple humano seria marcado?

Seguramente la sirvienta era beta, por eso había notado el aroma. Todos los que te miraron seguro eran betas, y por ello te miraban. Como ya habías dicho antes, los betas tienen aroma, aunque este es universal para todos. Aun así, ellos podían sentir los aromas y también respondían a la voz de mando.

Incluso habías oído que hasta podían quedar embarazados de los alfas aunque fueran de sexo masculino. Supones que era porque compartían especie, había algo en su carga genética que los humanos como vos nunca podrían entender.

Los betas eran más fuertes que los humanos, pero solo eso los diferenciaba realmente. No había grandes diferencias después.

Pero nada de esto que estabas pensando explicaba lo que había sucedido.

¿Por qué un alfa marcaria a un humano? ¿y por qué vos eras ese humano?

Un dedo presionó tu entrecejo y solo entonces saliste de tus pensamientos para volver a la realidad, cruzando mirada con Christopher, quien te sonrió y comenzó a hacer círculos en donde estaba apoyado su dedo.

- Es lindo que hayas hecho al fin otra expresión- dijo con diversión en la voz - pero te van a salir arrugas, y eso arruinaría tu bello rostro Min - dijo y tu cabeza se inclinó a un costado – esa expresión es mucho mejor – halago.

El Alfa que se Enamoro de un Humano - HyunHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora