𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟐

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─Cielos papá, nos tocó hasta arriba.

─Pongámoslo de esta manera, si acaso llueve serán los primeros en saberlo. ─mire para abajo cuando llegue al lado de Ron.

─Nosotros estaremos-

─Cierra el hocico Malfoy. ─dije y seguí caminando, sin antes mirarle de mala forma, cuando salí de su campo de visión tire un hechizo─. Palalingua ─directo a Malfoy, se lo merece.

(Palalingua: Este hechizo pega la lengua de su víctima a su paladar, impidiéndole hablar por unos instantes.)

Al llegar al lugar que nos indicó el señor Weasley nos sorprendimos por lo alto que era, aquí se ve perfectamente todo. De pronto sentí un viento frio, y cuando voltee agarre la cabeza de Harry y Hermione que estaban a mi lado y los agache ya que un equipo paso arriba de nuestras cabezas.

En medio del partido me entro ganas de ir al baño, así que le avisé a mi hermano y me fui rápido. Debí hacerle caso al señor Weasley de ir al baño antes de subir. Llegue tranquilamente, pero al pasar casi me desmayo por tanto mal olor, el baño necesitaba un lavado urgentemente. Salí tosiendo fuertemente.

─ ¿Estás bien? ─me tocaron el hombro, reaccione rápido he hice una llave con su brazo, saque mi varita y le apunte en el cuello. La llave con el brazo fue la única cosa que recuerdo de las clases de defensa personal con Bruno.

─No me vuelvas a tocar, ¿Entendido?

─Perdón, rubia. Ahora suéltame.

Agarre el cuello de su camisa y lo alce, total, éramos de casi el mismo tamaño, lo pegue a la pared.

─No me llamo rubia, Malfoy.

─ ¡Ya! ¡Está bien, ahora suéltame!

Lo solté, pero ni bien lo hice él se agacho, los dos sabíamos a que conllevaba, las varitas estaban a punto de ser clavadas en el cuello del otro.

─ ¿Crees que bajaría la guardia cuando tengo a un sucio jugador como tú enfrente? Malfoy.

Él bajo la varita primero y yo después de unos segundos también la baje, pero en alerta. Él me miraba con ojos de curiosidad y con aires de superioridad que siempre tenía y yo solo fruncí el ceño.

─Me agradas. Al parecer ya me conoces, pero yo no te conozco a ti. ¿Cuál es tu nombre?

─Para que- ─fui interrumpida al encontrar la mirada de un castaño a lo lejos─ Ana ─le tendí mi mano, a la que él acepto, casi la besa si no la hubiera quitado rápido─. Nada de eso conmigo, Malfoy.

─Bueno... ─me miro un poco extrañado─ ¿Estás en Hogwarts? No eres de las típicas chicas que pasan desapercibidas.

─Después te enteraras. ─dije mirando para la dirección donde hace rato estaba Diggory, ya no estaba.

─Está bien, mi padre me está esperando, nos volveremos a encontrar...Ana.

Dicho eso se fue, deje salir toda la respiración que tenía retenida, hace años que no lo tenía así de cerca, esta vez él será el atormentado, lo veré en un rincón y alrededor suyo todos se reirán de él y para eso me hare su amiga. Me incorpore y voltee para dirigirme hasta arriba, de solo pensarlo cerré los ojos caminando, hasta que choque con alguien de repente.

¡Flipendo máxima! ─grito aturdida y algo asustada por la pronta aparición.

(Flipendo máxima: Este maleficio permite golpear y alejar objetos pequeños, y aturdir a oponentes no muy fuertes. vrs. Mas poderosa)

𝐀𝐍𝐀 𝐏𝐎𝐓𝐓𝐄𝐑 - 𝐂𝐄𝐃𝐑𝐈𝐂 𝐃𝐈𝐆𝐆𝐎𝐑𝐘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora